Antonio Casado

¿Alternativa para Sánchez?

¿Alternativa para Sánchez?
Antonio Casado. PD

Todavía no sabemos si lo de Sánchez fue un adiós o un hasta luego. La insaciable voracidad de novedades -somos periodistas, qué se le va a hacer-, nos convierte en sabuesos de sus intenciones (las del ex líder socialista, se entiende).

Por eso miramos con lupa los chispazos digitales que deja en las redes o los anuncios que salen de su entorno. El último nos pone sobre aviso respecto a una mesa redonda, el sábado que viene en Xirivella (Valencia). Dicen que ahí empezará a hablar de su proyecto.

De todos modos, no parece ser el mejor momento de presentarse como aspirante a la secretaría general del PSOE a caballo de un proyecto político alternativo al de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Se lo he preguntado a una persona de su entera confianza y esto es lo que me ha dicho: «Pedro tiene una idea clara de los tiempos que maneja y de los pasos que va a dar. Cuestión distinta es que sea el momento de contarlo».

En algún medio de comunicación se ha informado de las cuatro reuniones que un grupo de dirigentes afines han celebrado estos días en Madrid para «diseñar su estrategia y ganar las primarias». Pero son movimientos carentes de cobertura y apoyos suficientes como para que a estas alturas ya hubieran transcendido. Y lo cierto es que la especie de un Sánchez dispuesto a competir de nuevo por el liderazgo socialista no tiene un mínimo de visibilidad.

Es más, va tomando consistencia la tesis de que, en la cuestión del liderazgo, los seguidores de Sánchez se van decantando a favor de una tercera vía. Es decir, Susana, no, y Pedro tampoco. Una tesis que también se va extendiendo entre los barones socialistas y los cuadros intermedios.

Entienden que uno y otro son responsables de haber impregnado la razón de Estado con la razón de partido. Porque todo lo que hizo él fue por sobrevivir y todo lo que hizo ella desde el principio fue querer liquidarlo, mientras España pagó el pato con un prolongado periodo de parálisis institucional. Es verdad que ambos pusieron mucho de su parte en la penosa imagen de un PSOE roto desde el famoso comité federal del 1 de octubre, cuando la dimisión de Sánchez acabó siendo el desenlace lógico de una reunión con llantos y crujir de dientes.

Los dirigentes de uno y otro bando no acaban de ver la salida andaluza porque, dicen «a Susana la pillamos con el puñal en la mano y Pedro se ha mostrado incapaz de unir al partido». En el propio entorno de Sánchez aseguran que su proyecto alternativo podría liderarlo una tercera persona. «Lo puede encabezar él u otro compañero al que ayudaría si hay coincidencia en las propuestas para España y para el partido».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído