Era de esperar.
Federico Jiménez Losantos da este 20 de febrero de 2022 cumplida cuenta de los acontecimientos que vienen desarrollándose en el seno del PP desde la noche del 16 de febrero de 2022.
La pifia de Pablo Casado y Teodoro García Egea, con la colaboración inestimable de Ángel Carromero, asesor del alcalde de Madrid, para espiar al entorno de Isabel Díaz Ayuso está deparando un folletín por entregas que no hace más que hundir la imagen de los populares.
Losantos entiende que lo que publica este 20 de febrero de 2022 el diario El Mundo, la de que la orden de espiar a la presidenta de la Comunidad de Madrid salió del despacho del secretario general del PP, es prueba más que suficiente para forzar la salida de Casado, pero también de García Egea y de Carromero:
Esta madrugada publicaba El Mundo los detalles que faltaban para que el PP expulse de inmediato a su presidente, a su secretario general, a su matón Carromero, y al alcalde de Madrid si no aclara, y es difícil, las sombras que lo cercan.
OTROS QUE TAMPOCO SE LIBRAN DE LA LISTA NEGRA
También pone en su lista de futuribles expulsados a otros miembros del Partido Popular a los que considera cómplices de esta trama, bien por acción o bien por omisión:
Deberían también irse sin necesidad de echarlos, Andrea Lévy, responsable de garantías del PP, que se las negó a Ayuso mientras adulaba a Casado, los socios del golpe genovés en el Gobierno de Madrid, con López al frente, y los diputados, entregar su acta. Y dejo para otro momento a los azcones que ahora se dirán chantajeados por Génova. Ya que no se quieren ir, y aunque se vayan, deben ser expulsados. Al Capone no puede estar al frente de la policía de Chicago.
Losantos subraya que Casado debería de estar más que agradecido a Ayuso, pero la realidad es bien diferente:
Sólo por lo que le debe, que es todo, y cómo lo paga, Casado merece tres cosas: el desprecio de los ciudadanos, el despido como presidente del PP y el banquillo por esta sarta de injurias y calumnias contra Ayuso. El primero ya lo tiene. El segundo lo conseguirá. El tercero depende de lo que Ayuso quiera hacer con el infamador. Lo normal sería mandarlo a la cárcel.
Incluso considera que el presidente del Partido Popular no puede acabar sucediendo en el poder a Pedro Sánchez después de haber perpetrado, a su juicio, un acto de traición:
Pero, aparte de la vileza moral, hay que preguntarse por la razón por la que un renacuajo de la oposición piensa llegar así a rana monclovita. No solo por qué se comporta como un miserable, sino por qué alguien capaz de engañar a tantos, decidió sincerarse así, tomando la senda de la traición.