¿Quiénes son los propietarios de los partidos? Hoy los socialistas españoles están secuestrados por la organización de su partido -disociada incomprensiblemente de sus bases- a la que siguen amando porque han sufrido la abducción por una oligarquía que se ha apropiado de éste partido histórico. —Lea el artículo completo en el blog de Carlos Carnicero—
A estas alturas, ya muchos militantes socialistas, unos abducidos por el partido y otros gestores ilegítimos de la organización, habrán cogido el ordenador para bramar contra mi, pretendiendo que establezco un paralelismo entre ETA y el PSOE. Soy demasiado viejo para no permitirme el lujo de entender que esa manipulación sobre éste artículo se va producir: forma parte de la perversión que están haciendo algunos de sus dirigentes.
Para decir esto tengo que explicar una convicción profunda que responde a la pregunta de «quiénes son los propietarios de un partido político de izquierdas». En mi opinión, ni siquiera es propiedad de sus militantes, que sin embargo tienen el derecho y la obligación de ejercer el control sobre los dirigentes. Estos no solo no son propietarios del partido sino que deben ser sus más humildes servidores.
Cuando el objetivo de una organización es hacerse con la confianza de los electores y de los ciudadanos, son estos últimos los propietarios del bagaje histórico y de todo lo que significa un partido vivo. Sus militantes son los legítimos gestores de la organización y sus dirigentes tienen un poder de represtación vicario de la voluntad del conjunto de personas que permiten la supervivencia del proyecto político, es decir, sus militantes y por extensión sus electores. –Griñán aguanta en su ‘neutralidad activa’: ni Chacón ni Rubalcaba–
Si los dirigentes rompen ese compromiso, pierden la legitimidad en el ejercicio de ese poder que siempre es delgado.
Estas convicciones forman parte de la esencia del carácter democrático de los partidos. Si los dirigentes no cumplen con estos códigos el fracaso de esa concepción no democrática y feudal terminará por explotarles entre las manos.
En Sevilla se va a materializar esta perversión. Y no es descartable una cierta insumisión de los delgados. Pero muchos de ellos están atados por pactos de conveniencia del reparto futuro del poder dentro del PSOE. No hay que perder de vista la eclosión de militantes de @basesenred que fija su mirada más allá de este congreso. Por lo que conozco de ellos no quieren ganar en este congreso porque están convencidos de que los que figurarán como ganadores son los grandes perdedores de éste proceso.
Desde Sevilla vamos a tener noticia del secuestro del PSOE por sus actuales dirigentes, empezando por los dos candidatos, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, de cuyos proyectos solo sabemos que quieren ser secretario general del PSOE para continuar con el secuestro de sus bases.