Se llama Aleix Espargaró, es pilotto de MotoGP y no se ha cortado un pelo a la hora de poner tibios a los vándalos de Arran, la organización juvenil vinculada a los anticapitalistas de la CUP–Los facinerosos de la CUP pinchan también las ruedas de bicicletas turísticas en Barcelona –:
Madre mía… A ver si los Mossos actúan y os cierran a todos, sois lamentables y vergonzosos!
Mare meva… Haviam si els @mossos actuen i us tancan a tots, sou lamentables i vergonyosos! https://t.co/vVgJG1iqAw
— Aleix Espargaró (@AleixEspargaro) 1 de agosto de 2017
Tal y como recoge e-Noticies, Arran en Poblenou, donde la organización pinchó ruedas de bicicleta con un cuchillo, le ha replicado–Los facinerosos de la CUP atacan yates y un restaurante en Mallorca en su campaña contra el turismo–:
Los famosillos también quieren decir su (o la del dueño) contra la autodefensa vecinal. Como se nota quien sí y quién no lo pasa mal
El pilotó no se amilanó ante los vándalos–Los encapuchados de la CUP asaltan cuchillo en mano un bus turístico de Barcelona–:
¡Gran solución el vandalismo! ¡Así nos va con ignorantes como vosotros! ¡A la cárcel tendríais que ir panda de vagos!
Gran solucio el bandalisme! Aixi ens va amb ignorants com vosaltres! A la garjola hauriau d’anar colla de ganduls! https://t.co/1AaQnxS05c
— Aleix Espargaró (@AleixEspargaro) 1 de agosto de 2017
Arran tiene en su punto de mira al turismo. Tras el ataque a un bus turístico de Barcelona, las juventudes de la CUP reivindicaron otra acción, esta vez contra las bicicletas de alquiler que utilizan los turistas–[VÍDEO] Decenas de catalanes apoyan a la Guardia Civil y los de la CUP salen por patas –.
«Nuestra práctica política pasa por hacer acciones de visualización como esta», indica un portavoz de Arran, que prefiere ocultar su identidad, en relación al asalto de un bus turístico cerca del Camp Nou.
La organización esperó hasta el domingo para colgar un vídeo en redes sociales reivindicando la autoría (ver más arriba). Cuatro encapuchados detienen el vehículo, amedrentan a los ocupantes, pinchan una de las ruedas y pintan con espray rojo en los cristales la frase «El turismo mata los barrios».