Pedro Sánchez va a pasar a la historia de la democracia española por ser el presidente del Gobierno con la legislatura más corta –La banda del ‘okupa’ Sánchez necesitó menos tiempo que un embarazo para dejar España hecha unos zorros-.
Apenas ocho meses en los que ha enredado con todo y no ha sacado ninguna medida adelante, ni siquiera con Franco, que aún sigue en el Valle de los Caídos –El Gobierno de Sánchez ya es una momia disecada que ni siquiera ha logrado sacar a Franco de la tumba-.
Lo cierto es que no hace un mes que Sánchez, en la presentación en enero de 2019 de Jaume Collboni como candidato del PSOE a la alcadía de Barcelona, se jactaba de que a él no le iban a mover de la poltrona de La Moncloa hasta el año 2020 y que la oposición de Partido Popular y Ciudadanos ya podían esperar sentados, que él no pensaba convocar elecciones anticipadas –Otra más de Sánchez: filtra a El País que las elecciones generales serán el 28 de abril mientras él cuela un infumable mitin de 19 minutos al resto de periodistas-:
Lo que estamos haciendo amigos y amigas no es un proyecto de dos años, es un proyecto de transformación para los próximos 15 años de la sociedad catalana y de la sociedad española. Por eso, cuando Rivera y Casado dijeron que elecciones ya, que esperen sentados, que hasta 2020 vamos a gobernar los socialistas.
Antonio Pérez Henares, en un acertado tuit, recordaba que a Sánchez la chulería y la prepotencia le han durado tres días, amén de mofarse de su ‘Manual de Resistencia’:
Al libro ese que ha escrito Irene Lozano y firma Pedro Sánchez ¿no habría que pensar en ir cambiándole el título. No sé si «Manual de resistencia» va a pegar mucho. ¿Es este el mismo, muy chulo él, que hace tres días espetaba a los que pedían elecciones : ¡Que esperen sentados!?
— a perez henares (@chanihenares) 13 de febrero de 2019
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72