TRADICIONALMENTE LOS LÍDERES HACEN PLANES FAMILIARES Y CULTURALES

Jornadas de reflexión: el día en que los candidatos no piden el voto pero hacen política

Aunque está prohibido que los medios publiquen publicidad electoral esa jornada sí se hacen eco de lo que hacen los candidatos esos días

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Mariano Rajoy en distintas jornadas de reflexión.
Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Mariano Rajoy en distintas jornadas de reflexión. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Mariano Rajoy en distintas jornadas de reflexión.

Durante las 24 horas previas a unos comicios en España no se puede pedir el voto oficialmente. Los actos electorales están completamente prohibidos. Es lo que se conoce como jornada de reflexión. Esos días los candidatos suelen ofrecer una imagen más personal y relajada lejos de la vorágine de los mítines y las entrevistas de rigor en los medios. Claro que, que no se pida el voto, no quiere que no se haga política. Todo lo es. Lo que los candidatos hacen en esa jornada, con la prensa convenientemente informada, también. Escogen perfectamente la imagen que quieren dar y si van al cine, leen un libro en casa o salen a hacer deporte no es una decisión baladí.

En 2011 en España estábamos acostumbrados a que los candidatos del bipartidismo hicieron casi siempre lo mismo. El que estaba en Moncloa mostraba armonía familiar en la residencia oficial del líder del Ejecutivo y el que aspiraba a ocupar el Palacio casi siempre iba con su señora al teatro o al cine. Ese año, que sería el último del bipartidismo, Rajoy y Rubalcaba hicieron lo mismo. Ver el partido que enfrentaba al Real Madrid con el Valencia. Una elección simple y anodina que parecía dar la razón a los cánticos del incipiente movimiento del 15-M: «PSOE, PP, la misma mierda es».

Cuatro años después ya estaba el lío montado. Entraron en nuestras vidas Ciudadanos y Podemos (todavía sin ser Unidas). La campaña estuvo más animada que en décadas anteriores y la prensa tenía más candidatos a los que fotografiar en el jornada de reflexión. Mariano Rajoy se dejó ver corriendo (o andando deprisa como él diría) por los jardines de Moncloa. Pedro Sánchez, recién ungido líder del PSOE, se fue a ver jugar un partido de baloncesto de su hija junto a su mujer Begoña Gómez. Por su parte, Pablo Iglesias rodeado de compañeros de partido para ir al cine a ver una película sobre Luis Bárcenas (B, donde el tesorero era interpretado por Pedro Casablanc). Albert Rivera se fotografío esa mañana echando gasolina al coche para poner rumbo a Barcelona para pasar el día con su familia.

De la fragmentación al Sanchismo

De los comicios de finales de 2015 salió un Parlamento más atomizado que nunca en nuestra democracia y Rajoy pasó las Caín para poder ser investido presidente. Tanto que, al final, convocó de nuevo elecciones para junio de 2016. Previamente se vivieron algunos de los meses más tensos de los últimos años. Escándalos de corrupción, tertulias gritonas en televisión y campañas en Twitter elevaron la temperatura política como nunca. Así en esa jornada de reflexión no se dio puntada sin hilo. Albert Rivera se pegó un garbeo por el parque del Retiro junto a  a la portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís y la entonces candidata al Congreso por Madrid, Patricia Isaura Reyes Rivera.

 

Por su parte, Pedro Sánchez, junto a su esposa, Begoña Gómez, organizó una comida con amigos en casa. Pablo Iglesias decidió pasar las horas previas a esos comicios jugando al baloncesto con simpatizantes en la cancha de la Ciudad Universitaria. Rajoy, en sus trece, hizo lo mismo que anteriores ocasiones. Correr por Moncloa, tal vez en huída hacia adelante. Eso sí, estaba no estaba solo, le acompañaba su perro Rico. Suponemos que Soraya y Cospedal no lo hicieron porque estaban ocupadas en matarse a sí mismas.

El gobierno de Rajoy acabó con la moción de censura del 1 de junio de 2018 que llevó a Pedro Sánchez a Moncloa. Tras resistirse a convocar elecciones no le quedó otra que llamara los españoles a las urnas el 28 de abril de 2019. El día antes el presidente optó por viajar con su familia hasta Anchuras (Ciudad Real) el pueblo de su abuelo. Pablo Iglesias, con el que estaba condenado a entenderse Sánchez, optó por ver un documental sobre el cambio climático. Albert Rivera se fue otra vez a Barcelona, aunque tuvo que lamentar el ataque a las sedes de su partido. Pablo Casado se fue a Navas del Marqués (Ávila) para pasar el día.

Las últimas elecciones

Las siguientes elecciones nacionales fueron en noviembre de ese mismo año. Pablo Casado pasó el día en Barcelona junto as su mujer Isabel Torres y aprovechó para reunirse con la entonces candidata del PP en Cataluña Cayetana Álvarez de Toledo. Albert Rivera, por primera vez, pasó la jornada de reflexión en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Para entonces ya había iniciado su relación sentimental con la cantante Malú. Pedro Sánchez en Moncloa. Por su parte, Iñigo Errejón pasó las horas previas a ir a votar junto a Mónica Oltra y Joan Baldoví pasando por la playa de la Malvarosa en Valencia. Abascal, acudió con su esposa Lidia Bedman y sus hijos a la sede del partido desde la que seguiría los resultados el día siguiente. Un día en el que cambiaría el equilibrio de fuerzas en el país. VOX sería tercera fuerza, Ciudadanos comenzaría su agonía y el PSOE de Sánchez tuvo que entenderse con Iglesias y una larga serie de partidos periféricos para sobrevivir.

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