Con origen en Almería y sede central en Alicante, Calconut es uno de los líderes a nivel europeo en la comercialización y distribución de frutos secos, fruta deshidratada, fruta desecada, semillas, legumbres, especias y, desde el pasado año, los conocidos como superalimentos. Con el nombre de Calconut está presente en el mercado desde 2005, aunque su vinculación con el sector se remonta décadas atrás, hasta un pequeño negocio fundado en Pulpí (Almería) por Juan Peregrín Mula, familia con una dilatada tradición en el sector.
Juan Luis Peregrín, CEO de Calconut, pertenece a la tercera generación familiar. Cuenta con una extensa trayectoria en el mundo del fruto seco y la almendra, habiendo ocupado importantes cargos directivos en empresas del sector siempre con un alto componente exportador. En 2012, se unió a la empresa Héctor Serrano, socio y director general de Calconut, y principal impulsor de su visión altamente tecnológica. Ingeniero Técnico de Obras Públicas y MBA, en la actualidad es responsable de la gestión global y del desarrollo estratégico de la compañía.
Crecimiento exponencial
Gracias a un modelo de negocio global – su lema es Supplying a moving world, ‘abasteciendo a un mundo en movimiento’– y a una total apuesta por la innovación tecnológica, Calconut ha experimentado en los últimos años un crecimiento exponencial. En sus 15 años de vida, la empresa ha multiplicado por 15 sus ingresos: cerró 2020 con una facturación de 130 millones de euros, presencia en 65 países, 1.450 contenedores importados y un volumen de 27.000 toneladas de producto, cifras que la sitúan en el top 20 de las comercializadoras de frutos secos del mundo. Sus principales clientes –entre distribución, retail e industria– se encuentran en España, Francia, Marruecos, Brasil y Chile.
Planes de inversión
Esta línea ascendente ha sido atestiguada por el periódico Financial Times, que la incluyó tres años consecutivos (2016-2018) en el ranking de las 1.000 empresas de Europa con un crecimiento más rápido. Pero el ritmo, además, acelera: a lo largo de 2020, un año realmente complicado para el sector, Calconut triplicó su plantilla –pasando de 50 a 150 empleados– y culminó una inversión de 16,5 millones de euros, única en el sector, a la que va a sumarse una segunda inyección de 4,5 millones de euros, que irá destinada a la construcción en 2021 de una segunda fábrica dotada con la maquinaria más eficiente del mercado y enfocada a su marca para consumidor final, nut&me.
Su crecimiento exponencial se verá reforzado en 2021 gracias a la expansión del e-commerce a través de su marca nut&me –ya existente en España, Portugal y Perú–, que viene a reforzar la venta directa al consumidor final, facilitando su proceso de compra. Además, se ultima la apertura de flagship stores –tiendas concebidas bajo un concepto de compra experiencial– en diferentes ciudades del mundo, comenzando por Europa y Perú.
Innovación tecnológica
La cantidad de volumen que gestiona Calconut le permite un conocimiento exhaustivo del mercado, en el que se mueven con precisión gracias a su decidida apuesta por la I+D+i y la tecnología. La compañía cuenta con un equipo de desarrollo que trabaja constantemente para optimizar los procesos logísticos, por un lado, y para adelantarse a las necesidades de sus clientes, por otro.
Entre sus grandes apuestas, se encuentra la implantación de la tecnología Blockchain –un sistema blindado que asegura la trazabilidad de la materia prima y aporta transparencia a cada eslabón de la cadena de suministro–, en cuya implantación efectiva Calconut es una empresa pionera en el sector.
Política de recursos humanos pionera
El bienestar de sus empleados, en consonancia con esta filosofía, es otro de sus puntales como empresa: su programa Calconut Wellness está enfocado a crear el mejor lugar de trabajo posible mediante la presencia de cinco elementos (luz, ventilación natural, agua, vegetación y aroma) que mantienen a raya el cortisol (la hormona del estrés) y fomentan la creación del llamado ‘cuarteto de la felicidad’: endorfinas, oxitocina, serotonina y dopamina. El objetivo es atraer y retener el talento, y además contribuir a cuidar la salud de la plantilla; el comedor de empleados, por ejemplo, ofrece a diario menús saludables, y en la azotea se puede practicar desde yoga hasta pilates.
La Fundación Juan Peregrín
A su preocupación por el entorno medioambiental, Calconut suma su compromiso por mejorar la calidad de vida de las personas. La Fundación Juan Peregrín Mula, constituida en 2017 –y bautizada así en homenaje al padre de Juan Luis Peregrín–, tiene como objetivo llevar a cabo acciones en las áreas de educación y formación, desarrollo personal, asistencia social, salud (lucha contra enfermedades y a favor de hábitos de vida saludables) y medio ambiente, gracias a la implicación y el esfuerzo de todos los empleados de Calconut.
Una de sus últimas iniciativas ha sido la decoración de la planta de oncología infantil del Hospital Materno Infantil Torrecárdenas (Almería), ambientada con temática de fondo marino. Para esta causa, se ha destinado el 100 % de la recaudación conseguida hasta el 28 de febrero por la venta de dos productos de la línea Kids de nut&me (chips de manzana y chips de manzana sabor plátano, ambos sin azúcar añadido).
En 2018 Calconut abrió una delegación en Valencia, que se sumaba a la de Almería, y en 2021 el domicilio social se trasladó a Mutxamel (Alicante), su sede principal: un centro pionero que cuenta con la tecnología más avanzada del sector. La gran nave, ubicada en el polígono industrial Riodel y con una superficie total de 11.082 m2, acoge las oficinas de los departamentos estratégicos de la compañía (dirección, recursos humanos, marketing, finanzas, calidad, I+D, ventas, etc.) y una gran fábrica de procesado, envasado y almacenaje, sobre todo enfocada al procesado la almendra, uno de los productos principales de su portfolio (cuenta con una de las repeladoras más grandes del mercado, que repela 5 toneladas de almendra por hora).
Apuesta por la sostenibilidad
En esta planta de nueva generación, Calconut apuesta por la economía circular y el respeto por el medio ambiente, destinando la inversión no solo a optimizar los procesos, sino a hacerlos más sostenibles. Así, ha instalado más de 1.200 placas fotovoltaicas en la cubierta –que le proporcionan 500 kW de energía renovable– y tiene como objetivo generar cero residuos orgánicos: por ejemplo, reutiliza las cáscaras de los frutos secos como biomasa y el agua sobrante de los distintos procesos industriales para regar. La biofilia –el sentido del ser humano para conectar con la naturaleza– está presente ya desde la entrada, en la que se han plantado numerosos árboles frutales.
Más información: www.calconut.com