Las fotografías de Sidibé (1936-2016), muestran la revolución cultural y social que estalló en la capital de Malí tras siete décadas de dominio colonial. Un espíritu de libertad y optimismo se apoderó de la juventud de la ciudad, dando paso a una vida nocturna de bailes y reuniones sociales, donde se escuchaba jazz, swing, rock ‘n’ roll y música cubana gracias a la apertura al comercio internacional. El objetivo de Sidibé captó los albores de esta nueva era, una suerte de crónica visual del papel que desempeñaron la música, la danza y la moda en la transición de la sociedad maliense
Las fotografías tomadas en las décadas de 1960 y 70 que conforman la exposición incluyen imágenes de salas de baile y clubes nocturnos de Bamako y retratos de estudio, así como unas ‘chemises’ originales: unas cartulinas de distintos colores sobre las que el propio Sidibé pegaba fotos tomadas durante una velada concreta. Al día siguiente, las colgaba en el escaparate de su estudio para que los asistentes pudieran comprar sus favoritas.
Las imágenes nos muestran a la generación de jóvenes acomodados, seguros de sí mismos y culturalmente comprometidos que surgió en Malí tras la independencia. Los vemos bailando en las animadas fiestas de la ciudad, vestidos con sus mejores galas. Las poses y composiciones de muchos de los retratos reflejan la estética comercial de la cultura pop, las revistas y el cine. Sidibé también fotografió coqueteos y momentos de intimidad, reflejo de una nueva libertad sexual que rechazaba las normas de interacción pública entre hombres y mujeres en espacios públicos.
La libertad social surgida en esta cultura poscolonial vino acompañada de un sentimiento de orgullo por cuidar la propia imagen y alardear de posesiones varias, evidente en los llamativos atuendos de los sujetos de Sidibé, así como en los relojes, joyas y gafas de sol que llevaban o, incluso, en las motos que conducían. Algunos lucían pantalones de campana, camisas estampadas, zapatos de plataforma y minivestidos y otros boubous, túnicas y tocados tradicionales malienses. Se trataba de una mezcla ecléctica de moda local e internacional.
Sidibé nació en una pequeña aldea llamada Solaba. En 1952, inició sus estudios en la École des Artisans Soudanais de Bamako —actualmente el Institut National des Arts—. Nada más acabar, fue seleccionado para trabajar como aprendiz del fotógrafo francés Gérard Guillat-Guinard. Tres años después, abrió su propio estudio en Bamako, especializándose en fotografía de eventos y retratos. El comisario francés André Magnin organizó la primera exposición de su obra en Europa, concretamente en París. Sidibé ganó el Premio Hasselblad en 2003 y el León de Oro a la Trayectoria de la Bienal de Venecia de 2007, entre muchos otros premios.
Las fotografías de Sidibé no sólo inmortalizaron la energía y la esencia de una sociedad en transición, sino que también fueron fundamentales en la creación de la nueva y extrovertida cultura juvenil que surgió en el país tras su reciente liberación. La exposición, comisariada por María Millán, forma parte del empeño de Loewe y de la Fundación Loewe por mostrar que la fotografía es una herramienta que puede captar el cambio social y reivindicar la libertad de expresión.