El dedo de Punset, en la llaga

Dado el auge que están tomando los predicadores en nuestro tiempo, que sirviéndose de su facilidad para urdir enredos y apoyándose en otro tipo de acciones, como la dictadura de lo políticamente correcto, tratan de llevar el agua a su molino, cosa que consiguen muy a menudo, cabe aplaudir lo que ha dicho Eduardo Punset:
Resulta estrafalaria la actitud de tantos dirigentes políticos que no se han percatado todavía de que, si la existencia de un mercado mundial y globalizado está preservando la supervivencia de todos, la necesidad de un sistema económico también común –como ha puesto de manifiesto la actual crisis del euro en Europa– y de un gobierno mundial es ya inexcusable.”
La cordura de Punset deja en muy mal lugar a nuestra enloquecida clase política, y en especial a los nacionalistas y a quienes les bailan el agua. Egoístamente, claro. Donde hay nacionalismo hay egoísmo y, por tanto, todo trato que se haga con los nacionalistas queda dentro de este ámbito. Los nacionalismos hoy en día son como palos en las ruedas del progreso, y duele que esos socialistas que se autodenominan progresistas hayan incurrido en esa tendencia regresiva. Cada ventaja que logran los nacionalistas supone prolongar la agonía de los que mueren de hambre.
Somos muchos los que nos hemos dado cuenta, desde hace mucho, que la única solución al hambre que padece gran parte de la humanidad consiste en que haya un único gobierno mundial. Ésta es también la solución para acabar con tiranías como la de Chávez, Castro, Ahmadineyad, etc. La rapidez con la que el dinero, ese dios tan poderoso, ha sabido aprovechar las ventajas que le proporciona la globalización urge a que se encuentre el antídoto, que no es otro que el gobierno mundial, que instalaría las mismas reglas en todas partes. Pero los egoístas harán todo lo posible por dificultar y retardar el proceso.

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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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