La imposible renovación del CGPJ
Que un rufián, basto, barrigudo y chulesco, se pudiera burlar del presidente del gobierno, y que éste la asumiera, fue una humillación que los españoles no debieron pasar por alto. Basta con este episodio para entender que tenemos el peor gobierno de todos los tiempos. Está apoyado por terroristas, delincuentes, caraduras y sinvergüenzas. Este simple hecho es suficiente para provocar por sí el envilecimiento de la población, lo cual ya se había producido antes en el País Vasco, debido a la aceptación, entusiasta o resignada, de la existencia de ETA, y en Cataluña por la acción constante y taimada de ...