Sesión Golfa

Juan Carrasco de las Heras

As bestas: aquí no hay quien viva

El ser humano es social por naturaleza, y en la pertenencia a un grupo encuentra seguridad, fuerza y satisfacción, sentimiento de poder y realización. Es práctica habitual y Universal el hecho de aglutinar una mayoría y escudarse en ella para lograr un objetivo común. En muchos casos, con sus matices, eso se llama democracia. Sin embargo, también forma parte de la Humanidad su lado más oscuro, esas mayorías aparentemente justas pueden servir para imponer la injusticia, para conseguir algo que beneficia a la susodicha mayoría, que se ve fuerte en sus reivindicaciones, y que acaba aplastando a cualquier voz disonante. Esta táctica es igualmente tan antigua como las personas, y puede convertirse en un perverso instrumento al servicio de intereses concretos, egoístas y muy alejados de la justicia. Los mayores tiranos se acomodan en su legión de seguidores para tratar con mano de hierro a cualquier opinión discrepante, que debe acabar huyendo, abandonando sus principios o cayendo en el intento de resistir. Todo, pues, llegamos a la conclusión de que por razonable que parezca en su esencia, puede ser manipulado y susceptible de ser utilizado para alcanzar una injusticia en nombre de la “democrática” mayoría. O cómo enmascarar una dictadura que, si no consigue lo que quiere con una votación o una sensata conversación, pasará al plan B y lo hará por la fuerza, enseñando así la patita del lobo de colmillo afilado…

De un punto parecido basado en unos vecinos que quieren vender sus tierras a una compañía eólica, y de paso obligar a los que no quieren a que también lo hagan, parte la interesantísima y de bellísima factura cinta de Rodrigo Sorogoyen, uno de los grandes de la actualidad del cine español. Ambientada en la Galicia rural, con partes en gallego que ayudan a que el espectador, aunque no entienda cada palabra se sienta en mitad del monte rodeado de lugareños, muy al estilo de la versión en japonés subtitulado de Clint Eastwood en Cartas desde Iwo-Jima (si alguien no la ha visto, ya está tardando…), la cinta navega las miserias humanas en lo amplio de la expresión. Malos vecinos. Intereses económicos. Mal asunto y complicaciones siempre.

Los protagonistas de esta historia potente y sencilla como la vida misma son una pareja francesa (excusa idónea para las partes mayoritarias en castellano que acercan al respetable a la trama) que se instala donde no debe, buscando un sueño y un proyecto de vida, y se interpone en los intereses igualmente legítimos de los autóctonos, que pretenden prosperar vendiendo sus propiedades al pez grande. Con poderosas interpretaciones por parte de un reparto concienzudamente escogido, la cinta propone una experiencia cinematográfica que va más allá de la entrada estándar que uno paga por ver tiros o superhéroes, con todo el respeto a ambos, contra los que un servidor fan declarado de los segundos como producto de máximo entretenimiento, nada tiene en absoluto.

Incómoda, tensa (tensísima calma chicha casi de principio a fin, en la que uno está esperando que se monte la de San Quintín desde que son presentados los protagonistas), oscura, sin violencia innecesaria y, sobre todo, apasionante, Sorogoyen muestra haber alcanzado cotas de madurez personal y profesional que recomiendo encarecidamente sepan aprovechar. De lo mejor del año, y eso que está acabando y ya casi hemos visto todas las propuestas del mismo.

Dirección: Rodrigo Sorogoyen. Año: 2022. País: España. Duración: 137 min. Género: Thriller. Drama. Intérpretes: Marina Foïs, Denis Ménochet, Luis Zahera, Diego Anido, Marie Colomb, Luisa Merelas, José Manuel Fernández y Blanco, Xavier Estévez, Gonzalo García, Federico Pérez, Javier Varela, Pepo Suevos, Machi Salgado, Emile Duthu. Guion: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen. Música: Olivier Arson. Fotografía: Álex de Pablo. Productora: Coproducción España-Francia; Arcadia Motion Pictures, Caballo Films, Cronos Entertainment AIE, Le Pacte, RTVE, Movistar Plus+, Canal+, Ciné+.

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Juan Carrasco

Éste homínido ceutí es crítico de cine desde hace años en el diario El Faro de Ceuta, así como responsable del espacio cinematográfico y de opinión "Fila 7" en la web www.ceuta.com y colaborador en la emisora de radio Onda 0 con su sección semanal "El Cine en la Onda".

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