EMPEORA LA SANIDAD EN TODOS LOS FRENTES Y TARRAGONA HIERVE

Artur Mas en persona, en la destrucción de la sanidad pública catalana

Hay el silencio preludio de la muerte definitiva del sistema sanitario público de Cataluña

Como guinda de un primer pastel, hace unas pocas semanas Mas comió con el actual presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, el militante de CDC Jaume Padrós

El propio Mas está en la primera línea de la destrucción final del modelo sanitario, bien acompañado de Mas-Colell.

Como detalla Alfons Quintá en ‘Crónica Global’, el diario online que cuenta regularmente lo que ningún otro medio catalán se atreve a desvelar en la región, al frente abierto en Lérida se ha añadido otro muy complejo y clánico en la parte norte de las comarcas de Tarragona.

La Generalidad ha lanzado una campaña demagógica contra una reciente legislación estatal de racionalización de la administración local, que haría más difícil la corrupción en sanidad. Hay que ser muy osado y muy desvergonzado.

A la vez, han saltado a la actualidad los grandes beneficios que la destrucción sanitaria conlleva para fondos internacionales de inversión en salud. Otro aspecto es que por voluntad de Mas, el Colegio de Médicos de Barcelona y la Assemblea Nacional Catalana (ANC) también se disponen a jugar un papel muy siniestro.

Se entiende que los hospitales catalanes ya no sean los más elegidos para efectuar el MIR (Médico Interno Residente). Primero tienen que pasar un concurso estatal, donde reciben una nota.

Antes los mejores solían preferir efectuar el periodo de MIR en los grandes hospitales públicos catalanes, como el Valle de Hebrón. Ahora los MIR que vienen aquí no suelen ser los mejores calificados. Estos prefieren ir a hospitales no catalanes. ¿Hay que darle las gracias al gran destructor Mas?

La corrupción sanitaria y la racionalización municipal

Hace meses el consejero Boi Ruiz optó por estar en silencio. Cuando hablaba era para provocar. Creaba una justa reacción en contra. Ahora calla. Parece que todo esté desvanecido.

La realidad es toda la contraria. Incluso se puede argumentar que el afán destructor de la sanidad por parte de la Generalidad es más despiadado, maligno y cínico que nunca.

Como es habitual, el Parlamento autonómico está marginado a niveles repugnantes, vergonzosos, increíbles. Se usa cínicamente una argumentación identitaria para impedir la aplicación de la Ley estatal de 27 de diciembre de 2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL).

Miras los casos de corrupción en sanidad que ha habido en Cataluña y todo queda bien claro. En efecto, esta ley estatal es un buen instrumento contra un tipo de corrupción sanitaria bien catalana, aquel en el que pueden jugar un gran papel caciques políticos locales, así como ayuntamientos.

Todo es bastante complejo y está entrelazado. Se debe comenzar por describir sumariamente los diversos elementos actuales (y peores) del omnipresente paradigma de destrucción sanitaria, deliberadamente querida y fríamente ejecutada por la Generalidad de Artur Mas. Todo es muy complejo, está bien rodado y es llevado a cabo sin escrúpulos.

Así, el pasado 9 de mayo publiqué una información que constituía un grave toque de alerta. El tema no ha sido para nada retomado por los medios gubernamentales y los digamos concertados, en base a subvenciones millonarias. Por lo tanto, el tema es crucial y premonitorio. Se quiere aplicar a partir del día 30 de este mes y todavía no se ha aclarado cómo.

Todos los gerentes hospitalarios conocen el tema. Pero callan. Saben que se juegan su trabajo. Es representativo de la falta de vergüenza de ERC, que aprobó el presupuesto del 2014 poniendo como condición que no habría más recortes. En ERC deberían tomar algo para recuperar la memoria.

Mas y Mas-Colell, más duros que nunca

No debo rectificar nada aquella información de mayo. Pero si que tengo que añadir un dato que entonces no sabía. Resulta que aquel recorte fue el tema de una largo comida a la que asistieron Mas, Mas-Colell, Ruiz, altos cargos de la Consejería y los jefes de las dos patronales de la sanidad concertada. Ruiz tuvo un papel secundario. Llevó la voz cantante el propio Mas, seguido de Mas-Colell. Todo fue de gran dureza.

Según mi informante, la etapa de complacer solo a la sanidad concertada, siempre teniendo en la cabeza la financiación de CDC, debe ser matizada. Hay nuevos elementos, con ataques multiformes de destrucción de la sanidad pública, contra la que existe la voluntad de usar vías diversas.

Todo va de modelo político y también de financiación política, pero ahora introduciendo acciones al por mayor, que se quieren materializar a nivel de grandes inversores internacionales. En términos militares, se diría que estamos ante una serie de acciones coordinadas, muy decididas y graves.

Volver al siglo XIX

La variante digamos de la destrucción sanitaria partiendo de una base local o comarcal ahora es especialmente fuerte en las comarcas tarraconenses, históricamente muy víctimas del caciquismo.

Hay que prestar mucha atención al Hospital Santa Tecla, de Tarragona, propiedad del Arzobispado de esta ciudad y adscrito a la XHUP (Red Hospitalaria de Utilidad Pública), es decir pagada por la Generalidad.

Hay que seguir el tema de las presuntas anomalías por obras en el CAP de Villa-Seca, ciudad de donde es alcalde Josep Poblet (CiU). Por este tema están imputados los concejales CiU del Ayuntamiento de Vila-Seca. El alcalde Poblet también es presidente de la Diputación de Tarragona y marido de Esther Ventura, imputada como directora económico-financiera en el grupo Innova.

El propio Poblet acaba de ser imputado por los presuntos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, omisión del deber de perseguir delitos, blanqueo de capitales y falsedad documental.

Ida hacia el siglo XIX

Todo ello hay que situarlo en el marco de la ida, impuesta por la actual Generalidad, hacia una sociedad propia del siglo XIX, donde los humildes sencillamente se morían. Pero paralelamente también se está instalando una sanidad para ricos, con ganancias fabulosas y crecientes, con características, en Cataluña, casi monopolísticas y, por supuesto, conocedora de las necesidades materiales de los partidos, faltaría más.

Hay tema para muchos meses. Recuérdese que revelé, totalmente en solitario, el caso Innova, el 25 de octubre de 2011 y la autoridad judicial todavía está tirando de los hilos procesales que salieron a la luz.

Todo ello (el caso Innova en Reus) y los casos que con una muy alta probabilidad irán saliendo en las comarcas tarraconenses al norte del Francolí, entre Vila-Seca y El Vendrell.

Pueden llegar a constituir un inmenso paquete de gran interés judicial. Todo apunta hacia la creación de otro monstruo, como lo era Innova, pero estructurado y barnizado de manera diferente.

Este aspecto ha sido puesto muy de relieve por dos documentados artículos publicados por el diario digital eldiario.es: «Quirón e IDCSalud: una superpotencia sanitaria con un pie en el sector privado y el otro en el público», y «El dinero que la sanidad pública paga a la privada ha crecido un 52% en 10 años». Están unidos entre sí.

Cataluña, pagando más que nadie en la privada

El segundo artículo hace más referencia a Cataluña. Muestra que Cataluña es la Comunidad que gasta más dinero público en sanidad privada, 2.450 millones al año, que representa un 24,1 por ciento del total del gasto sanitario que en toda España se paga a toda la privada.

Madrid, con 713 millones está un poco por encima el ocho por ciento, mientras Aragón está en el 4 por ciento, Extremadura en el 4,3 y Andalucía en el 4,7. Todo ello crea amigos agradecidos a los que se puede llamar en caso de necesidad.

Los amigos privados de la Generalidad están cada día más concentrados. Se mueven en un marco con poca competencia. Son operaciones que están muy bien financiadas. Por tanto no puede competir una sanidad pública infrafinanciada y ahogada por los recortes, las listas de espera y una gestión en manos de personajes despiadados.

Se añade la falta de competencia en el sector privado. Hemos llegado a estar en una situación de casi monopolio, con sólo unos pocos y grandes grupos sanitarios. Podrán llegar a jugar con los precios para lograr dominios espantosos del mercado.

Fusiones y aumento de la mortalidad

Las primeras fusiones de grupos sanitarios privados han sido seguidas por otras, siempre con la presencia (o el dominio) de grandes grupos financieros multinacionales. Esto lo acredita el aumento de su rentabilidad.

En este mundo no hay favores políticos sino un crudo realismo financiero. Saben que la pérdida de actividad de la pública, creada por la Generalidad, deliberadamente, favorece a la privada, así como, ay, a las funerarias. Aquí está el incremento del 5,3 de la mortalidad en el 2012, según datos oficiales.

El destrozo ha sido tan enorme que el daño causado ya no pasa por pequeñas clínicas comarcales, sino por entes controlados por fondos de pensiones internacionales o sociedades de capital riesgo. El hecho de abandonar la contratación administrativa para poder asumir la mercantil facilita algunas cosas, pero no la equidad ni la accesibilidad.

De entrada hubo una voluntad de destruir los grandes hospitales públicos (transferidos por el Estado y, en general, francamente muy buenos) para favorecer el magma concertado. Ahora los grandes grupos de capital internacional han resultado ser los más beneficiados. Como ya he dicho, la pública pura (ICS) es atacada desde diferentes frentes.

Del minifundismo al latifundismo

De soñar con un minifundismo sanitario, la Generalidad ha pasado a servir a los grandes grupos privados, es decir a un latifundismo. Su objetivo siempre fue liquidar el Estado del Bienestar (concebido y articulado por el liberal William Beveridge) e instaurado por el laborista Aneurin Bevan.

Sobre este punto, los groseros exabruptos ultrarreaccionario de Boi Ruiz son esclarecedores. Boi Ruiz disfruta destruyendo la sanidad pública. En privado, no se esconde sino que está orgulloso de ello. En público, Ruiz llegó a decir (27 de octubre de 2011) que «la salud no es un derecho sino un bien privado» (sic).

Curiosamente, hay que recordar cómo se quería favorecer a los amiguetes privatizadores de la sanidad pública.

Un caso insolente y paradigmático es el del director general del Hospital Clínico, Josep Maria Piqué. Pero todo indica que se han quedado en la cuneta. Ahora habrá un cambio del director médico del Clínico, el doctor Josep Brugada y una probable sustitución por el doctor Josep Maria Campistol.

Muchos médicos desearían que también se investigaran a fondo presuntas irregularidades centradas en la persona del doctor Francisco Maculé, recientemente descubiertos a partir de un anónimo.

¿Qué posición tomará ante este grave tema Piqué? ¿No hay otros casos similares? ¿Hay que ceder, de hecho, a Piqué un centro hospitalario histórico y público por antonomasia? ¿ERC está aún de acuerdo?

Los grandes grupos privados han sido más hábiles que los Piqué servidores de CDC. Han visto que la situación anterior -la que ha liquidado Mas- será difícil de recuperar, a pesar de que éste debería ser el objetivo a corto plazo. Esto debería unirnos, al margen de preocupaciones ideológicas extremas que no tienen sentido.

Cambios radicales para destrozar

Como escribió mi gran referente en economía de la salud, el profesor Victor R. Fuchs, hay que evitar al máximo un cambio repentino de modelo, tanto de privado a público, como, por supuesto, en el otro sentido.

Un buen ejemplo es la reforma ponderada, de privado a más público, que efectúa el presidente Obama. En cambio, hacerlo de manera brutal, deliberadamente, con odio, como se ha efectuado aquí, es en sí mismo desastroso, al margen de cualquier otra consideración.

Aquí se ha llevado a cabo una destrucción, sin ninguna voluntad de reformar, sino de potenciar los males existentes. Como los que ha puesto de relieve, bien fácticamente, el caso Innova. Entonces, todo deja de ser un error para pasar a ser una monstruosidad. En eso estamos.

Ahora bien, el proceso descrito no implica que la caverna sanitaria de la Generalidad abandone el poder que les da el modelo anterior, basado en ir contra la pública pura (es decir, contra el Instituto Catalán de la Salud, ICS) favoreciendo la concertada.

También quieren destruir el ICS usando, a nivel local y comarcal, entidades sanitarias concertadas y en manos de digamos amigos. Esto es constata de manera fuerte en Lérida y Tarragona, pero también llegará a Gerona. El caso de Barcelona es más complejo y específico.

La ley de racionalización y anticorrupción

La última maniobra táctica de Mas es un decreto de la Generalidad que pretende impedir la aplicación de los cambios efectuados por el Gobierno para ir en contra la figura de los consorcios mixtos, es decir privados y públicos. Este magnífico cambio lo introduce en la LRSAL, citada al inicio de este artículo.

La medida del Estado es magnífica para ir contra el entramado sanitario existente en Cataluña. Seguro que no gusta nada a los muchos personajes de CDC, o muy cercanos, que han sido denunciados por prácticas presuntamente corruptas. Es un mal muy presente en Cataluña, pero también usado en Valencia y Andalucía. Todo está bastante claro.

Entramado de consorcios privados y públicos

Muchos creemos que un horrible entramado de consorcios y más consorcios, unos privados y otros públicos, muy fuerte precisamente en Cataluña, favorece la corrupción, el clientelismo y todos los males.

La Generalidad ha reaccionado cínica y groseramente contra la LRSAL, invocando el patriotismo independentista de guardia, como siempre. Hay que tener narices. O sea que las leyes serían buenas y malas según quién las haga. Es determinismo independentista para seres primitivos, o para bobos.

En todo caso, en el marco del procedimiento penal por el caso Innova, el fiscal aportó un dictamen, con fecha del pasado trece de mayo, efectuado por los servicios de intervención del Ministerio de Hacienda en Tarragona, a petición del Ministerio Fiscal y en relación a uno de los procedimientos penales tramitados en Reus por el escándalo Innova.

Lo he leído íntegramente y bien lícitamente. Por supuesto, reafirma la juridicidad de la LRSAL, Las chorradas envueltas con bandera independentista que afirmó, en contra, el consejero Homs, quedan reducidas a eso, a tonterías. En cambio, seguro que todo el entramado de negocios y de presunta corrupción sanitaria debe estar de acuerdo con el bocazas e ignorante Francesc Homs.

¿Consorcios contra el ICS en Tarragona?

Hasta ahora, una práctica municipal o comarcal forzada permitía que los ayuntamientos tuvieran consorcios con funciones sociales, pero limitaba los sanitarios a la Generalidad. Fueron los jefes de clanes locales de CDC los que los potenciaron en su ámbito. Era obvio que la transparencia disminuía e incrementaban las posibilidades de negocios privados, por decirlo angelicalmente.

La última aventura, aunque imprecisa, era crear un consorcio respecto al Hospital Clínico. El privatista Piqué fue el principal impulsor. Ahora hay un preocupante compás de espera.

Donde a día de hoy la cuestión está más viva es en Tarragona. Dado que ha fracasado el modelo Innova, que terminará con un juicio penal quizá espectacular, el poder clánico de CDC en Tarragona ciudad está intentando realizar una operación sustitutiva en las comarcas más al norte del Francolí, entre Vila-Seca y El Vendrell.

Cabe recordar que el caso Innova tenía sede en Reus y se proyectó hacia las comarcas del Ebro. El mismo poder sanitario dominante en Tarragona también controla el del Baix Penedès.

Consorcios ahora ilícitos

El procedimiento es muy simple, poner en un mismo consorcio sanitario -hoy gracias al Estado no lícito- a centros del ICS y a empresas denominadas públicas pero de dominio privado y concertadas. Pienso en la inefable GIPP (Gestión y Prestación de Servicios de Salud) creada en Tarragona como empresa pública en 1992, pero sometida al derecho privado (sic), con mayoría indirecta de la Generalidad y al mismo año adscrita al Servicio Catalán de Salud para gestionar los servicios sanitarios traspasados desde la Diputación de Tarragona a la Generalidad. El lío es de campeonato.

En Lérida pasó lo mismo, al crearse la GSS (Gestión de Servicios Sanitarios), con el Hospital Santa María como eje, mientras que, siempre con la misma finalidad en Gerona se creó la IAS (Instituto de Asistencia Sanitaria), centrado en el Hospital Santa Caterina.

Disonancias jurídicas

Ahora estas disonancias jurídicas quieren ser aprovechadas por la Generalidad para la destrucción -provincia tras provincia- como el tiro de gracia final del ICS. El método ideado desde la Consejería es crear en cada provincia -denominadas «demarcación» por la Generalidad- consorcios mixtos formados por el ente cien por cien públicos, es decir del ICS, y las tres confusionarias empresas públicas de derecho privado (sic ) ya mencionadas.

Con aquellos consorcios ahora ilegales, según los bienaventurados cambios legislativos españoles, servirían para arrinconar, liquidar, zamparse o lo que se quiera decir, a la sanidad pública pura, es decir el ICS.

Que todo parezca o sea aberrante no parece preocupar a una Generalidad modelo de antijuridicidad en tantas cosas. En las tierras tarraconenses ya se creó Innova. Por tanto, no va de un palmo. Mi sensación es que ahora hay una modesta opinión pública que está más alerta, que no se dejará hacer. Huelo el incremento de más batallas judiciales.

Homs, «patriotismo» contra juridicidad

Por supuesto, esta semana Homs manifestó enfáticamente que el único objetivo de la Generalidad era hacer prevalecer el ordenamiento de la Generalidad. Un nuevo ordenamiento jurídico para ir contra la LRSAL.

Por supuesto ignoró su utilidad para liquidar el ICS. Como tampoco dijo nada respecto a la voluntad constante de la Generalidad de ir contra los procedimientos del derecho administrativo, mucho más estrictos contra corrupción.

Situarse en el terreno del derecho privado es mejor para los que quieren manejar opacamente el dinero público. Esto puede ser un excelente objetivo para los corruptos y los corruptores. Penalmente, no es lo mismo malgastar el dinero propio que aprovecharse de los de todos.

Poderes clánicos en Tarragona

En Tarragona, el tema ya ha provocado una digamos «competencia» entre dos personajes del poder sanitario local o comarcal de CDC. Por un lado, compiten por los favores de Ruiz en la operación descrita Josep Ramon Fuentes, profesor de Derecho, presidente de GIPSS y marido de la concejala y candidata alcalde CDC de Tarragona, Victòria Forns, y, por otra parte, Joan Maria Adserà, hombre clave del GIPSS, del Hospital Santa Tecla, delegado en Tarragona de los servicios de Salud de la Generalidad entre 1996 y 2000 y también ahora gran referente sanitario de CDC en Tarragona. Ahora ese cargo de delegado de Salud lo ocupa Josep Mercader, que, ay, es médico excedente del Santa Tecla.

Además, Joan Maria Adserà es hermano de Xavier Adserà, presidente del proyecto de gran casino BCN World. Por otro lado, Joan Maria Adserà también es vicepresidente de la patronal Unión Catalana de Hospitales (UHC), que fue presidida por Boi Ruiz hasta que fue designado consejero. Actualmente, la presidencia de UCH la ocupa Manuel Juvell, que es presidente de la fundación Althaia y ex directivo del hospital tarraconense Santa Tecla.

La competición promete. De hecho lo hace todo el tema. Habrá tratarlo de forma específica. Por supuesto, este es el primer artículo de lo que todo indica que será un nuevo capítulo del inmenso y maligno tema consistente en exponer la destrucción de la sanidad pública por parte de la Generalidad.

Mas, el Colegio de Médicos y Carme Forcadell

Finalmente, como guinda de un primer pastel, hace unas pocas semanas Mas comió con el actual presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, el militante de CDC Jaume Padrós. Mas le pidió ayuda a Padrós para hacer tragar la política sanitaria. Resulta que ayer, en aquel colegio se presentó, ni más ni menos, la «sectorial de salud de la Assemblea Nacional Catalana».

El título del acto era «Salud por la independencia»; ¿y si no hay independencia, qué? ¿Todos muertos? Y la cosa de la pela para unos cuantos, ¿cómo irá entonces?

Participó, también nada menos, Helena Ris, vieja colaboradora directa de Boi Ruiz y ahora presidenta de la Unión Catalana de Hospitales, el cargo que ocupó Ruiz hasta que fue designado consejero. Ris trató el tema «Limitaciones (sanitarias) actuales y perspectivas en la Cataluña independiente».

Creo adivinarlo si pienso que dijeron que en una Cataluña Estado-nación todos los hospitales serían aún mejores que la estadounidense Clínica Mayo. También intervinieron la inefable Carmen Forcadell y el también inefable Jaume Padrós, muy amigo de la esposa de Jordi Pujol y, al menos hasta hace poco, titular de un buen puñado de buenos sueldos. Escribí un largo y creo que esclarecedor artículo.

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