Una maravilla. Telecinco ha vuelto a brillar gracias ‘Sálvame Fashion Week’, lo mejor que ha hecho Mediaset en 2022
Hay que decirlo: Telecinco en general y ‘Sálvame en particular, se han puesto las pilas. Tras meses de capa caída, con una crisis de audiencia histórica, se han hecho los deberes y nos están devolviendo la esencia de la cadena: Irrelevancia, humor, escapismo, entretenimiento y descaro.
‘Sálvame’, como programa matriz de la parrilla de Telecinco (por él pivota el resto) había perdido la frescura de antaño, centrándose en polémicas excesivamente serias.
Pero el programa de ‘La fábrica de la tele’ lleva un par de semanas volviendo a sus orígenes, a su desparpajo y gamberrismo que lo convirtieron en una leyenda televisión.
Pero la cumbre de este renacer se vivió el 25 de mayo de 2022, día en el que se estrenó la nueva edición de la ‘Sálvame Fashion Week’, evento en el que los colaboradores y presentadores desfilan con los diseños de varios diseñadores.
La ‘SFW’ no sólo no decepcionó sino que, desde ya, es lo mejor que ha hecho Telecinco en lo que va de año. Un show adictivo, delirante, loco, maravillosamente cutre donde las prisas y los hándicaps se convirtieron en oro. Una fantasía trash que era imposible dejar de ver. Esto es lo que el público de Telecinco quiere. Esto es lo que necesitábamos. Estarán los que sigan con su cantina de la ‘telebasura’ pero lo que se vio ese 25 de mayo de 2022 era pura esperanza. Si eso es ‘tele de mierda’, la compro sin pensar. Basta ya de clasismos. Lo que hubiese disfrutado Andy Warhol con esto.
Hacer en directo es muy difícil. Por eso, hacer un programa así, con tan poco tiempo, con los personajes de siempre y aprovechar cada cosa que pasa para hacer una trama brutal es un arte.
Y si tienes a Jorge Javier Vázquez en su mejor momento, pues apaga y vámonos. El catalán, por muy radical y antipático que sea, es un comunicador único. Y decir eso significa que ha vuelto a demostrar que él cambió el lenguaje televisivo, el que obligó a sus colegas a cambiar la forma de presentar un programa. Tras meses (o años) de decadencia moral, narcisismo y agresividad, Vázquez ha recuperado su esencia, su valentía y rapidez mental. Qué maravilla.
La noche comenzó con la caída de Chelo García Cortés, quien, como le pasó semanas antes a Belén Esteban, tuvo que ser trasladada al hospital, donde le confirmaron que se había roto un hueso de la muñeca.
¿Cómo solucionaron en el programa la ausencia de la colaboradora? Sustituyéndola por el Maestro Joao. Qué maravilla.
Luego nos emocionaron el el homenaje que Agatha Ruiz de la Prada le hizo a la desaparecida Mila Ximénez para, acto seguido, fascinarnos con broncas y malos rollos como los que protagonizaron Laura Fa o Lydia Lozano (la primera porque fue muy criticada por cómo desfiló y la segunda porque trataba fatal al equipo).
Y para colmo, María Patiño mostró una teta desfilando con un vestido-homenaje a uno que lució Jennifer López en su momento.
Un consejo: Que no exploten este formato pero que tomen notan en Mediaset. No queremos ver una ‘SFW’ a la semana. Lo que su público quiere son dramas disfrazados de comedias absurdas. Ah, y que le paguen a Jorge Javier lo que pida.
Un apunte personal: después de un día bastante malo, este programa me animó, me despejó y me hizo sentir mejor. La tele no sólo tiene que engolar la voz y hacerte reflexionar sobre la vida. A veces, la frivolidad es tan importante como la filosofía.