En su película número 100, Liam Neeson interpreta al famoso detective Philip Marlowe.

Liam Neeson: «Mi madre y la de Raymond Chandler, creador de Marlowe, eran de Waterford, en el este de Irlanda»

Esta es la undécima vez que el personaje creado por Raymond Chandler, el investigador más icónico del cine negro, es llevado al cine, aunque su director, Neil Jordan, se basa en el libro de 2014 La rubia de los ojos negros, de John Balville

Gloria Scola entre Liam Neeson y Diane Kruger
Gloria Scola entre Liam Neeson y Diane Kruger. PD

Es la tercera vez que quien esto escribe entrevista a Liam Neeson (Ballymena, Antrim, Irlanda del Norte, 7 de junio de 1952).

Y es la tercera vez que el actor vuelve a maravillar con su educación, sensibilidad y sonrisa.

Nominado al Oscar por La Lista de Schindler, Neeson es un camaleón que ha intervenido en hasta 100 películas (La misión, Love Actually, Venganza, Star Wars: La amenaza fantasma…).

Junto a la actriz alemana Diane Kruger (también entrevistada en el pasado y conocida por Malditos Bastardos, Troya, Feliz Navidad), que coprotagoniza Marlowe, Neeson recibe a PERIODISTA DIGITAL en una habitación del Hotel María Cristina de San Sebastián.

La cinta, ambientada en Los Ángeles de finales de los años 30, relata cómo Philip Marlowe es contratado por una enigmática mujer (Diane Kruger), para que encuentre a su ex amante.

Se da la circunstancia de que esta femme fatale es hija de una estrella de cine (Jessica Lange).

Felicidades y bienvenidos a San Sebastián. Es la segunda vez que trabajan juntos tras Sin Identidad. ¿Cómo ha sido el reencuentro y el hecho de trabajar en una película con tanto glamour?

Liam Neeson: Muy divertido, porque siempre es estupendo reencontrarse con alguien al cabo de los años, y han pasado doce. Y en un género diferente. Lo cierto es que nos llevamos muy bien.

Diane Kruger: Me ha encantado volver a trabajar con Liam.

¿Y la experiencia de volverse a poner a las órdenes de Neil Jordan, que también es irlandés, y director de la magnífica Juego de Lágrimas, Mona Lisa o Entrevista con el vampiro?

Liam Neeson: Conozco a Neil hace más de 40 años. No en profundidad, pero hemos hecho cuatro películas juntos (El hotel de los fantasmas, Michael Collins, Desayuno en Plutón y Marlowe), y un documental, la primera, que fue el making of de Excalibur en 1980 (dirigida por John Boorman). Me gusta Neil. Es muy peculiar, hace películas muy interesantes y artísticas. Algunas tienen más éxito que otras, pero eso es lo que hace un artista. ES alguien que se hace querer, y, además, es muy  impredecible. Sabe cómo contar una historia en una película. Siempre confío en él. Me fío de él con la cámara, y, de hecho, ya hemos hablado de hacer otra película juntos (The Riker´s Ghost).

Diane Kruger: ¿Ya lo habéis hablado?

Liam Neeson: Sí. Vamos a escapar de una prisión, y, luego, a escapar de vuelta a la prisión.

Diane Kruger: ¿Una película de acción?

Liam Neeson: No. No hay peleas. Mi personaje es bueno.

Diane Kruger: Creo que funcionará muy bien, porque sois muy diferentes. A ti, Liam, te gusta la calma, y Neil es un no parar. Y a veces necesita a alguien que le calme un poco.

Liam Neeson: Neil también es  pianista de jazz, y eso te indica algo. A veces su cerebro funciona a un ritmo distinto. Me cae fenomenal, con lo peculiar que es.

¿Por qué quiso interpretar el personaje de Philip Marlowe? Es un detective californiano, soltero, solitario y filosófico que no utiliza la violencia para ajustar cuentas, y se resiste a las femme fatales. Raymond Chandler dijo: “Creo que Marlowe podría seducir a una duquesa, pero estoy bastante seguro de que no mancharía a una virgen». Y también dijo: “Si alguna vez hubiese tenido la oportunidad de elegir a un actor de cine que representara mejor la imagen que yo tengo de él, creo que tendría que haber sido Cary Grant”.

LIam Nesson: En el cine, y en la televisión, el drama depende de la palabra hablada. Y la palabra hablada depende de los escritores. Yo siento un enorme respeto por los escritores, y, en especial, por los guionistas. Soy adicto a la lectura. Me enviaron el libro del novelista irlandés La rubia de los ojos negros, aunque lo escribe bajo el seudónimo de Benjamin Black, y lo disfruté.  Me dije: “Aquí hay una buena película. Marlowe. Vaya”. Un célebre personaje ficticio que ha sido interpretado por actores famosos a los largo de los años… Pero me gustaba la historia, y Neil (Jordan) la puso en marcha. El reparto, estupendo. Diane Kruger, Jessica Lange, Danny Huston… Todo muy “cool”. Consiguió un reparto magnífico. Y además, ¡Barcelona! Nunca había estado en Barcelona, y lo convirtieron en Los Ángeles de finales de los años 30. Todo fue muy placentero.

Así que se lo pasó pipa.

Liam Neeson: Sí. El diseño de producción era espectacular. Y había un señor, no recuerdo su nombre, cuyo abuelo comenzó un negocio coleccionando coches antiguos. El abuelo se lo pasó al padre, y el padre, a este señor. Tenían más de 400 coches vintage, y este señor trataba a los coches como si fueran sus hijos. Era una maravilla.

Diane Kruger: ¿Condujiste uno?

Liam Neeson: Sí, porque sé conducir con marchas, con cambio manual. Y, además, yo viví en Laurel Canyon, en Los Ángeles, y Barcelona me recordaba a eso. ¡Vaya! (Ríe). Todo muy raro.

¿Les gustaba este tipo de cine de detectives, cine negro, cuando eran jovencitos?

Diane Kruger: Yo crecí viendo cine americano, así que esas películas, incluso las que Marlene Dietrich hizo en América, me recuerdan a mis sueños de niña. Me las descubrió mi abuela. Y  tener la oportunidad de estar en un film ambientado en esa época es vivir un sueño. Porque cuando sueñas con hacer películas, una película así es realmente estar dentro de las películas. Miras a tu alrededor y piensas: “Qué maravilla. Lo he conseguido”.

Liam Neeson: Sí. De pequeño yo iba al cine los sábados por la mañana a las matinées, y si era un western, fenomenal. A veces eran películas de vaquero de serie B, pero me daba igual. Ver a estos tipos montando a caballo, con armas, indios… Me encantaba todo ese mundo. Era puro escapismo. Antes de la película te ponían un corto. Ya fuera de El Gordo y el Flaco, o de Los tres chiflados (The Three Stooges)… Así que las mañanas de sábado eran súper especiales porque me escapaba de la realidad. Y había ese sentimiento de “americana”, ya que jamás eran películas británicas, y desde luego, no irlandesas (sonríe). Esa es mi historia de amor con el cine. Así empezó. Había un actor de los westerns de serie B llamado Audie Murphy que fue el soldado americano más condecorado en la Segunda Guerra Mundial. Recuerdo leer su biografía hace años en una revista de cine, y él solo mató como a 250 alemanes.

Diane Kruger: ¿Eso estaba en su biografía?

Liam Neeson: Sí. En una revista de cine. Y eso me confundió (ríe), pero era un tipo guapo, no el mejor actor del mundo, pero funcionaba muy bien. Luego descubrí que tuvo una vida muy complicada, con problemas de alcohol… A mí me encantaba de niño.

El personaje de Philip Marlowe ha sido encarnado, entre otros, por Humphrey Bogart (El sueño eterno, Howard Hawks, 1946,);  Robert Mitchum (Adiós, muñeca, Dick Richards, 1975;   y El sueño eterno, Michael Winner, 1978) y Elliot Gould (Un largo adiós, Robert Altman, 1973). Usted es el actor con mayor edad que lo interpreta.

Liam Neeson: Sí. Yo conocía al personaje principalmente por las películas. Bogart, por supuesto, y Bob Mitchum. También muy buena la película de Robert Altman, Un largo adiós (1973), con Elliot Gould. Pero, sorprendentemente, eso no me intimidaba. Al revés. Para mí era tener la oportunidad de hacer de Marlowe con Neil (Jordan). Si hubiese sido un director de Nueva Zelanda, o alemán, me habría dicho: “¿Y por qué piensa en mí?”. Pero de Neil simplemente me fiaba. Y no dejé que las legendarias películas anteriores se interpusieran en mi camino. Curiosamente, mi madre y la madre de Raymond Chandler son de Waterford, en el este de Irlanda, y esto también me resultó interesante.

Diane, ¿qué aporta el punto de vista del personaje femenino?

Diane Kruger: Me gusta esta historia moderna y que sea una femme fatale. Y me encanta el hecho de que dirija un estudio de cine, y que haya asesinatos, misterio. Sabía que Neil lo haría de una forma peculiar, y habiendo trabajado anteriormente con Liam, me lo imaginaba perfectamente como Marlowe, y sabía que entre nosotros habría química. He visto tantas películas que no me he basado en ningún personaje en concreto.

Liam Neeson: Creo que Diane es de una calidad increíble. Lo noto mientras actúo con ella, y luego lo veo en el resultado final. Hay mucha riqueza en lo que hace.

Hablando de interpretación, tras haber hecho tantas películas, ¿qué les aporta a estas alturas? Autoexpresión, una forma de vivir muchas vidas en una, viajar en el espacio y en el tiempo…

Liam Neeson: En mi caso creo que es una forma de expresarme a mí mismo, ya que soy calmado, tímido, no soy relaciones públicas… Pero me encanta ese ese breve espacio de tiempo que hay entre “acción” y “corten”. Me estimula muchísimo, y siempre aprendo algo. Incluso de las peores películas que he hecho. Y también me encanta el hecho de que hay un grupo de gente, de todos los ámbitos, que está ahí para contar una historia y resulte atractiva. Es fascinante. Se crea una especie de familia durante dos meses, y luego, todos nos separamos, hasta que nos volvemos a reunir a los dos años… o no. Hay algo mágico en todo eso.

Diane Kruger: La verdad es que tienes la sensación de que no hay otro trabajo en el mundo que te permita compartir una emoción, ya sea positiva o negativa, de una forma tan verdadera. Colaboras en algo. Todos están ahí para ayudarte a contar una historia a través de la emoción, ya sean lágrimas o risas, y para emocionar a la gente. Hacer una película es un momento único. Y no siempre son buenas, pero siempre existe la satisfacción personal de dejar aflorar emociones y tener como testigos gente que te ayuda a sacarlas y con los que creas vínculos muy profundos. A mí siempre me han dicho que en la vida hay que poner una fachada, una apariencia y no mostrar si estás enfadada, o triste delante de los demás, y cuando ruedas, no solo no te piden que lo escondas, sino que te ayudan a mostrarlo. Todo eso es muy especial. Y cuanto mayor me hago, más me gusta. Porque cuando tienes niños, alcanzas un mayor nivel de belleza.

También debe ser interesante trabajar con gente de distintas edades, nacionalidades… Algo que el cine permite más que otras profesiones.

Liam Neeson: Sí. A veces he trabajado con niños y es muy interesante. Una vez hice una película con un niño de 11 años, que fue criado en Los Ángeles, y era electrizante. Me encontré a mí mismo aprendiendo muchísimo de él. Y le dije: “¿Cuál es tu secreto?” (Ríe). La actuación es artesanía, es un oficio. Algunos se lo toman de una forma increíblemente seria, como Daniel Day-Lewis, que es famoso por adentrarse en un túnel durante largo tiempo, o Bob (Robert) de Niro, con el que he tenido el placer de trabajar, que hace lo mismo. No al nivel de Dan, pero con mucha intensidad. Otros lo hacen fenomenal y sin esfuerzo, lo cual es fascinante. Pero todo tiene que ver con la expresión.

Diane Kruger: En cada personaje, también influye muchísimo el director, y los actores tenemos que aprender a lidiar con su visión y su personalidad. Por ejemplo, alguno me ha pedido específicamente que empezara a llorar justo cuando yo pronunciara tal palabra del diálogo. El cincuenta por cierto de lo que es una película es lo que tú haces con el director.

Por último, ¿hay algún papel específico que les gustaría interpretar?

Liam Neeson: En realidad, todo depende del mundo que crea el guionista. Algunos te acercan a ese mundo, y aceptas, y otros, te alejan, y dices: “no, eso no es para mí”.

Diane Kruger: A priori, no, pero a veces, ya sea un personaje real o ficticio, no sabes lo mucho que querías hacerlo hasta que lo haces.

Muchas gracias y mucha suerte.

Liam Neeson y Diane Kruger: Muchas gracias a ti.

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