El lunes asistí a un acto organizado por una incipiente Sociedad Civil Navarra. Estábamos cerca de trescientas personas, lo que ya supone un éxito para los organizadores. Se trataba de una presentación doble: por una parte, Joaquín Villanueva –el promotor de la nueva sociedad- aprovechó para explicar qué pretende ser Sociedad Civil Navarra, y por otro lado, José Ramón Bosch y parte de su equipo nos explicaron cómo había nacido y cómo se organizaba Sociedad Civil Catalana. Los catalanes estuvieron francamente bien. Son un equipo muy bueno y la conferencia de Bosch fue magnífica.
Y doy un pequeño salto en el tiempo. Hoy hemos conocido el último sondeo del CIS para Navarra. Un auténtico desastre. Podemos segunda fuerza, UPN no pasa de 13 escaños, y no se consigue gobernar ni con la suma de votos UPN-PP-Ciudadanos. Teniendo en cuenta que PSN va a apoyar a todos los demás, verde y con asas. La que nos espera.
No he unido los dos eventos por casualidad en un post. Porque uno se puede preguntar para qué necesita Navarra una asociación Sociedad Civil Navarra. Y uno se puede preguntar cómo es posible una encuesta como la del CIS en Navarra. Podemos consolarnos diciendo que los del CIS no suelen acertar, pero la realidad es que la tendencia es bastante clara. La del propio Diario de Navarra era algo mejor para UPN, pero la tendencia queda clara. Y la preguntas obligadas son: ¿cómo hemos llegado a esto?, y… ¿tiene solución?
Hemos llegado a esto gracias a la nefasta actuación de todas –y digo todas porque nadie está libre de culpa- las fuerzas vivas de la sociedad navarra. Los partidos políticos, los empresarios, los accionistas del Diario de Navarra y el propio Diario, la Iglesia, la Universidad pública, la desaparecida CAN y su fundación, la Universidad de Navarra (también un poco) etc… Todos han estado estupendos cavando su propia tumba. Porque el guirigay “nacionalista-extrema izquierda antisistema” que se va montar aquí se va a llevar todo por delante. Incluida la economía navarra. ¿Nos lo tenemos merecido? Pues sí. Pagarán justos por pecadores, como siempre, pero la sociedad en su conjunto se lo ha buscado. Y luego, como las ovejas, nos suicidaremos todos juntas por el mismo barranco. Ya es tarde para resolver algo y en cuatro años se puede hacer mucho daño. Pensar que la situación se podrá revertir si los pronósticos de las encuestas se cumplen me parece mucho optimismo. La única esperanza que nos queda es que no se cumplan. O sea, un milagro. Y que no me vengan con optimismos baratos.
UPN se ha dedicado a conservar el sillón de unos pocos, a echar a la gente que vale para algo, a cultivar el clientelismo de unas empresas en detrimento de otras y del bien común, a batallas internas sin sentido y a repartirse el pastel con los aún más impresentables del PSN, a los que su electorado les premia legislatura tras legislatura rompiendo su suelo. Y parece que no entienden el mensaje: dale que te dale al coqueteo con el nacionalismo y a ocuparse solo de los cuatro sillones que puedan conseguir. Ambos partidos han propiciado una administración gigantesca, que ha pasado de ser la más eficaz de España a ser la menos eficaz, la que más asfixia a los ciudadanos. El funcionariado en Navarra ejerce una tiranía que –apoyada con entusiasmo por los políticos- impide cualquier proyecto al margen de lo que todos ellos juntos consideran que es lo estupendo. Así que se multiplican organismos oficiales para el emprendimiento y la innovación, servicios públicos, empresas públicas, normativas administrativas, número de funcionarios… para ahogarnos mejor.
Por otra parte, el único periódico independiente, más o menos defensor del proyecto navarrista, se ha dedicado concienzudamente a ser el peor periódico de España. Cultiva la desinformación con esmero, el no reñir con los socialistas, el no contar la verdad sobre la CAN –ni sobre nada-, el jugar a ser PRISA FORAL, que puede poner y quitar gobiernos a su antojo y repartirse el pastel con los políticos. Y ni sigo con el resto de las fuerzas vivas… ¿para qué? No quiero seguir haciendo amigos.
Y todo esto aderezado con un puntín de corrupción, otro poco de miedo a los abertzales, la sal del localismo borono y la aportación de incultura de las nuevas generaciones… y listo. El pastel del desastre cocinado.
Y volvemos al principio ¿Puede algo como Sociedad Civil Navarra resolver algo? Pues no lo sé. Creo que a medio y largo plazo es un proyecto interesante. Pero si no hacen algo más concreto que promover “la concordia entre los navarros”, dudo que sirva para nada. No le quito buena voluntad a nadie, pero ya es hora de espabilar y de dar la batalla. En una legislatura pueden acabar con Navarra. Podemos le quita votos a ¡¡¡UPN!!! Lo dije en este blog hace tiempo. Se masca en el ambiente. Es fácil decir que la gente se ha vuelto loca, pero sería mejor hacer algo más de autocrítica e intentar entender qué está pasando. Y retomar la batalla ideológica que en su momento lideraron con éxito UPN y el PSN de Víctor Manuel Arbeloa.
Si Dios es bueno y no se cumplen los pronósticos en estas elecciones, habrá que ponerse las pilas. Porque estamos yendo poco a poco a peor y hay que buscar soluciones. En Navarra hay dos universidades, dos think tanks, una Fundación Moderna… y ahora con un poco de suerte, una Sociedad Civil Navarra. Con un poquito de buena voluntad, a lo mejor conseguimos que todos esos organismos, ya sean públicos o privados, sirvan para algo en Navarra.