Grata sorpresa de los Oscar 2919

Por José María Arévalo

( Cartel de «Green Book», Oscar a la mejor película)

Esta vez sí que he acertado en mi pronóstico. No lo puedo demostrar porque en esta ocasión no he publicado el artículo sobre las nominaciones como en otras ediciones, ya que solo justo la semana antes de los premios conseguí ver las dos pelis que más me han gustado de todas las nominadas: «Green Book» que ha conseguido el Oscar a la mejor película y “El blues de Beale Street” por la que Regina King ha obtenido el de mejor actriz de reparto; ahora las comentaremos. Y eso que he tenido que ver las dos subtituladas. No me había gustado tanto la favorita, con diez nominaciones, “Roma”, que hemos podido ver todos en español por haberla rodado Alfonso Cuarón en nuestro idioma, y que ha conseguido, como la ganadora, tres Oscar, a mejor director, fotografía y película extranjera.

Me alegro mucho de este éxito de una película en español, primera vez que ocurre en los Oscar, y que lo haya obtenido Cuarón, reconocido por segunda vez como mejor director, tras ganar el premio por «Gravity», que me gustó mucho más en su día. También ésta era un poco lenta, pero no tan, diríamos, de “cine-club”, que normalmente significa buena cinematográficamente, pero pesada. “Roma” es un documental, con muy buena fotografía en blanco y negro, de la vida ordinaria de una familia cualquiera a la que no le pasa nada importante, salvo que la empleada del hogar se queda en estado y el marido se desvincula, lo que hoy día es bastante corriente. Sinceramente, no me atraen nada las películas de lo ordinario, para eso ya tenemos la vida misma. Por mucha poética de la imagen que aporten.

Para poéticas, las dos para mí triunfadoras. “Green Book” es una delicia, por encima del efecto antirracista, que lo tiene, al contarnos la amistad entre un rudo chófer italoamericano – espléndido Viggo Mortensen, nominado a mejor actor, pero que se fue sin estatuilla- y su jefe, un virtuoso pianista de color y exquisita educación, de gira en el Sur de Estados Unidos en los años 60, que interpreta Mahershala Ali y que es así el primer actor negro en ganar dos premios al mejor actor de reparto. Resulta también adecuado el tercer Oscar que ha obtenido, al mejor guión original, que acierta al presentarnos a dos personas que tendrán que hacer frente al racismo y los prejuicios, pero a las que la bondad y el sentido del humor unirá, obligándoles a dejar de lado las diferencias para sobrevivir y prosperar en el viaje de su ida.

Gracias al talento de ambos –sigo la crítica de Decine21-, por ejemplo una secuencia aparentemente sencilla, en la que el primero recomienda al segundo comer pollo frito con las manos, se convierte en todo un manjar cinéfilo para chuparse los dedos. Gran parte del encanto de “Green Book” lo constituyen las espontáneas cartas que Tony “Lip” Vallelonga escribe a su esposa Dolores durante su ausencia del hogar, mientras conduce al Dr. Don Shirley en su gira de conciertos; Shirley le ayudará a mejorar sustancialmente la calidad literaria de las misivas, sin perder la espontaneidad.

“El blues de Beale Street” es otra poética realización que se sitúa en el imaginario barrio de Beale Street, metáfora de esas zonas urbanas donde los afroamericanos tratan de llevar sus vidas del mejor modo posible, aunque sean víctimas de los prejuicios raciales. Es el caso de Tish y Fonny, tiernamente enamorados, interpretados por KiKi Layne y Stephan James, que para mi gusto lo hacen aún mejor que Regina King, en el papel de la madre de ella, que ha obtenido el Oscar a la mejor actriz de reparto. Verdaderamente dura la tragedia que nos cuenta esta adaptación de un libro de James Baldwin, que solo suaviza el rostro angelical de la protagonista, que la hace casi impasible a veces. Una acusación falsa de violación hace que él acabe con los huesos en la cárcel, donde se entera de que ella está esperando un niño. Barry Jenkins, el director, que ya triunfó –para mi gusto con menos merecimiento- en los Oscar con “Moonlight”, parece empeñado -dice José María Aresté en Decine21- en convertirse en el “Douglas Sirk negro”, con este dramón que a mí me ha encantado.

Propiamente la película triunfadora ha sido Bohemyan Rhapsody, con 4 estatuillas –de las 8 nominaciones que tenía-, la película más premiada de la noche, con el Oscar a mejor actor para Rami Malek, con su transfiguración en Freddy Mercury, más los técnicos de montaje, edición de sonido y mezcla de sonido. Eso sí, nadie nombró al que no se puede nombrar, o sea, al director y ahora apestado por las acusaciones de abusos sexuales Bryan Singer. A Malek lo vimos también en magníficas interpretaciones, en personaje bien distinto, en la serie “Mr. Robot”, así que no nos ha extrañado su nuevo éxito. Musicalmente es una pasada, y cuenta –seguimos ahora la crítica de Pablo de Santiago en Decine21- los años en que Freddie Mercury (1946-1991) lideró el grupo británico Queen, desde que inició su andadura allá por 1975 hasta el mítico concierto Live Aid celebrado en Wembley en 1985, seis años antes de la muerte del genial artista.

“Tras las cámaras se sitúa Bryan Singer (Sospechosos habituales, X-Men), cineasta poco acostumbrado a tratar en pantalla a personajes reales; sin embargo, el resultado es excelente. Estamos con toda seguridad ante una de las mejores películas jamás filmadas sobre una banda de música. La historia, ideada por los prestigiosos Peter Morgan (The Crown) y el guionista Anthony McCarten (La teoría del todo, El instante más oscuro), sitúa a Freddie como eje alrededor del cual gira toda la trama, pero se aleja de la hagiografía al dar mucho peso a los demás personajes, los cuales sirven siempre de contrapunto a la excentricidad del cantante. De hecho, llama mucho la atención lo equilibrados que son los demás miembros del grupo –Brian May, Roger Taylor, John Deacon– y también la amada Mary Austin, frente a la vida disoluta y desordenada de Mercury. Asistimos así a la evolución del grupo, desde que se incorporó Freddie (entonces aún con su apellido real, Bulsara) y cambió el nombre de Smile por el de Queen, hasta que se convirtió en uno de los conjuntos de rock and roll más célebres de la historia. Fueron quince años que dan para mucho: discusiones, traiciones, errores, perdones, egoísmos, amistad y amor. Y éxito, mucho éxito. Freddie Mercury murió a los 45 años de una neumonía provocada por el SIDA, después de una vida llena de excesos –drogas, alcohol, promiscuidad homosexual– que sólo le trajeron soledad. El guión de McCarten incide especialmente en este punto, de manera que pinta el interior del cantante como un agujero negro –¡cuánto patetismo hay en la escena del juego de luces en la distancia!–, un vacío que él intentaba llenar con todo tipo de distracciones: gente, gatos, objetos, fiestas. En realidad, la infelicidad de Freddie Mercury se fue agravando conforme se abandonaba al libertinaje y al capricho de los aprovechados, y a la vez se iba distanciando de quienes de verdad le querían.”

Ha sido este pasado un año importante para los musicales. La gran olvidada, y esto no fue una sorpresa, fue “El regreso de Mary Poppins”. Pero Lady Gaga pudo recoger el Oscar a la mejor canción por «Shallow» en “Ha nacido una estrella”, y llorar a moco tendido en la gala, no sin antes haber cantado con pasión la canción acompañada de Bradley Cooper, y deslumbrar con su original vestido y peinado.

“Ha nacido una estrella”, que había sido nominada a 7 premios – entre ellos a mejor película, actor principal para Bradley Cooper y actriz principal para Lady Gaga- es la cuarta versión –seguimos de nuevo a de Santiago- de la historia que vio la luz por primera vez de la mano de William A. Wellman en 1937, protagonizada por Janet Gaynor y Fredric March. Las otras versiones han estado a la altura de calidad de la historia, si bien con ciertas variantes y puestas al día, tanto en la versión protagonizada por Judy Garland en 1954 como en la de Barbra Streisand en 1976. Ahora presenta el primer trabajo serio en el cine de una de las cantantes más sobresalientes de la música pop del siglo XXI, Lady Gaga; nos cuenta cómo la estrella de rock Jackson Maine entró una noche en un bar de Drag Queens para tomar unas copas y allí queda maravillado por la actuación de Ally, una chica de espléndida voz que interpreta “La vie en Rose” –vemos una versión magnífica- con un enorme desparpajo. Jackson se da cuenta del potencial de Ally como compositora y cantante y logrará que la acompañe en uno de sus conciertos, donde Ally tomará la alternativa. Con los días irán viéndose más y más y el enamoramiento será inevitable. “Las luces y las sombras de la fama. Un tema conocido y mostrado innumerables veces en pantalla, pero no por eso menos real”.

La película de superhéroes afroamericanos de Marvel, “Black Panther”, se hizo con 3 Oscar, en los apartados de vestuario, diseño de producción y banda sonora. El tema racial está presente también en “Infiltrado en el KkKlan” que ha obtenido Oscar al mejor guión adaptado, el primero que recibe el polémico Spike Lee, que dio el discurso más político de la noche, hablando del genocido afroamericano, la esclavitud e invitando a votar contra Trump en las próximas presidenciales. Para mí una película con muy poco interés.

Una de las mayores sorpresas de la noche –concluye Decine21- fue el Oscar a la mejor actriz. La favorita, Glenn Close, se llevó el chasco de quedar descabalgada, en favor de “La favorita”, o sea, de la composición regia de Olivia Colman, que estaba estupefacta por haber sido finalmente la galardonada. De la película histórica ya ha escrito en estas páginas mi compañero foramontano Javier Pardo de Santayana, que la puso a caer de un burro en su artículo “Albión” de 01.02.19, que suscribo totalmente. Para mi gusto es abismal la diferencia entre ambas, en favor de Glenn Close, que está realmente magnífica en “La buena esposa” en la que interpreta a Joan, la mujer de un nuevo Nobel de Literatura cuyas obras se desvela al final fueron escritas por ella; una denuncia a la infravaloración de la mujer y la falta de oportunidades para triunfar en un mundo dominado por hombres.

“First Man”, el primer hombre que pisó la Luna, ha sido al menos reconocida en efectos visuales, a pesar de haber sido olvidada en las principales categorías. En animación se primó la originalidad de “Spider-Man: Un nuevo universo”.

En fin, como dijo Spike Lee, los Oscar de la diversidad: 15 nominados negros de un total de 212, y 52 mujeres nominadas en categorías que no son de actriz, una marca inédita –por ejemplo Domee Shi y Becky Neiman premio al mejor corto animado, y Rayka Zehtabchi y Melissa Berton, al mejor corto documental-. Pero, como siempre decimos, lo mejor de esta celebración es el importante número de buenas películas que premiadas o solo nominadas, nos pone en la pantalla grande o en la pequeña, antes o después, para que no nos las perdamos. Solo hay que ver la relación de nominadas a mejores efectos especiales (que tanbien llaman ahora visuales), seguro que las hemos visto o nos suenan a todos: “Vengadores: Infinity War”, “Christopher Robin”, “Ready Player One” y “Solo: A Star Wars Story”.

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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