Violencia de género, sí o no

Por José María Arévalo

(Óleo de Delacroix. 1834. Mujeres de Argel en su aposento)

Creo que buena parte de las discusiones políticas de actualidad son meras cuestiones de palabras -o “palabros”- y que cuesta mucho, al ciudadano medio, ver que consecuencias reales tiene apostar por una u otra solución. Y así la moda esa de hablar de “niños, niñas y niñes” a los que defienden las posturas LGTBY, y que solo sirve para recalcar que también los homosexuales existen, lo que no niega nadie, sin perjuicio de defender si tienen más o menos derechos -pocos o muchos ya- , que es la cuestión real y práctica. Pues bien, eso me ha parecido que está ocurriendo con la discusión sobre la violencia contra las mujeres, en la que llevamos ya meses de pelea en nuestra Comunidad de Castilla y León, entre el vicepresidente Gallardo y sus opiniones -propias de su pertenencia a Vox- y los demás partidos tanto de derecha como de izquierda, que dicen que Gallardo no reconoce la violencia de género -contra las mujeres-, lo que no es cierto, solo que para Gallardo debe llamarse violencia familiar. Veamos si es así en la discusión política recogida en la prensa.

El Día de Valladolid del pasado 29 de septiembre titulaba: “Gobierno y oposición cargan contra Gallardo por sus palabras”, “El PP se desmarca y admite no compartir sus opiniones sobre la violencia contra las mujeres, mientras el vicepresidente asegura sentirse «honrado» tras la petición de dimisión de Montero”, y “Gallardo: `Toda la violencia merece la misma repulsa´”. Después , ya en el texto, explicaba cómo el asesinato de la mujer de 32 años a manos de su pareja el pasado día 26 de septiembre en Palencia ha reabierto las diferencias ideológicas en Castilla y León entre el vicepresidente de la Junta y líder regional de Vox, Juan García-Gallardo, y los principales partidos de la oposición y el Gobierno central. En esta ocasión, y al igual que ya ocurrió con los dos crímenes machistas ocurridos este año en la Comunidad, las palabras del número dos autonómico tras lo ocurrido le han situado en el centro de la tormenta política, con varias peticiones de dimisión tanto desde el Ejecutivo central como desde otras formaciones. Incluso su socio de Gobierno en la Comunidad, el PP, se desmarcó ayer de las declaraciones de García-Gallardo que había afirmado: «Palencia fue ayer testigo de una tragedia familiar que ha dejado dos huérfanos de 2 y 7 años. Pronto, todas las víctimas de violencia serán tratadas por igual y no se alimentarán políticas identitarias discriminatorias por razón de sexo. La violencia no tiene género». Este fue el mensaje que el vicepresidente publicó en su cuenta de Twitter tras lo ocurrido en la capital palentina.

Unas palabras que ratificó asegurando que «toda la violencia merece la misma repulsa» y, por eso, en Castilla y León se está elaborando un anteproyecto de ley de lucha contra la violencia intrafamiliar que «va a poner a todas las víctimas de todo tipo de violencia en el mismo nivel de protección». En este sentido, lamentó que su partido se haya quedado solo en el Parlamento regional –incluido el PP, su socio de Gobierno– en la defensa de la «violencia intrafamiliar», que iguala a todas las víctimas, sin dar un tratamiento diferente a la violencia que se ejerce hacia la mujer.

¿ Niega Vox la violencia contra las mujeres?

Además sostuvo que se siente «honrado» por la petición de dimisión de la ministra de Igualdad, Irene Montero. «A mí, las peticiones de dimisión de Irene Montero me honran porque si quisiera que continuase sería que estoy haciendo algo mal», sostuvo García-Gallardo.

Y es que, la ministra de Igualdad había exigido horas antes al presidente de la Junta la dimisión de Juan García-Gallardo durante una sesión en el Congreso de los Diputados, en la que defendió que quienes «ponen en riesgo» los derechos de las mujeres «son los machistas, los agresores sexuales y también quienes niegan la violencia contra las mujeres», en relación a Vox, momento en el que urgió al PP a «hacer dimitir» al vicepresidente. Una petición a la que también se sumó el portavoz del Grupo Socialista en las Cortes, Patxi López: «No puede estar ni un minuto más representando a los castellanos y leoneses».

Ya a nivel regional, el líder regional socialista, Luis Tudanca, aseguró que «no lo podemos tolerar, ni lo vamos a tolerar un minuto más». A su vez, subrayó que su grupo ya alertó de que la entrada de Vox en la Presidencia de las Cortes y en la Junta iba a suponer una «degradación de las instituciones». Igualmente, afeó que las consejeras de Familia , Isabel Blanco, y de Educación, Rocío Lucas, estuvieran en la concentración en la sede de la Presidencia de la Junta junto al vicepresidente tras sus «repugnantes declaraciones».

PP: «No lo compartimos»

Unas declaraciones de las que se desmarcó el PP autonómico, cuyo secretario general, Francisco Vázquez, reconoció que no comparten la definición de «tragedia familiar» realizada por el vicepresidente de la Junta. «Hay muchas fuerzas políticas que opinan cosas distintas. Hay libertad de expresión, pero nosotros no compartimos esas expresiones», enfatizó Vázquez.

También la consejera de Familia, Isabel Blanco salió ayer al paso de las críticas para reiterar el «firme compromiso» del Gobierno de la Junta de Castilla y León para «seguir luchando contra esta lacra que es la violencia de género» y reclamó «trabajar todas las administraciones y toda la sociedad, juntos». Así, volvió a manifestar «la condena rotunda» a este «crimen machista», como también lo remarcó el presidente de la Junta.

Desde el principio de la puesta en marcha de la nueva Junta de Castilla y León, Vox ha propugnado la lucha contra la violencia familiar y para ello está tratando de que se promulgue una ley específica contra la “violencia familiar”, a lo que el PP responde que no hay inconveniente pero manteniendo la vigente normativa sobre la “violencia de género”.

O sea, que Vox no niega que exista violencia contra las mujeres, sino que afirma que no solo la mujeres son objwto de violencia, y que las víctimas de violencia deben ser tratadas por igual, “sin alimentar políticas identitarias discriminatorias por razón de sexo, porque la violencia no tiene género”.

En fin, que buena parte de la discusión es puramente nominal y al final se resume en si hay que dar un trato distinto a la violencia cuando la sufre una mujer. Para mi gusto tiene bastante razón Vox y creo que hay excesiva discriminación positiva a favor de la mujer no solo en esto de la violencia, sino en todos los campos, hasta en la composición de los consejos de administración de la empresas -a las que obligan a tener igual número de mujeres que de hombres-, en la composición del Gobierno de la Nación e incluso en las listas de elegibles de los partidos. Me parece demencial obligar a que haya tantas mujeres como hombres, como si se llegara a obligar a tener el mismo número de hijas como de hijos. Ridiculeces que produce, como todos los excesos, el del feminismo.

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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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