Por José María Arévalo
(Concentración en Algeciras en repulsa por el atentado de Yasin Kanza)
Ya publicamos un extenso artículo el pasado 23 de febrero respecto de las declaraciones de Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, sobre oferta a las embarazadas de medios que -hipotéticamente- pueden evitar algunas decisiones de abortar, que dieron pie a las izquierdas de este país, empezando por el Gobierno central, a atacar a Vox y al propio P.P. como retrógrados, incluso amenazando con acudir a los tribunales contra el protocolo de que hablaba Gallardo y que finalmente ni siquiera ha sido implantado y publicado, a pesar de que estaba pactado entre el Consejero de Sanidad y Gallardo. Mañueco, a instancias de Feijóo, asustados ambos, lo ha parado.
No se dan cuenta en el P.P. que hagan lo que hagan y digan lo que digan, las izquierdas, y especialmente el Gobierno de Sánchez-Podemos, se les va a echar encima. Buena prueba de ello es que ha vuelto a pasar lo mismo con motivo del atentado de Yasin Kanza en Algeciras, en que, basta que a Feijóo se le haya ocurrido comentar que los cristianos hace siglos que ya no hacemos esas cosas, para que Sánchez y compañía se lancen a descalificarle; creo haber oído a una de esas incultas ministras suyas decir que ninguna religión apoya que se mate a nadie.
Feijóo: “no verá a un cristiano matar en nombre de su religión”
Efectivamente, llegaba la noticia -en la última semana de enero- del asesinato terrorista-islamista en Algeciras de un sacristán y el ataque a un párroco, cuando Feijóo se pronunciaba así, según la prensa -recojo el texto de La Gaceta Regional de Salamanca-, sobre el ataque en Algeciras: “Desde hace siglos no verá a un cristiano matar en nombre de su religión”. “Hay otros pueblos que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”, subrayó, advirtiendo de que el terrorismo islámico es un problema de toda la sociedad europea.
Las izquierdas pedían inmediatamente la dimisión de Feijóo como jefe de la oposición y cabeza del P.P., por su ataque a la religión islámica. Porque la izquierda, igual que defiende la cultura de la muerte frente a los católicos, defiende todo lo islámico quizá precisamente por ir contra los católicos.
En efecto, el domingo 29 de enero publicaba Federico Jiménez Losantos, en su columna de Libertad Digital, un artículo al respecto, que titulaba “Las palabras prohibidas: islamismo, comunismo, terrorismo, ecologismo”, en el que ponía en evidencia la tergiversación de las izquierdas, aunque de paso atacaba también a las derechas y a la Iglesia, no sé muy bien por qué. En definitiva denunciaba cómo los políticos y medios de comunicación han borrado algunas palabras para hablar del atentado terrorista islámico en Algeciras: Se empieza negando su carácter religioso, se cambia «asesinado» por «fallecido», se dice que no hay que culpar a ninguna religión, pese a que previamente se ha negado el carácter religioso del crimen, y todos ellos, junto al ministro del Interior, dos días tarde y con aspecto de «Wednesday», piden no «sacar consecuencias» antes de que «termine la investigación», aunque todos ellos lo han hecho, y han sido clamorosamente desmentidos porque es la Audiencia Nacional, especializada en terrorismo la que asume desde el principio la investigación del atentado islamista.
“O sea, que todos han mentido y lo han hecho a sabiendas, para hurtar a la opinión pública la identidad, y la evidente gravedad, del atentado islamista. Y no dicen «islamismo», «terrorismo» y «atentado», sino «ataque» y «fallecido». Y nadie asiste al entierro, como si fuera un asesinato común, obra de un «loco», «perturbado» o «en tratamiento psicológico». Monedero dijo lamentar «un ataque demente». El impulso es el de las Torres Gemelas, las Ramblas, el Bataclán o «Charlie Hebdo». Pero «Je suis Charlie» queda mejor que «Yo también soy sacristán», que suena casposo y católico. Puaf.”
¿Hasta dónde tienen que llegar los ataques hacia los cristianos?
Y, al igual que ocurrió con la polémica sobre el aborto contra el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Gallardo, las asociaciones católicas han salido en defensa del cristianismo con ocasión del atentado de Algeciras. Y así recibí enseguida otro mensaje de Abogados Cristianos que me decía: “José María, un nuevo atentado contra nuestra fe: Un muerto y varios heridos en Algeciras tras un ataque con machete en dos iglesias. Esto es lo que pasa cuando algunos cultivan el odio hacia nuestra fe e impulsan políticas de rechazo hacia quienes la profesan. Este es el resultado de la indiferencia mostrada por nuestras instituciones hacia aquellos que impunemente desprecian nuestros símbolos y tradiciones. ¿Hasta dónde tienen que llegar los ataques hacia los cristianos? ¿Qué más tiene que ocurrir en este país, para que la justicia actúe ante las amenazas a las que nos enfrentamos diariamente? Estamos cansados de que miren hacia otro lado. Por eso hemos lanzado esta campaña en la que le pedimos al Fiscal General, que investigue este ataque como un nuevo delito de odio hacia todos aquellos que practicamos la fe cristiana. José María, ¿puedes firmar tú también? Sólo tardarás 20 segundos. Pincha aquí para firmar: https://abogadoscristianos.es/atentado-algeciras-delito-odio-firma/?utm_
La carta al Fiscal General que he firmado dice:
“A: Álvaro García, Fiscal General
Estimado Sr. Me dirijo a usted tras conocer la tragedia que se ha producido en Algeciras a manos de un hombre que residía irregularmente en nuestro país. Como sabrá, el individuo se dirigió expresamente a templos católicos manifestando un tremendo desprecio hacia la fe cristiana, sus símbolos y, por supuesto, sus ministros. Esta persona ha matado a un laico que servía en una de las parroquias afectadas, y ha herido a un sacerdote. Esto no es un caso aislado, llevado a cabo por un enfermo mental. Esto es fruto de las políticas de nuestro gobierno, que ha fomentado la presencia de personas que odian nuestras creencias.
Si este acto queda impune, se abrirá la veda a nuevos ataques. Por ello, le ruego que investigue de forma especial este acontecimiento, como un delito de odio hacia los cristianos. Muchas gracias. Atentamente.”
He firmado aunque no estaba muy de acuerdo con algún extremo del texto de la carta, como cuando dice: “Esto es fruto de las políticas de nuestro gobierno, que ha fomentado la presencia de personas que odian nuestras creencias”, Me parece difícil establecer una política dirigida a saber a quien odian los emigrantes, y no vería correcto acusar de ello a todos los musulmanes; lo bueno sería impedir que vengan los yihadistas, pero eso ya se intenta, creo yo, aunque con pocos resultados, pues no debe ser fácil. Pero en conjunto, la carta me parece positiva.
Y concluye Abogados Cristianos: Esto es lo que pasa cuando algunos cultivan el odio hacia nuestra fe e impulsan políticas de rechazo hacia quienes la profesan. Este es el resultado de la indiferencia mostrada por nuestras instituciones hacia aquellos que impunemente desprecian nuestros símbolos y tradiciones. ¿Hasta dónde tienen que llegar los ataques hacia los cristianos? ¿Qué más tiene que ocurrir en este país, para que la justicia actúe ante las amenazas a las que nos enfrentamos diariamente? Estamos cansados de que miren hacia otro lado. Por eso hemos lanzado esta campaña en la que le pedimos al Fiscal General que investigue este ataque como un nuevo delito de odio hacia todos aquellos que practicamos la fe cristiana. De nada ha servido que el atacante, que vivía irregularmente en nuestro país, estuviera bajo el punto de mira de la policía. Nadie hizo nada para impedir el brutal ataque que ahora todos lamentamos. Nadie hizo nada para proteger la vida del hombre asesinado, ni la del resto de víctimas que han resultado heridas. Entre ellas, un sacerdote. Y es que la tragedia se veía venir. Minutos antes de la agresión, el terrorista se había enfrentado a gritos contra una feligresa, diciéndole que su fe “no era la auténtica”. Esta discusión fue sólo el principio. Lo siguiente fue abalanzarse contra el sacerdote y realizarle un profundo corte en el cuello con el que pensó que lo había matado. Después, este terrorista continuó extendiendo el pánico en otra parroquia cercana, destrozando imágenes, velas y cruces. Aquí debió confundir al sacristán con un sacerdote, y lo persiguió hasta fuera del templo para matarlo…
Desde distintos medios hablan de este asesino como un lobo solitario con problemas mentales. Como si este tipo de ataques no fueran cada vez más habituales en Europa. Los cristianos pedimos respeto y nos negamos a acudir con miedo a nuestras iglesias. Exigimos a la justicia una respuesta a la altura de esta tragedia.”
Kanza gritó “muerte a los cristianos” y “Alá es grande”
Efectivamente, las noticias de esos días recogían que la Policía pidió al juez de la Audiencia Nacional prorrogar la detención, hasta agotar los 5 días máximos que permite la ley en casos de terrorismo, del marroquí Yasin Kanza, por matar con un machete a un sacristán en el exterior de la iglesia de Nuestra Señora de La Palma de Algeciras (Cádiz) y herir a varias personas, es un marroquí de 25 años, en situación irregular y estaba pendiente de expulsión. “Kanza, detenido la noche del miércoles tras matar con un machete a un sacristán, Diego Valencia, de 65 años, y herir a otras cuatro personas, entre ellas un sacerdote, residía en España desde 2019 y desde el pasado junio tenía pendiente su expulsión al estar en situación irregular. Fuentes próximas a la investigación indican que Kanza gritó “muerte a los cristianos” y “Alá es grande” mientras perpetraba su acción. El detenido entró de forma irregular en España en 2019, si bien estas fuentes no han precisado la manera en que lo hizo. El Ministerio del Interior sí detalló que sobre el arrestado se abrió un expediente de expulsión por situación irregular en junio pasado. Al tratarse de un procedimiento administrativo, su ejecución “no es inmediata”.