Cajón de Sastre

Rufino Soriano Tena

Cada día peor pero mejorando…

Al comenzar esta crónica he dudado titularla con el pomposo epígrafe de Me estoy muriendo, pero he pensado que eso sería demasiado alarmante y que sin duda vuesarcedes iban a decir que “hay que ver qué sentido del humor tiene este ciudadano” y por eso me he limitado a llamarla “Cada día peor” como ya han visto. Y todo porque he muchos años y un catarro – pensaba mi señoría -que me podía llevar a eso: a la muerte.

Dicho lo cual, paso a detallarles brevemente a vuesarcedes lo que realmente acontecido ha. Empieza la historia con un catarro furioso que hace que mis hijas me lleven al médico. Entonces él ordena que se me interne. Se cumple la orden. Como parece que los médicos de la seguridad social están algo rebeldes estos días, recurren a la medicina privada. Me llevan a una especie de concentración de camas de enfermos separadas, eso sí, por papel transparente. Sí, sí, papel. Parece que no hay mejor residencia, de momento. Sin embargo, a eso de las 10 pm. por influencia de alguien, se averigua que hay una cama libre en no sé qué pueblo de los alrededores de Madrid y se decide llevarme a él. Se llama a la ambulancia y, mientras viene, surge otra posibilidad: parece que hay, en un Sanatorio del propio Madrid, capacidad para que me trasladen a él. Ni que decir tiene que a las 10:45 de la noche una ambulancia me lleva al Sanatorio X de la capital (obviamente no cito nombres reales por discreción). Allí ya, no se me asigna la cama libre sino que se me tiene como media hora en una dependencia o laboratorio mientras acomodaban la habitación que me dieron. Y allí he pasado diez días hasta que al parecer han remitido mis síntomas que, por lo diagnosticado, no era un simple catarro. Al parecer, lo que me ocurría es que se me habían hidratado los pulmones, es decir, tenía ´agua en los pulmones´ que, por lo visto, es como familiarmente denominan los doctores a la dolencia que padecía mi señoría.

Tras el evento de mi acceso al lugar sanitario en cuestión, he permanecido diez días en él y me han dado el alta porque al parecer, estoy mejorando. O sea, que eso del ´agua en los pulmones´ debe haberse transformado en otra materia, por obra y gracia de los múltiples productos farmacéuticos que ingiero.

De todas formas, que mis amigos no me digan en adelante eso de ´ya me gustaría a mí que a tu edad me encontrase como estás tú´ porque les rompo un cuerno, ya que yo estoy tullido -eso sí, recuperándome- y así la vida es muy triste. ¿O no?

 

5-2-2023.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Lo más leído