Los vertebrados ya vivían en el Polo Sur hace 245 millones de años

(PD).- Hace 245 millones de años, en el Triásico, la tierra aún estaba agrupada en un solo continente: Pangea, que no empezaría a dividirse hasta unos 45 millones de años después.

Como explica Helena Martínez en El País, los primeros animales terrestres podían migrar libremente desde el polo norte hasta el polo sur, aunque las regiones más septentrionales o meridionales debían ser muy secas por la falta de lluvias y las temperaturas eran más bajas que en otras zonas, por lo que en ellas es más raro encontrar fósiles de eras tan tempranas que en lugares más templados como Suráfrica.

Aún así se han encontrado restos que demuestran que hasta allí llegó la vida. Un grupo de científicos estadounidense ha publicado un estudio en la revista Journal of Vertebrate Palentology en el que muestran el resultado del análisis de unos restos de madrigueras de tetrápodos, vertebrados terrestres que se desplazan sobre cuatro patas o apéndices similares a ellas, en la Antártida.

Aunque ya había restos de animales de Triásico en el continente helado, los restos hallados por el equipo de Christian Sidor, profesor de la paleontología en la Universidad de Washington, proceden de una época 15 millones de años antes.

«Hemos documentado que los tretrápodos construían madrigueras, en el Triásico», ha afirmado Sidor. «Hay muchas razones para que los animales las hicieran en esas latitudes, por ejemplo resguardarse de los elementos».

Los científicos creen que los fósiles se formaron al inundarse los túneles y llenarse con arena fina procedente de algún río cercano.

Los sedimentos se habrían endurecido en los lugares más abiertos, la entrada y salida de los túneles, permitiendo así su conservación hasta nuestros días. Proceden de la formación Lashly en Allan Hills y el glaciar de Wahl, ambas regiones se encuentran en el Círculo Polar Antártico y fueron recogidos en 2003 y entre 2005 y 2006.

Pequeños lagartos o mamíferos primitivos

Sin embargo, no se han hallado restos de los animales que habitaron en esas madrigueras. A pesar de ello, Sidor se muestra convencido de que fueron vertebrados terrestres.

«Tenemos evidencias de que estas madrigueras fueron construidas por animales que se desplazaban por tierra, más que por cangrejos», afirma el profesor de paleontología, que es el autor principal del ensayo, y añade que lo que sí han conseguido observar son arañazos de los animales.

Junto a él han participado en el estudio, financiado por la National Science Fundation, Molly Miller, profesora de Geología en la Universidad de Vanderbilt, y John Isbell, profesor de geociencia de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee.

A pesar de la ausencia de huesos, el pequeño tamaño de los túneles ha permitido a Sidor especular que sus propietarios podrían haber sido, en el caso de una de las madrigueras, de Procolophonidos, una especie de pequeño lagarto, y en el otro de algún tipo de mamífero primitivo como el Thrinaxodon.

Madrigueras de este mamífero, algunas con huesos de tetrápodos en el interior, ya se habían encontrado en Sudáfrica, que está considerada como la zona más rica en fósiles de la tierra, y eran casi idénticas a las halladas en la Antártida.

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