El tiempo seguirá condicionado por la calima y la presencia de la borrasca atlántica Celia, situada previsiblemente al sur de la Península Ibérica.
Parece Marte, pero es España. Cielos de un intenso color naranja, gruesas capas de arena sobre las superficies e incluso sobrecogedoras ‘lluvias de sangre’ están convirtiendo, en los últimos días, buena parte del país en un escenario más propio de un planeta extraterrestre.
La causa: un enorme manto de polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara que ha penetrado en la Península y Baleares y ha provocado varias jornadas de calima, con escasa visibilidad y baja calidad del aire.
Se espera en todo el país nubosidad abundante y precipitaciones desigualmente repartidas.
Las más abundantes se producirán en el tercio sureste peninsular, pudiendo llegar a ser localmente fuertes o persistentes en la mitad sur del área mediterránea peninsular.
En el resto del país serán menos probables y más débiles y dispersas, no esperándose en el sur de Canarias. Además, un nuevo frente atlántico entrará por el noroeste peninsular aumentando allí la nubosidad, con precipitaciones extendiéndose desde Galicia al Cantábrico, alto Ebro y mitad oeste de Pirineos.
En la Península y Baleares continuará la probabilidad de calima y las precipitaciones podrán ir acompañadas de barro.
Cotas de nieve: en las montañas del sudeste 2000/2400 m bajando a 1600/2000 m; y en la Cantábrica occidental 1400/1800 m bajando a 1000/1400 m.
Las temperaturas máximas descenderán, salvo en el suroeste peninsular, donde tenderán a subir. La bajada puede ser localmente notable en Galicia, Cantábrico occidental e interior sudeste. Las mínimas bajarán en la mitad este peninsular y subirán en el tercio occidental. En Canarias, en ligero ascenso.
Viento moderado de poniente en el Estrecho, y del noreste en general en el resto del país, con intervalos de fuerte en el litoral gallego, litoral de Levante, Baleares y Canarias.
