Tras sufrir un ataque de tos, su marido, Miguel Ángel (48), le había dado unas palmadas en la espalda. Y al verlo, uno de sus cuatro canes, una hembra de la raza Rottweiler cruzada con Pitbull, se había abalanzado contra él, sin darle opción. Le había destrozado la cara y la cabeza.
Las broncas y las peleas entre el matrimonio eran continuas, muchas veces se podían oír desde la calle. Él además estaba metido en el alcohol y ahora estaba rehabilitándose», cuenta a este diario una vecina, que comparte pared con esta pareja.
De hecho, lo que mantiene es que la perra defendiese a su dueña cuando viese que Miguel Ángel estaba discutiendo con ella. «Él no estaba nunca en casa, era ella la que les daba de comer. Me cuadra más que la defendiera si estaban peleándose