UN HALLAZGO INSÓLITO EN LOS MONTES ANDALUCES

El lince ibérico leucístico de Jaén: fotografían al ‘fantasma blanco’ que asombra a la ciencia y podría ser único en el mundo

Un fotógrafo jienense captura al primer lince ibérico leucístico conocido, desatando el asombro mundial y renovando el interés por la conservación de esta especie emblemática

El lince ibérico leucístico (1)
El lince ibérico leucístico. PD

En una mañana cualquiera en la sierra de Jaén, las sorpresas pueden ser numerosas, pero pocas igualan el impacto de toparse con el “fantasma blanco” del bosque mediterráneo.

Así describe el joven fotógrafo Ángel Hidalgo aquel instante en que, tras meses de búsqueda y utilizando cámaras ocultas, revisó las imágenes de su fototrampeo y se encontró con lo extraordinario: un lince ibérico con pelaje casi blanco, ajeno al ruido humano y hasta ahora desconocido para la ciencia.

La sorpresa fue tal que Hidalgo tuvo que observar varias veces la foto para convencerse de que no se trataba de un sueño ni de un efecto visual.

“No podía creerlo, tuve que verlo repetidamente para asegurarme de que era real”, comparte en sus redes sociales.

La noticia no tardó en hacerse eco. Especialistas del Proyecto Lince confirmaron la autenticidad de las imágenes: se trataba del primer ejemplar leucístico documentado de la especie Lynx pardinus, que es endémica de la península ibérica y uno de los felinos más amenazados del planeta.

La ubicación exacta del hallazgo, ocurrido el pasado 22 de octubre, se mantiene en secreto para proteger al animal, que fue fotografiado en libertad y sin collar de seguimiento.

Un caso único: ¿qué causa el color blanco del lince?

El rasgo distintivo de este lince no es meramente estético; responde a un fenómeno genético excepcional conocido como leucismo. Este término hace referencia a la pérdida parcial o total de pigmentación en la piel y el pelaje debido a un fallo en los melanocitos, las células responsables de producir melanina, el pigmento que otorga color al pelo, piel y ojos. A diferencia del albinismo —donde la producción de melanina es completamente nula y los ojos aparecen rojizos o rosados—, el leucismo no afecta generalmente la coloración ocular. De este modo, el lince conserva el tono ámbar característico de su especie, aunque su pelaje es notablemente más claro, casi etéreo.

Resulta curioso que, aunque muchos medios han clasificado al ejemplar como leucístico, los expertos del plan de recuperación impulsado por la Junta de Andalucía no descartan que pueda tratarse de una alteración genética aún más singular. El animal mantiene parte del patrón original de manchas negras, lo cual sugiere una alteración localizada en los genes responsables de producir pigmentos marrones y rojizos sin afectar otros colores. No se descarta incluso que algún factor ambiental haya influido en esta mutación; sin embargo, la principal hipótesis sigue apuntando a causas genéticas.

Este fenómeno es extremadamente raro entre mamíferos salvajes y suele aparecer en poblaciones con cuellos de botella genéticos o en casos aislados con escasa diversidad genética. Hasta ahora, este ejemplar podría ser el único conocido a nivel mundial, lo cual convierte su descubrimiento en un hito histórico para la biología y la conservación.

¿Está el lince ibérico en peligro de extinción?

Durante décadas, el lince ibérico ostentó el título del felino más amenazado del planeta. A principios del siglo XXI, su población había caído a menos de 100 ejemplares debido a la caza furtiva, atropellos y una drástica disminución de su presa principal: el conejo silvestre. Estas circunstancias llevaron a la especie al borde mismo de la extinción.

Sin embargo, gracias a una labor coordinada entre España y Portugal, el lince ibérico ha experimentado una recuperación sin precedentes. Según las estimaciones del censo 2024, hay más de 2.400 ejemplares en la península ibérica; entre ellos se cuentan 470 hembras reproductoras y 844 crías. Esto ha permitido reclasificar su estatus desde «en peligro» a «vulnerable» según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El objetivo a medio plazo es alcanzar al menos 3.500 individuos y 750 hembras reproductoras para asegurar así una viabilidad genética adecuada para esta especie.

No obstante, los desafíos persisten. La disminución del conejo silvestre —debido a enfermedades como mixomatosis y enfermedad hemorrágica vírica— junto con la caza ilegal siguen poniendo en jaque la supervivencia del lince ibérico. Proteger su hábitat y luchar contra el furtivismo son esenciales para garantizar un futuro esperanzador.

¿Representa un peligro para los humanos?

A pesar de su imponente aspecto y su reputación como superdepredador, el lince ibérico no representa amenaza alguna para las personas. Este felino es fundamentalmente tímido y esquivo; evita cualquier contacto humano siempre que le es posible. Su dieta está compuesta principalmente por conejos e incluye ocasionalmente aves pequeñas o reptiles.

Los encuentros directos con seres humanos son sumamente raros. En caso de verse acorralado, este felino prefiere huir antes que atacar. No hay constancia registrada de ataques por parte del lince ibérico hacia personas; más bien su presencia indica un ecosistema saludable donde habita. Por lo tanto, este ejemplar blanco no representa ningún riesgo; al contrario, brinda una oportunidad única para fomentar la divulgación ambiental.

Una joya de la biodiversidad con historia y futuro

La aparición del lince ibérico leucístico ha capturado la atención tanto de científicos como naturalistas alrededor del globo. Pero también subraya lo crucial que es mantener diversidad genética y conservar hábitats mediterráneos. Los expertos recalcan que hallazgos como este refuerzan la necesidad imperiosa de proteger entornos naturales e invertir esfuerzos en recuperar especies emblemáticas.

El seguimiento continuo sobre las poblaciones de linces ibéricos mediante programas fototrampeo y marcaje permite no solo estimar sus números sino también detectar anomalías genéticas o comportamentales que pueden ofrecer información valiosa sobre cómo gestionar esta especie. La historia detrás de este ejemplar blanco va más allá de ser una simple curiosidad; ilustra perfectamente cómo naturaleza, azar y ciencia pueden entrelazarse.

Curiosidades sobre el lince ibérico y su “fantasma blanco”

  • El lince ibérico es uno de los felinos más especializados globalmente: hasta un 90% puede depender del conejo silvestre.
  • Su pelaje habitual es pardo-rojizo con manchas negras; sin embargo, este individuo leucístico presenta un color blanco con manchas.
  • El leucismo es tan raro entre linces que podría tratarse del único caso documentado en todo el mundo.
  • Su apodo popular “fantasma blanco” refleja tanto su apariencia etérea como lo complicado que resulta avistarlo libremente.
  • Los linces ibéricos pueden recorrer varios kilómetros diarios buscando alimento o territorio; sin embargo suelen permanecer ocultos.
  • Gracias a iniciativas conservacionistas efectivas, esta especie ha pasado desde estar al borde extinción hasta convertirse en símbolo esperanzador para fauna europea.
  • El avistamiento reciente en Jaén ha reavivado interés internacional por fauna ibérica así como por importancia vital que tiene conservar diversidad genética.

En los montes jiennenses sigue deslizándose este lince ibérico blanco entre arbustos y maleza. Ajeno a toda fama reciente nos recuerda que aún existen secretos naturales capaces sorprender incluso a quienes llevan años observando nuestra biodiversidad.

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