(PD/EFE).- El acceso al tratamiento gratuito para el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) en la red de salud pública brasileña viene atrayendo la presencia de extranjeros en el país suramericano, informaron fuentes sanitarias.
El Sistema de Control Logístico de Medicamentos (Siclom) del Programa Nacional de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida indicó que por lo menos 1.256 extranjeros, legales y clandestinos, reciben tratamiento en la red pública de salud, de acuerdo con informaciones de la brasileña Agencia Estado.
El número, según indicó el Siclom, pude aumentar puesto que el 42 por ciento de Unidades Dispensadoras de Medicamentos está por fuera del sistema de control, como el Instituto de Infectología «Emilio Ribas» de Sao Paulo, que atiende a 112 extranjeros desde 2006.
El programa nacional atiende a 180.000 portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y es una referencia internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de asesorar y brindar medicamentos para 3.800 personas en África.
Brasil adoptó la aceptación de extranjeros residentes en el país como «derecho» y no como «acción humanitaria» y ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) se opone al veto que imponen países como Estados Unidos para la entrada de extranjeros seropositivos.
En los hospitales públicos brasileños se atienden pacientes extranjeros sin pedirles comprobante de residencia, y en muchos casos les aceptan un documento de identificación extranjero.
La mayor concentración de extranjeros se da en Sao Paulo, con pacientes africanos, y en Foz de Iguaçu, ciudad fronteriza con Paraguay y que atiende a muchas personas del vecino país.
Uno de los casos más alarmantes es el de Angola, país africano donde apenas el 10 por ciento de los 66.000 infectados reciben atención del Estado y que por la afinidad del idioma portugués muchos pacientes deciden viajar a Sao Paulo para el tratamiento gratuito.
