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Este verano, la tranquilidad de los amantes del embutido se ha visto alterada por una noticia inquietante: la presencia de salmonella en varios lotes de fuet procedente de Cataluña.
Lejos de ser una broma veraniega, la alerta ha obligado a las autoridades sanitarias a poner en marcha el protocolo de retirada inmediata de los productos afectados, algunos ya repartidos en estanterías de supermercados desde Madrid hasta Valencia, y cruzando incluso fronteras hacia Francia, Portugal y Andorra.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) fue la encargada de lanzar la señal: tres marcas muy populares —Can Duran, La Tabla y Origin du Gout— han visto como sus fuets quedaban marcados por el inconfundible sello bacteriano.
Los lotes implicados, según detallan fuentes oficiales, corresponden a presentaciones loncheadas refrigeradas con fechas de consumo preferente entre agosto y septiembre de 2025. El hallazgo no es anecdótico: ha surgido tras controles rutinarios realizados por las autoridades sanitarias catalanas.
¿Qué es la salmonella y por qué preocupa tanto?
La salmonella es una bacteria veterana en las listas negras de los microbiólogos. Su capacidad para adaptarse a distintos ambientes y sobrevivir durante meses —incluso años— la convierte en una enemiga sigilosa. Cuando encuentra un resquicio en nuestra cadena alimentaria, puede provocar salmonelosis: una infección que se manifiesta principalmente con diarrea, vómitos, fiebre y dolor abdominal. No es el recuerdo que uno espera llevarse tras un bocadillo de fuet.
La salmonelosis es una de las enfermedades transmitidas por alimentos más extendidas en todo el mundo. Suele afectar con mayor gravedad a niños pequeños, ancianos y personas inmunodeprimidas. Aun así, la mayoría de los casos evolucionan favorablemente tras unos días… aunque con alguna visita poco deseada al cuarto de baño.
Lotes afectados y recomendaciones para el consumidor
Las investigaciones han permitido identificar con precisión los productos comprometidos:
- Marca Can Duran: Fuet Extra “sans colorants”, lote 252534428, caducidad 05/09/2025.
- Marca La Tabla: Fuet Extra, lotes 252534427 y 252534428, consumo preferente 16/08/2025 y 29/08/2025.
- Marca Origin du Gout: Fuet Qualité Extra, lote 252534427, consumo preferente 13/09/2025.
- Otros lotes bajo vigilancia incluyen AVIÀ y VALLDAN, comercializados principalmente en formato loncheado refrigerado.
Las autoridades recomiendan a quienes hayan adquirido estos productos no consumirlos bajo ningún concepto. Si ya se han consumido y aparecen síntomas compatibles con salmonelosis —diarrea, vómitos, fiebre o dolor abdominal— lo más sensato es acudir al centro de salud para un diagnóstico adecuado. Y sí, mejor prevenir que lamentar: la retirada de estos lotes ha sido verificada para evitar que lleguen a más hogares.
El fuet catalán: tradición y ciencia entremezcladas
Pocos embutidos cuentan con tanto arraigo como el fuet catalán. Su característica capa blanca —que muchos confunden con harina— es en realidad un moho comestible natural que protege al producto y le aporta un sabor único. Este detalle microbiológico suele ser motivo de debate familiar (“¿Eso se come?”), pero lo cierto es que esta flora fúngica resulta inocua… siempre que no se cuele algún invitado inesperado como la salmonella.
El proceso artesanal del fuet combina tradición y ciencia: carne magra picada, tocino selecto, condimentos naturales y una fermentación controlada que permite el desarrollo del moho protector. Sin embargo, como recuerda este episodio reciente, ningún método está exento de riesgos si fallan las medidas higiénicas durante el procesado o el transporte.
¿Por qué ocurren estas contaminaciones?
La aparición puntual de salmonella suele estar relacionada con fallos puntuales en la manipulación o almacenamiento del producto. El control sanitario español es uno de los más estrictos del mundo: cada lote pasa por análisis microbiológicos antes de salir al mercado. Sin embargo, la naturaleza traviesa de algunas bacterias hace que no siempre sea fácil detectarlas a tiempo.
En este caso concreto:
- La contaminación fue detectada mediante controles rutinarios realizados por las autoridades sanitarias.
- Tras confirmar la presencia bacteriana se activó el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), implicando a todas las comunidades autónomas afectadas para retirar rápidamente los productos.
- Las empresas han colaborado informando a las autoridades desde el primer momento para evitar mayores riesgos.
Curiosidades científicas sobre la salmonella (y el fuet)
Porque incluso las crisis alimentarias tienen su lado curioso:
- La salmonella debe su nombre a Daniel Elmer Salmon, veterinario estadounidense que la describió por primera vez en 1885. Sí, ironías del destino: Salmon puso su apellido a una bacteria temida por carnívoros.
- Estas bacterias pueden sobrevivir hasta dos años en superficies secas o alimentos deshidratados.
- El moho blanco del fuet es pariente lejano del Penicillium notatum… ¡la misma familia que dio origen al primer antibiótico!
- El fuet tradicional catalán se diferencia del salchichón por su diámetro más estrecho y su sabor ligeramente más dulce.
- En pruebas científicas recientes se ha comprobado que algunos mohos presentes en embutidos pueden inhibir el crecimiento bacteriano —pero no son infalibles ante patógenos como la salmonella si hay contaminación previa.
- Cada año se notifican miles de casos leves de salmonelosis en Europa; la mayoría no requieren hospitalización pero sí mucha paciencia y litros de agua.
Y como anécdota final: durante siglos se pensó que los embutidos secos estaban “protegidos mágicamente” contra cualquier enfermedad gracias al poder del ajo o del moho blanco… hasta que llegaron los científicos con sus microscopios para desmontar mitos (y salvarnos muchos disgustos).
Recuerde: disfrute del fuet… pero siempre seguro.
