Mitos de la viagra femenina y controversias

Mitos de la viagra femenina y controversias

A raíz de la llegada al mercado de la viagra y sus similares hace ya más de dos décadas, se generó un profundo debate sobre si sólo el género masculino podía acceder al derecho de solucionar sus problemas de impotencia.

La disfunción eréctil desde entonces fue la protagonista de los trastornos sexuales por antonomasia y el consumo de la famosa pastilla azul o «del fin de semana» se multiplicó, ayudando a muchos hombres a recuperar su vida sexual.

Su éxito fue tal que a día de hoy ya es posible adquirir este producto de forma genérica, pudiendo encontrar en farmacias a un precio asequible.

Mediante una campaña muy mediática para persuadir a la Administración Federal de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), el laboratorio creador de este novedoso producto para la mujer, ha presionado durante un largo tiempo para poder tener la posibilidad de crear un fármaco válido para el género femenino, dados los buenos resultados del viagra.

En el arduo proceso de aprobación del fármaco no están estado solos, ya que el mensaje ha calado hondo entre las mujeres estadounidenses. Se prevé que en agosto de este año pueda comercializarse a nivel mundial y dado que el tema ya roza cuestiones de igualdad de sexo e incluso el feminismo, la potente demanda de este producto es una realidad.

La campaña ya ha sido suscrita por 40.000 mujeres deseosas de recuperar su libido y aumentar sus relaciones sexuales sin sufrir el temor a fallar en la cama. Sin embargo, no todo es un camino de rosas. La viagra femenina está compuesta flibanserina, una sustancia que fue rechazada en dos ocasiones por la FDA. Al parecer, produce más efectos secundarios (disminución de la presión arterial, somnolencia, mareos y náuseas) que beneficios.

De entre aquellos que se oponen a la entrada en circulación de este fármacos está Leonore Tiefer, psicóloga de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. Según sus palabras: «El laboratorio Sprout (fabricante del medicamento) y sus aliados intentan hacer parecer que el bajo deseo sexual es un problema médico que debe ser tratado con drogas cuando, en realidad, la mayoría de esos problemas son psicológicos o relacionales ».

Por su parte, los miembros de la FDA argumentan que si bien es cierto que tratar la impotencia femenina es una necesidad, puede hacerse sin medicamentos agresivos para el organismo.

Según un estudio realizado por un investigador académico, financiado por la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim y que desarrolló primeramente este medicamento, sobre un diez por ciento de estadounidenses tienen falta de deseo sexual, lo que les provoca mucha angustia. Se sostiene que tomar una cápsula diaria de viagra femenina (con flibanserina) ayudaría a las mujeres que están rozando la menopausia y han dejado de sentir deseo sin razón aparente.

Todavía no se saben a ciencia cierta los efectos colaterales que conllevará este fármaco. Pero se estima que no serán más graves que los que tiene la viagra masculina, ya que son de carácter leve si el fármaco se toma de manera responsable, como cualquier otro.

Al parecer, en las diferentes pruebas realizadas del fármaco femenino no se ha demostrado de manera fiable que actúe mejor que el placebo suministrado a las mujeres que participaron en los experimentos. Pero sí se ha probado que la mayoría de las que tomaron la pastilla rosa durante ese tiempo disminuyeron la sensación de ansiedad (algunas, incluso, afirmaron que este medicamento les había hecho efecto por completo).

Dado que todavía no hay resultados verdaderamente concluyentes sobre la viagra femenina, habrá que esperar al ocaso del verano, momento en que la FDA emitirá el comunicado que apruebe o rechace finalmente la comercialización de la flibanserina en todo el mundo.

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