El 20-30% de los hombres adultos en todo el mundo

Sexo: ¡La eyaculación precoz es un invento malvado!

Entre los remedios 'caseros' están la relajación, la técnica de parada y arranque, y la técnica de apretar

La eyaculación precoz es una disfunción sexual masculina en la que el hombre ‘se corre’ mucho antes de lo deseado durante la actividad sexual, lo que puede causar frustración tanto para él como para su pareja.

Hay discrepancias al respecto, pero el tope para determinar si es una corrida ‘precoz’ son los dos minutos después de la penetración vaginal.

Es una de las disfunciones sexuales masculinas más comunes y se estima que afecta a alrededor del 20-30% de los hombres adultos en todo el mundo.

Hay varias formas en que se puede remediar la eyaculación precoz. Uno de los enfoques más efectivos es el uso de técnicas conductuales y de terapia sexual, que pueden ayudar al hombre a aprender a controlar su respuesta eyaculatoria.

Algunos ejemplos de estas técnicas incluyen el entrenamiento de la relajación, la técnica de parada y arranque, y la técnica de apretar.

También hay medicamentos disponibles que pueden ayudar a algunos hombres con eyaculación precoz, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Estos medicamentos actúan sobre los niveles de serotonina en el cerebro, lo que puede ayudar a retrasar la eyaculación.

La eyaculación precoz puede tener un impacto negativo en la autoestima del hombre, especialmente si la condición se ha vuelto crónica y ha afectado a su relación sexual con su pareja.

La eyaculación precoz puede hacer que un hombre se sienta inadecuado y menos ‘macho’.

EL INFORME KINGSEY

Cuando en 1948 se publicó el Informe Kingsey, eyacular 30 segundos después de haber empezado el coito no solo no era un problema, sino algo digno de un superhombre.

Esta premura en el acto sexual tenía una clara función adaptativa, así que no había razones para alargar el acto.

Los tiempos cambian y, en los 70, otro documento, realizado por Shere Hite, consiguió que el deseo femenino fuera incluido en las prácticas sexuales.

En este momento, el tiempo que duraba la penetración se colocó en el punto de mira.

Desde entonces, se ha considerado que los hombres que duraban menos de lo deseado, es decir, que eyaculaban antes de que su compañera acanzara el orgasmo, tenían un problema.

De hecho, la eyaculación precoz es la mayor demanda en las terapias por parte de los hombres, más incluso que la disfunción eréctil, dice la sexóloga Laura Morán en una charla ofrecida en el evento anual de divulgación científica Naukas.

Para este problema hay todo tipo de tratamientos como anestésicos, ácido hialurónico, o los preservativos retardantes; o entrenamientos como el de la parada y arranque, explica.

Según el DSM, la eyaculación precoz es un patron de eyaculación recurrente que tiene lugar duranten el minuto siguiente a la penetración y produce malestar.

Para que se considere como tal, tiene que pasar durante 6 meses en al menos un 75% de las ocasiones. De acuerdo a los datos de la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS), el 43% de los hombres la ha sufrido alguna vez.

Un invento

Sin embargo, la sexóloga considera que la eyaculación precoz es un invento.

«¿Qué ha pasado para que el tiempo que tarde un hombre en eyacular sea la variable que defina a una relación sexual como exitosa o como fracaso?».

Una de las razones, afirma, es el coitocentrismo, es decir, colocar a la penetración en el centro de la relación sexual, aunque se sabe que no es la mejor manera de que la mujer llegue al orgasmo. Otro, es la conocida como multiorgasmia femenina, «un santo grial que hay que alcanzarla durante la penetracion».

Y por último, la responsabilidad masculina.

Para la experta, sin embargo, no se trata de una cuestión de tiempo, sino de falta de autoconocimiento y de control de la propia eyaculación.

«En terapia estamos intentando empezar a llamarlo eyaculación involuntaria, porque no es una cuestion de tiempo sino de autoconocimiento del punto de no retorno».

El punto de no retorno es aquel por el que, incluso sin estimulación, llega la eyaculación. Muchos hombres, dice Morán, no identifican ese momento, porque «están entrenados en la masturbación rápida o centrados en el placer de sus parejas».

Para la sexologa, «no hay hombres rápidos o mujeres lentas». Y recuerda que no se trata de durar, sino de disfrutar.

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Autor

Yéssica Salazar

Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo. Con Máster en Gerencia y Tecnologías de la Información. Con infinito amor por el periodismo y los medios audiovisuales que me han permitido conocer nuevos senderos, diferentes y desconocidos.

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