El 36% de personas previamente diagnosticadas con VIH no revela su estado durante las campañas de diagnóstico. Esta es la principal concusión de un estudio realizado en el sur de Mozambique y liderado por Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria “la Caixa”, en colaboración con el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM).
En 2014, ONUSIDA se propuso alcanzar la llamada meta 90-90-90 para el 2020: diagnosticar al 90% de las personas infectadas por el VIH, tratar al 90% de personas positivas, y lograr la supresión viral en el 90% de personas tratadas. Si bien ha habido avances importantes en regiones de África, uno de los retos sigue siendo el conocimiento del estatus VIH. Esto va más allá del diagnóstico: la gente también debe aceptar el resultado, entender las implicaciones y consentir revelarlo a los demás, incluyendo al personal sanitario. Lo contrario puede resultar en la repetición innecesaria de pruebas o el abandono del seguimiento médico.
En este estudio, el equipo investigador buscó caracterizar la población de gente infectada con VIH que no revela su estatus serológico durante una campaña de diagnóstico en el distrito de Manhiça, que tiene 174.000 habitantes y una alta prevalencia de VIH (40% de adultos). De 1.179 personas registradas como VIH-seropositivas, más de una tercera parte no reveló su estatus al personal sanitario. La mayoría de ellos eran jóvenes, habían abandonado el seguimiento médico, y nunca habían llegado a tomar tratamiento antirretroviral.
El elevado porcentaje de personas que saben estar infectadas pero no lo revelan hace que se sobrestime el número de casos nuevos de VIH
El elevado porcentaje de personas que saben estar infectadas pero deciden no revelarlo puede conducir a sobrestimar el número de casos nuevos de VIH y en consecuencia distorsionar indicadores de programas, principalmente en países como Mozambique, donde el diagnostico de VIH continua siendo anónimo.
Miedo a la estigmatización
“Estos resultados sugieren que quizás estemos más cerca de la primera meta de ONUSIDA (90% de personas diagnosticadas), y que tenemos que concentrar esfuerzos en aumentar el acceso al tratamiento y alcanzar a aquellos individuos positivos que han abandonado el seguimiento médico”, dice Denise Naniche, investigadora de ISGlobal y coordinadora del estudio, leer más en SINC.