La carne picada es un producto muy perecedero y la mayoría de ella lleva incluso sulfitos, un conservante que no está exento de riesgos
La OCU ha detectado dos marcas de hamburguesas envasadas que contienen ADN de caballo. No se advierte en el etiquetado y se venden como carne de vacuno. A las mismas se les daba salida en sendos supermercados de Eroski y Alipende (Ahorramás).
El estudio de la organización se realizó mediante análisis en un laboratorio, tras haber seleccionado 20 hamburguesas frescas envasadas de venta en supermercados. Las muestras eleccionadas se vendían bajo distintas denominaciones: «Preparado de carne picada» y «Burger Meat».
Según informa la OCU «Estos resultados indican claramente que se está cometiendo un fraude al consumidor, pues se venden hamburguesas en cuyas etiquetas no se indican los ingredientes reales. No es un problema de seguridad alimentaria pero sí un engaño al consumidor, que se lleva a su casa un producto diferente al que cree estar comprando».
UN PRODUCTO NADA RECOMENDABLE
Las conclusiones del informe dejan de manifiesto, por otra parte, que la calidad de carne de los productos analizados es, en general, pobre: muchos tendones, cartílagos que se usan en vez de carne de calidad… Esto, unido a un exceso de grasa, al recurso a los aditivos a menudo injustificados y al abuso de la sal hacen de las hamburguesas un producto poco apetecible.
Asimismo se realza que la carne picada «es un producto muy perecedero. La gran mayoría de las hamburguesas frescas envasadas llevan conservantes. a carne picada es un producto muy perecedero. La gran mayoría de las hamburguesas frescas envasadas llevan conservantes. Muchas recurren otros aditivos como antioxidantes, colorantes, potenciadores del sabor o incluso sulfitos, un conservante que no está exento de riesgos.