Valencia revive la «euforia y ansiedad» de la Belle Epoque con una muestra de Manet, Sorolla y Tolouse-Lautrec

El Centre del Carme de Valencia revive desde este martes la «euforia y la ansiedad» de la Belle Epoque con una gran exposición que revisa un período histórico clave para la historia europea –el que transcurrió entre la contienda franco-prusiana y la I Guerra Mundial– a través de 78 retratos firmados por creadores de la talla de Manet, Boldini, Sargent, Sorolla y Tolouse-Lautrec, mucho de los cuales se pueden contemplar por primera vez en España.

Una treintena de instituciones y coleccionistas de 11 países, como la Casa Real, el Museo Thyssen, la Fundación Casa de Alba, el Metropolitan y la Hispanic Society de Nueva York, la Galleria degli Uffizzi de Florencia, el Leopold Museum de Viena, Nasjional-galleriet de Oslo, Nacionalmuseum de Stockholm y The State Tretyakov Gallery de Moscú, entre otros, han colaborado en esta selección, que se convertirá en «uno de los acontecimientos culturales del año».

Así lo ha asegurado la consejera de Cultura de la Generalitat valenciana, Trini Miró, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por el director ejecutivo en Levante-Murcia de la Caixa –entidad que coproduce el proyecto junto al Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana–, Bibiano Martínez; el secretario general de la Fundación la Caixa, Luís Reverter, y los comisarios de la muestra, Tomás y Boye Llorens. En la inauguración de esta tarde, programada a las 20.00 horas, está prevista la asistencia de personalidades como el duque de Huéscar y de la baronesa Thyssen.

La exhibición, con sirve para reabrir el Centre del Carme tras su proceso de restauración, se podrá contemplar en este espacio valenciano hasta el próximo 26 de junio y, posteriormente, estará en el CaixaForum Barcelona del 19 de julio al 25 de septiembre.

Este repaso pictórico de la historia del Viejo Continente ha sido posible gracias a la primera coproducción expositiva que realizan la Conselleria de Cultura, que ha aportado 460.000 euros a la iniciativa, y la Caixa, que ha destinado más de 500.000. Se trata pues de un proyecto que supera el millón de euros pero que es «una inversión», tanto por su interés cultural como poder de atracción turística, ha recalcado Trini Miró. Los responsables de ambos organismos han dejado la puerta abierta a futuros proyectos conjuntos.

La exposición propone al visitante un bello itinerario por el devenir social y creativo entre 1875 y 1920, aproximadamente. Este periplo se hace de la mano de 42 artistas pertenecientes a tres generaciones.

La primera de ellas, que incluye a los nacidos en la década de 1830 a 1840, abarca nombres como Manet, Whistler y Boldini. Seguidamente, aparece un grupo intermedio –el más ampliamente representado– en el que figuran Sargent, Sorolla, Zorn, Corinth, Munch, Repin, Serov, Bruvel y Tolouse-Lautrec. Finalmente, la muestra se detiene en los autores de entre 1870 y 1880, donde se encuentran Vuillard, Kokoschka, Chiele y Kirchner.

Además, se dibuja un estudio tipológico del arte del retrato con diferentes secciones dedicadas a los autorretratos, las escenas de sociedad, las obras que intentan captar el temperamento y carácter del personaje, los retratos de grupo, los ambientes, las imágenes al aire libre,e l retrato como símbolo y la crisis final vivida en los años previos a la Gran Guerra.

Tomás Llorens ha explicado que, bajo este discurso formal, subyace una mirada que intenta desentrañar los secretos de una época «difícil», al tiempo que «fundamental» en Europa –entendida ésta en un sentido amplio– en la que el desarrollo económico, los avances tecnológicos y la instauración del primer sistema económico global provocaron «las transformaciones más profundas experimentadas hasta entonces».

En el plano artístico, esta situación se tradujo en que los creadores se vieron inmersos en un auténtico «laboratorio cambiante», lo que causó un «sentimiento de extraordinaria euforia» pero también de «ansiedad», ha agregado el especialista.

OBRAS «ESTRELLA»

El comisario ha expresado su satisfacción por ver culminado un proyecto que se ha estado gestando durante los últimos tres años. También se ha referido a algunas de las piezas «estrella» de la muestra, las que más ha costado de conseguir. Así, ha destacado el ‘Retrato del rey don Alfonso XIII con el uniforme de Húsares’, pintado por Joaquín Sorolla en 1907, y que habitualmente se encuentra en el despacho del Príncipe de Asturias.

De igual modo ha subrayado la importancia de ‘La Duquesa de Sutherland’ de Sargent(1904), que ocupa la cabecera de la sala del siglo XIX del Museo Thyssen-Bornemisza, o el autorretrato de Shiele ‘El poeta’ (1911).

El experto ha agradecido la «complicidad» de todas estas instituciones porque, ha reconocido, prestar obras que «no están en almacenes, sino que están colgadas de las paredes y el público espera verlas allí».

De forma paralela a la exposición, que se acompañará de conferencias y talleres didácticos, se ha editado un catálogo que reproduce los fondos seleccionados e incluye textos de Tomás Llorens, Boye Llorens, Pilar Pedraza, Valeriano Bozal, Barbara Guidi y Danièle Devynck.

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Autor

Irene Perezagua

Ejecutiva de cuentas en Interprofit. Fue redactora de Periodista Digital entre 2011 y 2013

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