Gustave Flaubert, acaso sin proponérselo, dejó una pregunta sin respuesta cuando escribió que su Emma Bovary se parecía a «la mujer pálida de Barcelona».
¿A quién se refería? ¿A un personaje real? ¿A un dicho popular? ¿A la modelo de un cuadro? ¿Existió realmente una Bovary de Barcelona? El azar quiere que sea un profesor barcelonés de secundaria quien intente resolver el enigma, siglo y medio después de que Flaubert describiera así a su heroína.
El catedrático de literatura Guillermo Jiménez busca la respuesta entre Filadelfia, Lyon y Barcelona. Será precisamente en esta última ciudad donde la aparición en una misteriosa casa modernista de un cuadro expoliado por los nazis instigará su búsqueda.
Gustave Courbet, Baudelaire, damas francesas del xix adictas al opio, Hermann Göring y una perturbadora mujer de nuestros días dan cuerpo a una investigación sobre el deseo y la obsesión, la historia y el arte, la verdad y la ficción.
«Un misterioso artístico que es al mismo tiempo una apasionante historia de búsqueda personal. Un insólito triángulo marcado por los secretos, la diferencia generacional y el deseo».
Sergo Vila-Sanjuán
«Un relato misterioso y elegante que he léido con placer».
Eduardo Mendoza
Miguel Molina (Barcelona, 1963) vive inmerso en la rabiosa actualidad desde hace casi treinta años, cuando se estrenó como periodista en una redacción.
Actualmente es director adjunto de La Vanguardia, adonde llegó en 1995 tras trabajar en Segre, El Periódico de Aragón y El Periódico de Catalunya.
Como reportero ha cubierto catástrofes como los huracanes George y Katrina, pero su pasión es la aventura. Fruto de ella es su libro El Everest a la hora punta, que agrupa una serie de reportajes publicados desde el campo base de la montaña.
Una flor del mal, su primera novela, es la consecuencia de otra de sus aficiones: indagar en la cara oculta de los cuadros, reconstruir las biografías de las modelos que se encuentran a medio camimo entre la realidad y el personaje idealizado por el pintor.