"No podemos olvidarnos de Haití, un país moribundo"

Padre Ángel: «Si los que más tienen no reparten habrá que quitárselo, y esto no es una blasfemia»

Partidario de que las solidaridad esté en manos de las ONGs, no de los gobierno

El fundador de la Asociación Mensajeros de la Paz, Ángel García Rodríguez, conocido como el Padre Ángel, ha hecho hoy en Avilés un llamamiento desesperado para que la gente no se olvide de Haití, «donde murieron muchas personas, pero es un país que está vivo y se va a morir si no le ayudamos».

«Haití, Haití y Haití«, ha enfatizado el Padre Ángel ante la pregunta de cuál es su principal proyecto ahora, y ha insistido en la necesidad de devolver la mirada a un país golpeado por un terremoto que se cobró la vida de más de 300.000 personas y dejó sin techo a un millón de habitantes.

El Padre Ángel, que acaba de regresar del país caribeño, ha sido recibido hoy por la alcaldesa de la ciudad, Pilar Varela, junto al poeta asturiano Antonio Gamoneda y al empresario avilesino Manuel Álvarez, «Lloriana».

Los tres han sido distinguidos con la Sardina de Oro que cada año entrega la Agrupación Folclórica de Avilés «Sabugo ¡Tente firme!».

En un encuentro con periodistas posterior a la recepción, el Padre Ángel se ha mostrado partidario de que las solidaridad esté en manos de las ONGs, no de los gobiernos «que están para gobernar» y, de hecho, en lugares como Haití, las ayudas «vienen de los pueblos» porque los países han dicho que lo iban a hacer, «y ojalá sea verdad, pero de momento no han llegado».

«Somos muy dados a darnos premios, esto es una muestra de lo que es Asturias, que siempre quiso a los suyos y lo que hoy hacemos es dejarnos querer los tres», ha dicho en relación a este premio, que se suma a un palmarés que incluye el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Por su parte, el poeta Antonio Gamoneda ha dicho que la Sardina de Oro viene a ser «una conformación pública» de su condición de asturiano y que eso le proporciona «una gran satisfacción».

Gamoneda ha calificado de «flojita» la producción actual de poesía, aunque ha reconocido que los más jóvenes, de menos de treinta años, «están iniciando un despegue interesante».
Sin embargo, la poesía española, al margen de individuales, tiene un nivel medio cualitativo «no satisfactorio y esto viene sucediendo desde hace cuarenta años por lo menos», ha añadido el autor de obras como «Arden las pérdidas» o «Extravío en la luz».

El tercer galardonado, el empresario conocido como Lloriana, se ha mostrado muy orgulloso de recibir el premio «aunque hay mucha más gente que se lo merece porque ha trabajado más».

A sus 82, este próspero empresario no quiere ni oír hablar de jubilación y aunque ha reconocido que ya no trabaja «las veinte horas de antes», todavía trabaja «ocho y diez horas cada día», porque sin ello no puede vivir.

En une entervista a La Nueva España, el Padre Ángel decía: «Pienso que hay que repartir más, y si los que más tienen no reparten habrá que quitárselo, y esto no es una blasfemia»

(RD/Efe)

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído