Ante esta realidad aparece el desafío de ser fermento en la masa, signo de esperanza y alimentadores de una espiritualidad que lleve a descubrir que otro mundo es posible
(Luis Miguel Modino).- En la vida de las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) de Brasil tienen especial importancia los Intereclesiales, momentos privilegiados de celebración y de intercambio de experiencias, que se celebran generalmente cada cuatro años en diferentes diócesis de la geografía brasileña. El próximo será en Londrina, estado de Paraná, en enero de 2018.
Para preparar este encuentro, se han reunido en la sede del evento, representantes de los diferentes regionales que forman la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, por sus siglas en portugués), los asesores nacionales y los obispos Monseñor Orlando Brandes, arzobispo local, Monseñor Giovane Pereira de Melo, obispo de Tocantinópolis que acompaña a las CEBs a nivel nacional y Monseñor Manoel João Francisco, obispo de Cornélio Procópio y representante del CONIC (Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, por sus siglas en portugués).
Este primer encuentro sirvió para poder reflexionar sobre la realidad de las comunidades eclesiales de base a nivel local, marcada por la realidad de las grandes urbes en las que las contradicciones de la modernidad aparecen reflejadas en los diferentes ámbitos sociales. Ante esta realidad aparece el desafío de ser fermento en la masa, signo de esperanza y alimentadores de una espiritualidad que lleve a descubrir que otro mundo es posible.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: