Chau es uno de los obispos más cercanos a la figura de Juan Luis Cipriani, y fue uno de los rostros que acompañaron al Cardenal durante gran parte del litigio contra la Universidad Católica
(Matheus Calderón en Altavoz).- «Querido monseñor, estoy listo para firmar el convenio para arrancar la clínica SIS. Ya está todo listo. Solo necesitamos la firma del párroco nada más y nos dé su número de cuenta. Y arrancamos».
El pasado viernes, luego de conocerse dichas conversaciones, la Presidencia del Consejo de Ministros, denunció ante el Ministerio Público el accionar del ex asesor por siete delitos: concusión, colusión, cohecho pasivo propio, cohecho pasivo impropio, negociación incompatible, tráfico de influencias y asociación ilícita.
En su defensa, Carlos Moreno, negó la existencia e implementación de dicho contrato entre el SIS y el Arzobispado. Sin embargo, eso no es cierto ya que este acuerdo fue el primero en firmarse con la finalidad de que se brinden servicios a través de la Clínica de Osteoporosis.
En un negocio, sin embargo, siempre existen varias partes: el escándalo que ha afectado al ex asesor presidencial en temas de Salud Carlos Moreno no solo involucra a personajes del ámbito estatal, sino también del ámbito eclesiástico. ¿La figura central? Quien es actualmente el obispo auxiliar de Lima Raúl Chau, sobre quien se ciernen diferentes cuestionamientos que hasta ahora no han sido respondidos.
Chau, píldora
En un artículo titulado «La arquidiócesis de Lima en la tempestad«, el investigador italiano Francesco Strazzari ya daba luces sobre el papel que Raúl Chau ha tenido dentro de la comunidad eclesiástica.
Chau es uno de los obispos más cercanos a la figura de Juan Luis Cipriani, y fue uno de los rostros que acompañaron al Cardenal durante gran parte del litigio contra la Universidad Católica.
Monseñor Chau, además, es parte de la comisión para la Familia y la Vida en la Conferencia Episcopal Peruana (presidida por el conservador prelado José Eguren, parte del cuestionado Sodalicio de Vida Cristiana), así como presidente de la comisión de Liturgia, lo cual explica, en parte, por qué es con monseñor Chau que Carlos Moreno discute temas referentes a la píldora del día siguiente.
«No le haga caso porque la píldora del día siguiente está en el Tribunal Constitucional. Y hoy día en la mañana ya hablé y eso no va salir nunca. No le haga caso es una loca de atar», señala en el audio Carlos Moreno, hoy denunciado por siete delitos.
Hijo obediente
Chau, de acuerdo a la biografía que aparece en la página oficial del arzobispado de Lima, no ha finalizado su licenciatura en Teología, no obstante ya ha sido el secretario personal del arzobispo Vargas Alzamora, de tendencia conservadora, así como el secretario de Juan Luis Cipriani hasta el año 2007.
Chau «actualmente está terminando la Licenciatura en Teología con especialización en Moral y Espiritualidad en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra (España)», reza la biografía oficial del obispo auxiliar.
En el año 2009, con 42 años, fue nombrado obispo por Benedicto XVI, y se convirtió en uno de los obispos más jóvenes del mundo. «Mi propósito es ser un hijo obediente de la Iglesia y colaborar con el mismo ánimo de siempre con las labores intensas el Cardenal Cipriani», señaló en ese entonces.
«Parece que no le interesara mucho la Arquidiócesis»
Las pistas que brinda Francesco Strazzari, sin embargo, no pueden ser sino desalentadoras. «Un experto de primer orden, astuto, llamado a ser el secretario personal del cardenal Vargas y luego de Cipriani», indica sobre Chau el investigador italiano.
«Él se ha rodeado de sacerdotes implicados en escándalos sexuales, de dinero y poder. De hecho, el Cardenal Cipriani no hace nada sin la opinión de Monseñor Raúl Chau Quispe y siempre aparece como una figura decorativa y parece que no le interesara mucho de la vida de la Arquidiócesis», continúa, en referencia a la amistad de Chau con quien fuera el padre Martín Sánchez, luego descalificado para la labor pastoral por casos de acoso sexual contra menores de edad.
«De lo que muchos sectores se quejan es de que en este tiempo, hasta la retirada de Cipriani en el 2018, la arquidiócesis de Lima está en manos de un lobby que ha gobernado durante 16 años, causando graves daños en la pastoral, la decepción entre los fieles y la comunión eclesiástica, a causa de la codicia por el poder y el dinero que caracteriza al grupo de monseñor Chau, de quien se conocen nombres y apellidos y actividades, en relación estrecha y ambigua con el Opus Dei y los círculos conservadores», informaba Strazzari en la nota para Settimana.
Varias de las acusaciones de Strazzari, que revela que durante el tiempo en el que Cipriani y Chau han manejado el Arzobispado 36 sacerdotes han colgado los hábitos, ya fueron recogidas este año en una columna de Martín Scheuch para Exitosa.pe, antes publicada en su blog personal.
Arzobispado sin respuesta
No es el único caso en el que nada santas vinculaciones económicas tocan al Arzobispado de Lima. El caso del colegio Santo Toribio (el de los «Toribianitos») así como el caso de las hermanas de Agua Viva en el Centro de Lima, que se resolvieron en los tribunales, demuestran el interés del Arzobispado en generar ganancias a través de sus propiedades.
Hasta el momento, el Arzobispado de Lima no se ha pronunciado sobre el caso. Consultado por este diario, una representante de la oficina de Comunicaciones y Prensa señaló que por ahora Raúl Chau no está respondiendo mensajes, pero que «ya se van a enterar» de su pronunciamiento.