Continúan las medidas cautelares, semanales, no hay riesgo de fuga, no lo habido nunca
Carmen Cifuentes, uno de los letrados que representa al párroco de Borja, Florencio Garcés, de 70 años, imputado en la ‘Operación Espino’, ha afirmado que se debe de «poner fin» a un procedimiento que «no tiene ningún tipo de significación».
El sacerdote, por su parte, ha difundido una carta entre sus feligreses agradeciéndoles el multitudinario apoyo que le vienen dando desde que fue arrestado, el pasado 1 de diciembre. En la misiva afirma ser víctima de «la mentira y el engaño». Fue acusado inicialmente de abusos sexuales continuados, apropiación indebida, coacciones, blanqueo de capitales y simulación de delitos.
La Guardia Civil detuvo el pasado 29 de noviembre a Garcés por su posible implicación en varios delitos, entre ellos, apropiación indebida de dinero de la parroquia. Días más tarde fueron detenidas otras cinco personas de la misma familia, que al igual que el sacerdote, se encuentran en libertad con cargos.
«Somos partidarios de que se esclarezca la verdad y poner fin a un procedimiento que no tiene ningún tipo de significación», ha recalcado en declaraciones a los medios de comunicación este lunes, después de que el cura haya tenido que acudir al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona, encargado de las diligencias, a realizar una prueba caligráfica y poder cotejarla con algunos de los documentos intervenidos.
En este sentido, ha apuntado que «superado abiertamente la cuestión de esa presunta apropiación indebida, lo que no tiene ningún sentido es estirar artificialmente una instrucción«.
Por otra parte, Cifuentes ha subrayado que «aquí se comparece cada vez que Florencio es llamado», por lo que aunque «continúan las medidas cautelares, semanales, no hay riesgo de fuga, no lo habido nunca». El sacerdote ha acudido al Juzgado a las 11.30 horas, tal y como estaba previsto.
El objeto de la diligencia de este lunes en el Juzgado de Tarazona ha sido la formación de un cuerpo de escritura para realizar, posteriormente, una prueba pericial caligráfica, «en relación a determinados documentos que hay en las actuaciones», ha informado la letrada.
En este punto, ha mencionado que uno de los documentos para los que se podría usar la prueba es un «pagaré» que «supuestamente» se firmó, entre el párroco y uno de los cinco miembros de la familia imputada, y aunque también manuscritos «varios».
«La cuestión es ver si una serie de documentos han sido o no suscritos por Florencio Garcés», ha relatado Cifuentes, quien ha añadido que esos textos habrían sido intervenidos por la Guardia Civil durante un registro domiciliario.
Preguntada por los medios de comunicación por unas notas que se achacan a su patrocinado, Cifuentes ha indicado que se trataba de un «refresco de ideas» que el párroco hizo en el momento en el que iba a declarar, en dependencias de la Guardia Civil.
«No es un texto organizativo, eso es lo que se puede pretender hacer ver pero para nada, está perfectamente delimitado, lo que pretende es que no se le vaya ninguna idea que considere que es importante en una declaración», ha agregado.
(RD/Ep)