No es ajeno a todo esto que apenas queden 20 días para las elecciones generales en España (La gran promesa electoral del agonizante Sánchez: el derecho a la eutanasia y a una muerte digna).
Esta semana ha habido dos noticias en España que deberían alertarnos sobre el tipo de sociedad que nos quieren imponer ciertos políticos y periodistas que se dicen adalides del «progreso» (El hombre detenido por ayudar a suicidarse a su mujer en fase terminal queda en libertad )
Y sobre todo ello reflexiona en voz alta este 7 de abroil de 2019 @ElentirVigo en Contandoestrelas (JORGE DEL CORRAL: «CONVENDRÍA CREAR UN CUERPO NACIONAL DE PUNTILLEROS DEL ESTADO PARA APLICAR LA FUTURA LEY DE EUTANASIA»):
Otro intento más de enviar a prisión a un obispo recurriendo a un bulo
El martes 2 de abril, ciertos medios propagaron un bulo sobre el obispo de Alcalá, Monseñor Reig Plà. Le acusan de montar cursos para «curar» la homosexualidad, y todo por ofrecer ayuda espiritual a un periodista de un digital de ultraizquierda que se hizo pasar por un falso homosexual y que fue a pedir ayuda a un Centro de Orientación Familiar dependiente de la Diócesis de Alcalá (Los cursos para ‘curar’ la homosexualidad del Obispado de Alcalá de Henares).
Los católicos llamamos «curas» a nuestros sacerdotes precisamente porque su misión es curar las heridas del alma. Lo que tal vez pretenden los progres es que la Iglesia renuncie a proporcionar ayuda espiritual al que se la pida. Y es que los izquierdistas aspiran a ser nuestros guías espirituales exclusivos y no admiten ninguna competencia que les pueda hacer sombra (El Papa lamenta la «fuerte tendencia a la legalización de la eutanasia» en el mundo).
Recordemos que algunos llevan años intentando meter a la cárcel a un obispo español por discrepar y recurriendo a bulos: lo han intentado varias veces, hasta ahora sin que ningún tribunal haya aceptado colaborar en ese grosero pisoteo de nuestras libertades.
¿Puedes elegir tu género, pero no puedes elegir tu orientación sexual?
Más allá del bulo en sí, lo que esas falsas noticias han conseguido es avivar un debate que aún sigue sin resolver: ¿se nace homosexual o es una elección? En el propio ámbito científico ha habido opiniones para todos los gustos.
Yo no tengo una respuesta para eso, pero hay algo que me llama la atención: los ideólogos progres llevan años diciéndonos que uno tiene derecho a elegir su género, con independencia del sexo biológico (Los obispos no saldrán a la calle para manifestarse contra las leyes sobre eutanasia o transexualidad).
Dicen que masculinidad o feminidad no son más que construcciones culturales sin ningún origen biológico. Es más: en función de esa elección de género, consideran legítimo pedir a un médico una castración, ya sea química o quirúrgica (y lo siento si la palabra suena fuerte, pero se trata de un término usado por los médicos), e incluso apoyan leyes para hormonar a niños contra la opinión de sus padres, sin importar las gravísimas consecuencias que eso puede tener, al ser una decisión irreversible tomada a una edad inmadura.
Al mismo tiempo que fomentan los cambios de sexo, no toleran los cambios de orientación sexual (dicho sea de paso, los primeros propiamente no existen, ya que el sexo lo determina el ADN y eso es inmutable; mientras que los segundos sí se han dado).
Digo que no los toleran porque en caso de que fuesen una elección, como afirman algunos, ¿desde cuándo a alguien le está prohibido pedir ayuda para tomar una decisión?
En el caso que nos ocupa, ni siquiera toleran la mera oferta de ayuda espiritual a alguien que decía estar descontento con un determinado estilo de vida defendido por ese lobby. Incluso amenazan con fuertes multas al que se atreva a ofrecerla.
Sin embargo, los miembros de ese lobby obligan a niños a asistir a charlas para orientarles -o más bien desorientarles- sobre su sexualidad, sin tener ni preparación para ello ni el permiso de sus familias, e incluso contra la decisión de los padres de los pequeños.
Al final parece que más que leyes LGTB, lo que tenemos son leyes del embudo, según las cuales ciertos grupos muy influyentes pueden hacer lo que les dé la gana y los demás no podemos ni abrir la boca.
¿No puedes pedir ayuda espiritual a la Iglesia, pero sí ayuda para matarte?
La segunda noticia saltó a los medios el jueves: un hombre ayudó a su mujer enferma a suicidarse. Este caso ha sido usado por la izquierda (incluyendo a Ciudadanos) para promover el debate sobre la legalización de la eutanasia, pero eso sí, sin informar de los graves efectos que tuvo esa medida en Holanda, degradando los cuidados paliativos y con muchos casos de pacientes eutanasiados sin su consentimiento.
Y es que el progresismo siempre abre sus «debates sociales» de forma tramposa, intentando sacar tajada emocional de casos extremos para luego normalizar auténticas aberraciones. Los argumentos que manejan algunos ya no se limitan a legalizar la eutanasia, sino también el suicidio asistido.
Pero estos aberrantes planteamientos no sólo se exponen ocultando sus consecuencias, sino que además la barbaridad se disfraza de «libertad de elección», para que genere menos rechazo, lo mismo que con el aborto.
Lo curioso de esta noticia es su relación con la primera: nos están diciendo que en el paraíso progre podrás pedir asistencia material para matarte, pero no ayuda espiritual para cambiar de vida.
¿A qué esperpento de sociedad nos quiere llevar esta gente? Tengamos en cuenta que en España hay más de 3.600 suicidios al año. Es un problema muy grave, pero el Estado no hace nada para afrontarlo. En vez de eso, la izquierda se lanza a justificar el suicidio. Es de locos. ¿Se han parado a pensar en los terribles efectos que puede tener esto en las personas que sufren una depresión?
Al final, todo parece sospechosamente orientado a deshacerse de pacientes que resultan muy caros para la sanidad pública, en el marco de una crisis demográfica sin precedentes, y que ha sido provocada en buena medida por el antinatalismo neomalthusiano de esa misma izquierda: recordemos como hace cinco años un medio progre intentaba convencernos de que sobraba gente, refiriéndose concretamente a los parados y proponiendo el aborto como remedio.
Y es que parece que la izquierda quiere resolverlo todo recurriendo a la muerte. Una obsesión que ya tenían los comunistas, con los terribles resultados que ya conocemos todos.