Se está intentando que la Iglesia "tenga un pensamiento único, como una dictadura en la que todos tienen que pensar lo mismo"
El director de L’Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, ha indicado hoy en Ávila que será «difícil» que las nuevas generaciones estén dispuestos a pagar por la información.
En la II Escuela de Verano de la Universidad Católica de Ávila, Giovanni Maria Vian ha afirmado que los medios, en tiempos de crisis, tienen una responsabilidad especial.
En su opinión, hay que dar a las personas los instrumentos para «evaluar críticamente» lo que está pasando, aunque el debate sobre el pago por contenidos «no está resuelto».
Con 150 años de vida, el editor del medio de comunicación oficial de la Santa Sede, que es el Papa Benedicto XVI, ha decidido «dejar acceso libre«.
«Es mejor dejar acceso libre y conseguir publicidad», ha añadido, porque «es difícil» que se pague por el acceso a la información en internet.
A modo de ejemplo, el director de L’Osservatore Romano se ha referido a lo ocurrido en Estados Unidos, donde se ha visto que ese modelo «no funciona».
No obstante, sobre todo, se está viendo en las generaciones más jóvenes que, según ha indicado, «no están dispuestos a pagar por la información».
En su intervención, por otra parte, Giovanni Maria Vian se ha referido al hecho «muy grave en sí» de la filtración de documentos en el Vaticano, pero sólo para afirmar que el contenido de los documentos «no demuestra absolutamente nada vergonzoso».
«Sólo demuestra lo que es la Santa Sede, un organismo en el que coexisten muchos puntos de vista que se expresan con gran libertad», ha añadido.
En su opinión, se está intentando que la Iglesia «tenga un pensamiento único, como una dictadura en la que todos tienen que pensar lo mismo», pero «después se escandalizan desde fuera cuando ven que eso no es así».
Para Giovanni Maria Vian, lo que ha salido a la luz es «una demostración de la libertad que hay en la Iglesia Católica», por lo que ha rechazado que se trate de un «escándalo», sobre todo ante «escándalos» a los que se ha referido el Papa, como los abusos sexuales por parte de sacerdotes.
«Esto sí es un escándalo, no el de los documentos», ha añadido, incidiendo en que «es un escándalo de por sí, pero en realidad no hay secreto del que avergonzarse». (RD/Efe)
