El Betis se deja dos puntos en Anoeta

El Betis confirmó en Anoeta la mejoría apuntada con su agónico triunfo de la pasada jornada, aunque se dejó dos puntos al no pasar del empate ante una Real Sociedad que dejó patente que el es peor equipo de la Liga.

El encuentro parecía estar predestinado al empate, y poco mérito tendrán los quinielistas que lo hayan acertado, porque jugaban un conjunto bético que no ha ganado todavía fuera de su campo y una Real que no sabe tampoco lo que es vencer en San Sebastián. Los donostiarras empezaron con energía y un juego más convincente que en partidos anteriores, con una búsqueda constante al jugador que está en mejor forma, el joven Díaz de Cerio, quien pudo batir la portería de Contreras en el minuto 12, con un intencionado cabezazo que no encontró por muy poco su objetivo.

Fue un espejismo, porque enseguida se le acabó la pólvora a la Real tras este intento y, como el Betis tampoco hizo gran cosa por desnivelar el marcador, el juego fue muy insulso de forma que Contreras y Bravo, los dos guardametas, habrían tenido un protagonismo parecido de haber estado sentados en su área. De hecho, la siguiente ocasión de gol no se produciría hasta el tiempo de descuento del primer tiempo, en un saque de esquina que encontró a Garitano y cesión de éste para que rematara el omnipresente Díaz de Cerio, pero su balón lo detendría en la misma línea de gol, con cierta fortuna, Contreras.

El Betis había hecho el trabajo más sucio, el del desgaste anímico y físico de su rival y, a la vuelta de vestuarios, entró en el campo con mayor energía y con Edu como catalizador del juego ofensivo de los andaluces. El centrocampista brasileño estaría muy cerca de marcar en el minuto 53, al adelantarse a la defensa local y cabecear fuera por escasos centímetros un servicio de Rivera.

Como el Betis parecía estar conforme con el empate, al menos eso había dicho Jabo Irureta antes del partido, y la Real está para muy pocos trotes a la hora de generar peligro en la puerta rival, el partido siguió por derroteros similares a los de la primera parte ante la apatía de un público cada vez más resignado con la suerte de su equipo.

En los últimos minutos, sí fue el conjunto andaluz descaradamente a por el triunfo, Irureta sacó del banquillo a su artillería brasileña y Bravo pasó por mucho apuros para poder mantener su portería a cero, aunque contribuyó a que su equipo sumara un punto que vale de bien poco.

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