Mientras Casillas le retaba como un profesor a un niño maleducado, Mourinho sonrió, se dio la vuelta, y se alejó murmurando...
No hay manera de enterarse qué ocurre exactamente en el Real Madrid con la prensa escrita editada en la capital. Evidentemente, no hace falta tener topos en el vestuario para intuir que tras la derrota en la Copa del Rey las aguas no deben bajar tranquilas por Concha Espina. Ahora bien, algo más debe de ocurrir cuando Marca (Unidad Editorial) y El País (Prisa) se ponen tan de acuerdo este viernes 14 de diciembre de 2012.
El diario Marca apuesta por titular ‘Polvorín’ para asegurar que «la derrota en Vigo aumenta el distanciamiento entre Mourinho y la plantilla». Un poco más y cualquiera diría que se han puesto de acuerdo con Diego Torres, que elige titular por ‘Guerra psicológica en el vestuario del Madrid’ para explicar que «la derrota en Balaídos ante el Celta de Vigo en la Copa acentúa la tensión entre José Mourinho y sus jugadores». Dos sumarios que parecen sendas gotas de agua.
Aprovechando la coyuntura, Torres, al que en las redes sociales muchos aficionados del Madrid que apoyan a su entrenador le tienen ojeriza y le acusan de ser la voz de Jorge Valdano, vuelve a hacerse eco de una supuesta conversación entre Iker Casillas y el entrenador portugués:
El capitán, Iker Casillas, que después del partido había convocado a los medios de comunicación para defender al mánager y culpar al árbitro. El lunes siguiente, antes de la práctica, Casillas buscó al mánager, según fuentes de Valdebebas, y lo reprobó con dureza.
El capitán le pidió a Mourinho que le explicara a quién se refirió en Sevilla cuando dijo que había unos que siempre ganaban más que otros. Casillas le confesó su frustración al comprobar que, después de defenderle ante la prensa, y después de criticar al árbitro porque así se lo habían pedido desde la directiva, había descubierto que él responsabilizó de la derrota a los jugadores por falta de profesionalismo, poniendo como ejemplo al tenista Radek Stepanek.
«¡Yo en público me muerdo la lengua por el bien de la institución!», zanjó el portero. «¡Haga usted lo mismo! ¡Y si tiene algo que decirle a alguien, dígalo la cara!». Mientras Casillas le retaba como un profesor a un niño maleducado, Mourinho sonrió, se dio la vuelta, y se alejó murmurando: «No me referí a nadie en concreto, hablaba en general…»
Como no todo el monte es orégano, para los más acérrimos de José Mourinho siempre les quedará el diario AS. El rotativo que dirige Alfredo Relaño -curiosamente, del mismo grupo editor que El País, donde trabaja Diego Torres- sale en portada con un ‘Florentino, a tope por Mourinho’ y explica que el ocupante de la poltrona blanca ‘prepara un alegato en favor del entrenador para mañana en la entrega de insignias a los socios más antiguos’.