Indómita como su novio se agita, pero no se mezcla con sus congéneres para regocijo de los fotógrafos
Como subraya Isabel de Dios en ‘ESD‘, menos mal que siempre nos quedará Mario Balotelli para echarle un poco de picante a la crónica cuore-deportiva.
Que si Cristiano posando en Times Square con Irina Shayk de escapada neoyorkina tras sus días de farras con amigos en Miami, Robben en Formentera con su esposa y sus tres hijos protagonizando fotos de postal, Albiol mandando tuits de amor por su segundo aniversario con Alicia Roig, Falcao y Lorelei luciendo embarazo en bañador y derrochando kilos de miel en las playas de Miami… Lo de las fotos de Kaká con su esposa y sus dos hijos comiendo helados de chocolate con la forma de la cabeza de Mickey Mouse, punto y aparte.
Y entre tanta mermelada de fresa, ahí está SuperMario para dinamitar los arroyos de confetis de colores:
«¡Quién diga que voy a casarme es un idiota!».
Y la lexuberante Fanny Neguesha tampoco se calla. Si el domingo llamó la atención en Maracaná, donde siguió el México-Italia y vio cómo ‘Balo‘ sentenciaba ante el ‘tri‘ con un gol de fe y poderío físico (1-2), este martes cautivó a los transeúntes durante su paseo por el paseo marítimo de Río de Janeiro, flanqueada por un guardaespaldas ‘azzurro‘.
En una pequeña entrevista al diario ‘O Globo’, ha dicho lo esperado:
«Me encanta este país, y me gusta esta ciudad, con sus playas de Lebon y Copacabana, todo. Mi sueño era conocer Brasil, y me encantaría quedarme aquí con Balotelli».
«No sé como son los hombres brasileños, no los conozco. Sólo conozco a los italianos, Mario es italiano».
Preguntada asimismo cómo es el explosivo ‘Super Mario’ fuera del campo y con ella, la exhuberante cantante belga asegura que «es muy cariñoso«, pero a la vez «muy celoso».
Si alguien pensó que la maciza había conseguido apaciguar al indómito tigre italiano, estaba muy equivocado, tal como se ha encargado de desmentir él mismo de manera categórica y muy fiel a su estilo.
Que sí, que los dos están muy bien juntos, y que Balotelli le ha regalado un anillo de diamantes de a 117.000 euros, pero de cuentos de hadas, con finales felices y perdices, nada de nada.
Por el momento tendremos que conformarnos con ver las mareantes curvas de Fanny en las gradas de los estadios de Brasil, donde Italia se le juega en la Copa Confederaciones.
Los brasileños lo van a tener complicado para elegir estos días a la hora de fijar la vista: por un lado el cuerpo del deseo de Neguesha luciendo escuetos y llamativos modelitos en colores no aptos para mirones con la vista sensible.
Al otro lado del ring, su flamante novio, con esa afición suya a quitarse la camiseta a la primera de cambio para lucir tableta de chocolate, nunca mejor dicho. Ya se ha quejado su entrenador de este afán exhibicionista, pero con Balotelli, es lo que hay.
Menos mal que los brasileños son algo más tolerantes con esto del protocolo estético a la hora de vestir, porque por mucho menos de lo que está mostrando Fanny en las gradas, a la novia de Samy Khedira, Lena Gerke, le llamaron la atención desde la Federación Alemana de Fútbol en la Eurocopa 2012 para que no vistiera tan sexy en los partidos, que les robaba la atención a los futbolistas…
Porque Neguesha ha compartido gradas con el resto de esposas y novias de jugadores italianos, pero una cosa es juntarse y otra bien distinta mezclarse («mezclado, no agitado«, que diría James Bond).
Porque allí las bellas actrices y modelos lucían todas la camiseta de la Azzurra en sus diferentes variantes, pero ella no. Fanny se niega a enfundarse una t-shirt nada sexy y, de paso, hace las delicias de los fotógrafos, que la localizan en menos de lo canta un gallo. Mario y Fanny, Fanny y Mario. Tanto monta…
Un cuento con final feliz
La que sí está protagonizando su propia versión personal e intransferible de Pretty Woman es Zahia Dehar.
No será la prostituta que se casa con el millonario por amor, pero parece que sí está dispuesta a protagonizar su propio cuento de hadas con final feliz.
Se dio a conocer por ser la meretriz que metió en líos a futbolistas de la talla de Ribery o Benzema cuando todavía era menor de edad y ahora se está forrando con su propia línea de lencería basada en los «cuentos de hadas y el mundo de Heidi».
Además, las prendas que vende, a pesar de ser cotizadas y valoradas en los círculos más exclusivos de París, están al alcance de todos los bolsillos.