A Cristiano Ronaldo no le hizo ninguna gracia quedarse fuera del partido ante el Deportivo, y le hizo mucha menos cuando vio que los gallegos estuvieron a punto de darle un susto al Real Madrid.
El portugués acudió al palco acompañado de su familia, y desde ahí veía con cara de preocupación como Joselu ponía en un aprieto al conjunto blanco. Al final Sergio Ramos salvó la papeleta, pero el enfado de Cristiano ya era una realidad.