Lo anunciaba el Gobierno, en concreto el Ministerio de Empleo, en enero de 2014 y lo estaba ultimando la Seguridad Social para el cuarto trimestre de este año. Se trata del envío de cartas informativas por correo ordinario a los ciudadanos españoles mayores de 50 años para darles los detalles sobre el importe estimado de la pensión que iban a cobrar en el momento de la jubilación, algo que, finalmente, tendrá que esperar.
El motivo de este retraso es la complejidad de la operación, que ha llevado a los responsables del Gobierno a «someter a mejor criterio» el envío de estas cartas, según han confirmado fuentes de la Administración a la agencia EFE. De momento, y al parecer, no se baraja ninguna otra fecha distinta de la prevista en el Real Decreto ya redactado y pendiente de aprobación. Desde el Ejecutivo aseguran que el proyecto está «congelado» en estos momentos.
El envío de estas misivas, que en años sucesivos recibirían cotizantes cada vez más jóvenes, había sido considerado como una medida fundamental para concienciar a los trabajadores de la importancia de ahorrar y contar con ingresos adicionales a la hora de la jubilación.
Además, para completar la información sobre la estimación de la pensión pública, la Seguridad Social iba a pedir datos a las aseguradoras sobre los productos de ahorro que pudiera convenir más al perfil de cada ciudadano.
La presidenta de la patronal de los seguros (Unespa), Pilar González de Frutos, ya daba por descontado la dificultad que iba a suponer para el Gobierno cumplir con su compromiso. «Considero un lástima que se esté retrasando este proyecto», apuntaba González de Frutos. «La medida permitiría a los ciudadanos adoptar decisiones de ahorro informadas», explicaba en declaraciones a los medios tras inaugurar el ‘XXI encuentro del sector asegurador’ organizado por Deloitte, ABC y Mapfre, para señalar que en primavera la patronal ya emitió su opinión sobre un proyecto de decreto que regulaba la información que iba a suministrar tanto la Seguridad Social como la que estaban obligados a ofrecer los gestores privados del ahorro.
Sin embargo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, asegura también a la prensa que «no se va a paralizar nada» en relación con el inicio del envío de estas cartas. «El Real Decreto está en tramitación y se hará como corresponde, una vez que esté aprobado», sin precisar en qué momento está previsto que el Congreso le dé el visto bueno.
Hay que recordar que el objetivo de esta iniciativa es que los ciudadanos conozcan, con suficiente antelación, el importe estimado de su pensión. «Asimismo, la carta, que tendría periodicidad anual, contendría información puntual sobre la edad legal de jubilación que le corresponderá al trabajador, la fecha a la que podrá acceder a la jubilación ordinaria, los periodos de cotización necesarios para ello, y el importe mensual y anual estimado en euros constantes de la pensión de jubilación correspondiente sobre 14 pagas», señala VidaCaixa en su blog informativo especializado en ahorro para la jubilación.
Según este mismo blog, la carta que tiene previsto enviar el Gobierno ya se facilita a edades muy tempranas en otros países europeos como Suecia, ofreciendo datos anuales al ciudadano desde el momento en el que inicia su período de cotización. Se trata de la conocida ‘carta naranja’ en la que el país escandinavo da a conocer a sus ciudadanos la cuantía de la pensión estimada.
«Otros países como Polonia y Alemania también realizan esta acción proactiva, mientras que en Portugal, Italia o Reino Unido la información tiene que ser solicitada por parte de los ciudadanos. En cada uno de ellos la edad desde la que se empieza a informar difiere. De todos los citados anteriormente, Alemania lo hace a partir de los 27 años, y en el resto está disponible desde los 18 años».
«Entre las edades más tardías», sigue explicando VidaCaixa, «se encuentran Francia, cuya edad mínima para recibirla es de 35 años y Bélgica que lo hace a los 55. Por su parte, España, ofrece esta información a partir de los 64 años, lo que supone tener muy poco margen para tomar decisiones».
