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Gobierno Frankenstein: el social-podemismo Sánchez-Iglesias encamina la economía española al abismo

Gobierno Frankenstein: el social-podemismo Sánchez-Iglesias encamina la economía española al abismo
Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (PODEMOS). PD

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

La sentencia también resulta aplicable al plano de las colectividades. Sólo así se explica el escenario en el que nos encontramos, donde –por sorprendente que resulte tras todo el padecimiento causado por la última crisis económica– parece que en España nos encaminamos a pasos agigantados hacia el año 2008.

Con ello nos referimos a la actitud de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias, en este punto absolutamente concordante, de negar la desaceleración económica, de la cual cada vez hay más indicios, al tiempo plantean políticas de gasto público e intervención Estatal que lo único que harán será agravar la situación. Todo, un calco, punto por punto, de lo que hizo José Luis Rodríguez Zapatero en 2008.

En cuanto a los indicios de la desaceleración, éstos, como decimos, comienzan a ser múltiples, concordantes y serios.

Según datos oficiales del propio INE, el PIB ha pasado de crecer un 3% en 2017 a hacerlo un 2,6% en 2018. En lo que vamos de 2019 solo lo ha hecho al 2,4%.

En este mismo año también han bajado dos indicadores muy significativos: las exportaciones, que han caído un 1%; y el sector del automóvil, que ha bajado un 5,7%. La inercia positiva de las reformas de Rajoy comienza a agotarse.

Y ante semejante escenario, ¿qué ha ofrecido Sánchez en su discurso de investidura? Grosso modo, endurecer las fórmulas de contratación laboral, subir los impuestos a las grandes empresas tecnológicas, reforzar el gasto público como medidas de corte ‘social’ e incluso establecer un nuevo estatuto del becario dentro de las empresas que, en la práctica, tendrá un efecto perfectamente disuasorio a la hora de contratar nuevos becarios.

Es decir, las clásicas recetas socialistas cuyos efectos –está más que demostrado– no tienen nada de social.

Resulta increíble. Mientras que hasta Grecia gira hacia posiciones liberal-conservadoras, aquí, en España, la actual clase gobernante no sólo está empeñada en reeditar las recetas socialdemócratas que hace una década nos condujeron al colapso, sino que ahora, encima, quieren implementarlas con el resello del comunismo populista de Podemos.

En España, una vez más, lentos, descompasados y reincidentes.

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