En enero de 2017 las legendarias cafeterías Nebraska echaron el cierre tras casi 60 años de historia

Empleados cabreados por su despido revelan la receta secreta de la famosa mostaza Nebraska

Los empleados despedidos de Nebraska revelan la receta secreta de su famosa mostaza.

En enero de 2017 las legendarias cafeterías Nebraska echaron el cierre tras casi 60 años de historia.

Eran unos locales de corte americano que fueron abriendo poco a poco en Madrid desde 1955 y de la mano del asturiano Juan Ramón Blanco Sierra, ganadero de profesión, y cuatro de sus 11 hermanos. Llegaron a tener 6 locales abiertos en la capital, aunque en estos últimos años tenían abiertos sólo cuatro, siendo el de Bravo Murillo el primero de todos.

Cuentan que tenían pérdidas, frente a eso hemos leído de todo, pero es una realidad que el negocio empezaba a pasar desapercibido entre la oferta de la capital y uno iba por allí solo para recordar el sabor de aquellos perritos calientes o meriendas que se servían en aquellas mesas y sillones de escay. Pero si uno no lo había vivido hace años, no iba por allí. Os recomendamos ver este artículo sobre la trascendencia del local entre algunos personajes conocidos de las ondas.

El caso es que los 4 locales se han vendido a un fondo de inversión para remodelarlos y revenderlos, dejando en la calle a casi una centena de trabajadores, y claro, esto ha causado mucho dolor ya que había camareros que llevaban más de 40 años trabajando en el local, y de un día para otro se han quedado sin trabajo y sin ser informados adecuadamente. Y en medio de ese dolor alguien ha destapado la famosa receta de la mostaza de los legendarios perritos de esta cadena que, sinceramente, estaban muy buenos.

SECRETO

Nosotros os la traemos, aunque ya os adelantamos que debe de haberse tomado del recetario original, porque desde hace muchos años no se tendría que hacer así, huevos frescos, habla de cartones… de hecho, la que hicimos en casa en base a esto, no nos recordó a la salsa original. Ahora os explicamos.

No obstante los perritos que preparamos estaban muy decentes. Decían además en la nota que pasaron los trabajadores por las redes sociales que las salchichas eran de La Madrileña, es cierto, de hecho siempre lo hemos sospechado, y para emularlo allá que fuimos a comprarlas. También decían que el tomate era hecho por ellos, no era ketchup, aquí vaya usted a saber. Nosotros usamos un tomate frito estilo casero y aunque funcionó, creemos que en verdad es un tomate de lata frito unos minutos con un poco de aceite y azúcar, no lo recordamos tan dulce.  Así que, si elegís uno ya frito, acordaos de elegir uno que no tenga mucho azúcar. ¡Ah! y los que habéis ido por allí sabréis que se podía elegir entre tomate picante o no, si lo queréis picante no tenéis más que añadir al tomate un poco de cayena en polvo.

La mostaza que se necesita la venden en muchas grandes superficies por 1€ y algo más.  Compradla porque es cierto que aporta esos matices que no tiene una yellow moustard.

Y por último hicimos la mayonesa. Sinceramente, la mayonesa tenían que hacerla con huevina pasteurizada, o con algún derivado similar o base comprada. Ya sabéis que desde hace unos lustros no es legal hacer mayonesas con huevos frescos en los restaurantes. El sabor de la mayonesa que hicimos era a huevo, y no la recordamos así. Probad con huevina o con algo similar, tened en cuenta que la salsa la dejaban a la intemperie porque fría no se servía, es algo que tenemos clarísimo, huevo no podía ser.

Además las proporciones de la mayonesa de la nota no son correctas, la nota que compartieron por las redes sociales lleva una barbaridad de aceite, y no especifican cuantos huevos lleva un cartón (¿12?, ¿30?) y claro, con tanto huevo y tanto aceite, la mayonesa quedaría una piedra cuando la salsa de mostaza que servían allí era bastante líquida y consistente.

Aquí nuestra aproximación, 100 ml de aceite, 1 huevo pequeño, un pelín de vinagre y 40 g de mostaza, vamos, medio tubo del que véis. La dejamos fuera de la nevera.

Pues tan sólo queda preparar las salchichas que las cocimos al vapor durante 8 minutos.

Justo antes de montar el perrito, nosotros ya sabéis que metemos los panes al vapor para que sean más esponjosos, una técnica que aprendimos hace un tiempo y la consideramos imprescindible.

Una vez humedecido, no antes, le hacemos un agujero con la base de un cubierto. Ellos en Nebraska utilizaban pinchos de acero calientes, nosotros no eso no lo tenemos en casa.

Una vez metamos la salchicha, tan fácil como mojar la punta en la salsa junto a la parte superior del pan…

Y echamos el tomate con una cuchara que moje solo la carne. Servimos con abundantes patatas fritas.

En definitiva, una receta que habría que repetir utilizando ingredientes propios de hostelería, pero os tenemos que reconocer, que este perrito así, 100% casero, está de vicio.

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