Se estima que Eurovegas creará 260.000 nuevos puestos de trabajo
Las Vegas Sands Corp., el grupo del magnate norteamericano Sheldon Adelson, ha anunciado este 8 septiembre 2012 la elección de Madrid para construir su proyecto de ocio y juego Eurovegas.
Lo único que no ha desvelado todavía es el emplazamiento concreto, aunque todo indica que será Alcorcón.
«Barcelona es un destino turístico destacado y elegir a Madrid en lugar de Barcelona no ha sido una decisión fácil», reza el comunicado que destaca la pujanza de la capital española para ser elegida, «el Gobierno de Madrid ha sido un fuerte defensor de su potencial y apreciamos la energía que ha mostrado en el proceso».
La compañía afirma que se ha completado la primera fase después de un amplio proceso negociador. A partir de aquí, el plan se traslada a la siguiente etapa donde se especificará, entre otras cosas, la determinación del tamaño y la ubicación específica.
En cuanto a la financiación del proyecto, el grupo de Adelson informa que asignará aproximadamente el 25-35 por ciento de capital para la construcción del proyecto.
En el comunicado Adelson agradece a Madrid y Barcelona, el interés mostrado para el desarrollo del futuro Eurovegas. «Nos gustaría agradecer a la gente en Madrid y Barcelona por el tiempo y esfuerzo que han dedicado al proceso. Hemos conocido a grandes defensores de ambas ciudades, y estamos agradecidos por las amistades que hemos desarrollado».
Se estiman 17.000 millones de euros de inversión
El complejo desató desde el anuncio de su construcción la competición entre Cataluña y Madrid, atraídas por los puestos de trabajo que se crearían y que algunos responsables han cifrado en hasta 260.000, con unas inversiones que la propia empresa ha cuantificado en 17.000 millones de euros.
De momento, no han trascendido todas las condiciones exigidas por Adelson a la hora de situar el complejo, ni las rebajas de carácter fiscal en la tasa autonómica sobre el juego, aspectos sobre los que se han apoyado algunos de los que rechazan el proyecto. Tampoco existe información certera sobre las condiciones laborales, fiscales y medioambientales del proyecto, lo que ha llevado a que desde algunos sectores se pida su paralización inmediata.
Las Vegas Sands pretende atraer a unos 11 millones de turistas en 15 años que gastarían unos 15.500 millones de euros. El proyecto tendría, en principio, 12 complejos vacacionales, con 3.000 habitaciones hoteleras cada una, y cada zona vacacional costará entre 2.500 y 3.000 millones de dólares. Sus clientes principales serán los provenientes de los países de Europa -tanto occidental como oriental- y de los países de la ex Unión Soviética.
Además, se ha señalado que la inauguración podría ser en 2016 y que en 2022 se finalizarían las obras. El 21 de febrero de este año fue una fecha clave en el proceso, ya que ese día el Gobierno catalán recibía al magnate de los casinos Sheldon Adelson para convencerle de que levantara
La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, recordaba que en los últimos seis años ella también se había reunido con Adelson «más de cinco veces» para que el destino de su proyecto en Europa fuera a parar en Madrid.
ADELSON, EL HIJO DEL TAXISTA QUE SE HIZO MILLONARIO
Hijo de taxista, el magnate que lidera el proyecto Eurovegas, Sheldon Adelson, de 79 años, es uno de los estadounidenses que más dinero ha hecho en menos tiempo, cuenta con una fortuna de 25.000 millones de dólares y es temido por su «agresiva forma de hacer negocios», según expertos del sector. El decimocuarto hombre más rico del mundo, según Forbes, es también un activo judío que ha donado millones de dólares a organizaciones pro-israelíes y que ha contribuido con enormes cifras de dinero a la campaña de los republicanos en la actual carrera presidencial estadounidense.
Adelson (pronunciado «Addulson») es «una persona con quien es difícil trabajar y muy mandón», relató a Efe Bill Eadington, director del Instituto para el Estudio del Sector del Juego y que trata a menudo con extrabajadores del magnate. Apasionado de los aviones y propietario de varios jet privados, también es un hombre extravagante y de humor ácido: antes del verano, un inversor le preguntó por el proyecto español y él dijo que, de España, le encantan la comida y las tapas.
«Adelson fue el multimillonario que se enriqueció más rápido, al menos desde los ochenta», destacó a Efe Peter Bernstein, coautor de un libro que en 2008 analizó las historias de los hombres más ricos del país. Entre 2004 y 2005, en tan solo un año, su riqueza creció un 283,3 %. «Ciertamente, es un ejemplo del sueño americano en el sentido de que ha empezado de la nada y se ha hecho muy rico», subrayó.
Hijo de emigrantes judíos de la Europa del Este, Adelson es considerado un hombre hecho a sí mismo y con visión empresarial desde niño. Creció en una casa de tan solo una habitación, abandonó los estudios, con 12 años vendía periódicos y con 16 montó un negocio con máquinas de gominolas, según la revista «The Atlantic». Con los años también vendería material de aseo para hoteles junto a su hermano y estuvo en el negocio de las hipotecas.
Pese a no entender de ordenadores, él y un par de amigos de su barrio de Boston, que se hacían llamar «los chicos», montaron en los ochenta Comdex, una feria de informática que durante un par de décadas tuvo fuerza en Las Vegas, recordaba «The New York Times». En Las Vegas, la llamada «ciudad del vicio», fue donde Adeldon protagonizó su verdadero ascenso, que lo enriqueció hasta competir con Bill Gates y Warren Buffett por ser el hombre más rico de Estados Unidos.
Es en esta ciudad cuando, el 26 de noviembre de 1996, Adelson marca un antes y un después en su forma de hacer negocios, de concebir los casinos e incluso de ser rico. Recogen las guías turísticas de Las Vegas que lo hizo a lo grande. Con fuegos artificiales, el empresario mandó demoler el anciano hotel Las Vegas Sands, se desvinculó de sus socios y, pese a entrar en una edad propia de la jubilación, inició un nuevo proyecto llamado Venetian.
Ese hotel, que abrió en 1999, se convirtió en la primera piedra del actual imperio del juego liderado por Adelson, Las Vegas Sands. Y ya entonces en la ciudad americana ni el proyecto ni su mentor pasaron inadvertidos. Adelson se hizo notar porque no le tembló el pulso para enzarzarse con proveedores, trabajadores y especialmente con los sindicatos, en algunas ocasiones en los tribunales.
Se convirtió en el primer complejo de la zona sin representantes sindicales entre su fuerza laboral, dicen los medios estadounidenses. Y el proyecto no pasó inadvertido, porque revolucionó el modelo de casino: el objetivo era captar hombres de negocio. El Venetian acabó con las habitaciones vacías que incitaban a bajar a las mesas de juego, e incorporó el minibar, el entonces preciado fax y todo lo que hiciera falta para mejorar la estancia al cliente y hacerla compatible con el trabajo.
El imperio de los casinos ha crecido hasta los nueve complejos actuales en Estados Unidos, Macao y Singapur. Del mismo modo que a principios del nuevo siglo fue el norteamericano que enriqueció más rápido, con la crisis financiera de 2008 también fue uno de los más veloces perdedores, hasta el punto de que la compañía se acercó a la bancarrota.
También han ensombrecido su expediente empresarial varias investigaciones abiertas sobre posible blanqueo de dinero y supuestos sobornos en China. Pero haber apostado por Asia ha sido clave para que Adelson vuelva a estar entre los ricos más ricos y que Las Vegas Sands sea considerada la más extensa compañía estadounidense del juego.
«Su apuesta ha sido extraordinariamente exitosa en Macao y en Singapur, consiguió de forma sorprendente la licencia para instalarse allí y han funcionado muy bien pese a la gran recesión», apunta el director del Instituto para el Estudio del Sector del Juego. Ahora la nueva apuesta multimillonaria de Adelson está en Madrid.