La economía china creció en la tasa más baja en casi tres décadas al situarse durante el primer semestre de 2019 en el 6,3 %.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) reveló E¡este 15 de julio de 2019 los datos del producto interior bruto (PIB), que suponen un descenso de 0,5 puntos porcentuales con respecto al registro de los primeros seis meses de 2018.
En términos nominales, la riqueza total de China en el primer semestre se situó en 45,09 billones de yuanes (6,56 billones de dólares/5,83 billones de euros).
En el segundo trimestre de este año, el PIB del país asiático creció un 6,2 % interanual -en línea con los pronósticos de los analistas-, mientras que en el primero lo había hecho en un 6,4 %.
Estas cifras constatan una vez más que China sigue inmersa en un proceso de desaceleración económica, aunque el portavoz de la ONE, Mao Shengyong, afirmó en una rueda de prensa celebrada hoy en Pekín que se trata de una tendencia «generalmente estable, regular y progresiva».
«Se han registrado progresos en algunas áreas», apostilló el portavoz del principal órgano estadístico del país.
Por sectores, el que más avanzó en el primer semestre fue el terciario (7 %), que supone ya el 54,9 del PIB total de China, mientras que el secundario subió un 5,8 % y el primario, un 3 %.
El repunte de las estadísticas en junio no evitó que el crecimiento acumulado del trimestre se desacelerase, en opinión de Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics.
Su lectura de los datos apunta a la industria y la construcción como principales responsables de la ralentización económica, pese a que el sector servicios se haya mantenido firme en su avance.
De cara al futuro, el experto ve «más debilidad en el horizonte» y no espera que la economía china vaya a darle la vuelta a la tendencia al ralentí.
«Incluso con una política fiscal que vuelva a dar más apoyo, creemos que la actividad en la construcción se verá presionada en los próximos trimestres mientras se enfría el ‘boom’ reciente en la promoción inmobiliaria», apunta.
Esta incertidumbre del sector construcción se une a los «vientos de cara más fuertes» derivados de los aranceles estadounidenses y de un crecimiento económico global más débil.
Por tanto, pronostica el analista, la situación se saldará con una «ralentización aún mayor» del crecimiento durante lo que queda de año.
De todas formas, los niveles de crecimiento económico reflejados en los datos oficiales van en la línea del objetivo marcado por Pekín para este año, que en lugar de ser una cifra fija como en anteriores ocasiones se estableció en una horquilla de entre un 6 y un 6,5 %.
La economía china había superado las expectativas en 2018 pese al pesimismo que rodeaba a una coyuntura marcada por la desaceleración económica global, la guerra comercial con Estados Unidos y otros factores internos como el debilitamiento de la demanda doméstica.
También se hicieron hoy públicos otras estadísticas semestrales como las ventas minoristas, que aumentaron un 8,4 %, con un crecimiento algo mayor en zonas rurales (9,1 %) que en urbanas (8,3 %), aunque estas últimas siguen acaparando el 85,5 % del total.
Sigue siendo destacado el avance de las ventas por internet, del 17,8 %, cifra 2,5 puntos porcentuales por encima del registro del primer trimestre pero 6,1 puntos por debajo del global de 2018 y 14,4 menor al de 2017.
Por su parte, la producción industrial se incrementó un 6 %, con el sector de producción y suministro de electricidad, energía térmica, gas y agua registrando la subida más destacada (7,3 %), seguido de manufactura (6,4 %) y minería (3,5 %).
La inversión en activos fijos creció un 5,8 % -la dedicada a infraestructura, un 4,1 %-, y la inversión inmobiliaria subió un 10,9 % interanual.
Por último, la ONE divulgó hoy el dato del desempleo en zonas urbanas correspondiente a junio, que se situó en el 5,1 %, una décima más que en mayo.
