(PD).- Michelle Obama, la mujer del candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, se está preparando para su posible papel de primera dama. Durante la campaña electoral de su marido ha sido criticada en alguna ocasión, una situación a la que deberá acostumbrarse si Obama llega al poder. Para ello, cuenta con el ejemplo de sus antecesoras y, sobre todo, con el de la esposa de George W. Bush, Laura, de quien dice que es «cercana, racional y con experiencia en estos temas».
Michelle hizo estas declaraciones ayer, en el programa matinal de la cadena norteamericana ABC The View. Allí agradeció a Laura Bush que saliera en su defensa, cuando la prensa cargaba contra ella por unas declaraciones consideradas «antipatrióticas».
Todo el embrollo surgió a raíz de unas declaraciones que Michelle Obama realizó en febrero pasado. «Por primera vez desde que soy adulta, estoy orgullosa de mi país», dijo. Ante las críticas desatadas por su desafortunado comentario, Laura Bush la defendió, al señalar que la prensa había omitido de esa frase la palabra «realmente» antes de «orgullosa», lo que cambiaba el contexto de la frase.
Michelle Obama dice haber aprendido la lección: «Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. Cuando alguien es candidato a la presidencia o cuando se es la esposa del candidato, todo lo que uno diga será examinado y a menudo mal interpretado».
