Monarquía

Toda sobre los cánceres del rey don Juan Carlos y su único testículo

Toda sobre los cánceres del rey don Juan Carlos y su único testículo
Rey Juan Carlos RS

Mucho se ha escrito pero esta es la verdad. Por fin la Casa Real confirmó lo que era evidente para muchos (El escalofrío que recorre La Zarzuela con el ‘futuro militar’ de Leonor después del 28-A).

El rey don Juan Carlos había sido intervenido este pasado marzo de un carcinoma basocelular, para entendernos, un cáncer de piel producido por excesiva exposición al sol (La Reina Letizia se mete en un convento, se apunta a misa y va de procesión).

La intervención es sencilla y la gravedad del tumor depende de la profundidad del mismo, aunque en el caso del ex jefe de Estado parece que se ha extirpado por completo y no reviste gravedad para el paciente (¡Bombazo!: Don Juan Carlos y Doña Sofía rompen relaciones con la Reina Letizia).

Sin embargo, los médicos no descartan una segunda intervención en el caso de que pudiera reproducirse.

Don Juan Carlos tendrá que hacer revisiones cada tres o seis meses, cubrirse la cabeza, incluso la nuca, y aplicarse cremas solares de alta protección cada dos horas cuando salga a navegar, algo que ha hecho ya este pasado fin de semana en Sanxenxo, todavía convaleciente, según recoge informalia.

La imagen del rey el pasado 22 de marzo, durante la lectura del cartel de San Isidro en Las Ventas, indicaba que había sufrido un percance, que podía ser desde una caída a una operación en la piel:

«He tenido que someterme a una pequeña intervención», comentó el padre de Felipe VI sin más detalles.

La falta de respuesta oficial desató las especulaciones, que siempre se producen cuando no hay información.

Esta misma semana, ante la insistencia de la prensa, portavoces de Zarzuela explicaron que se trataba de un carcinoma que le había extirpado su propio médico de cabecera, restando gravedad a la dolencia al haber sido controlada a tiempo.

No es la primera vez que la sombra del cáncer planea sobre la salud de don Juan Carlos. Hubo una ocasión anterior en la que se habló de que podía padecer una enfermedad oncológica.

Fue en los años 80, cuando el famoso urólogo catalán José María Gil Vernet operó al emérito. El inseparable compañero de regatas y amigo del Rey, Josep Cusí, se ofreció a llevar personalmente las muestras extraídas a don Juan Carlos a un laboratorio norteamericano para que los patólogos y especialistas más eminentes hicieran las comprobaciones necesarias y las dudas quedaran despejadas.

Han pasado 30 años y don Juan Carlos sigue ahí, con los achaques propios de un hombre de 81 años, con múltiples intervenciones de cadera y articulaciones a cuestas, aunque de un posible cáncer detectado por su urólogo no hay rastro. Sin embargo, aquella operación debió preocupar a la Familia Real y a los gobernantes del momento.

Y es que el doctor Gil Vernet desveló en su día que alguien robó de su consulta el historial médico de don Juan Carlos, un robo al que el urólogo catalán no dio gran importancia, porque tenía copia guardada en lugar seguro.

En aquel historial médico de Juan Carlos de Borbón y Borbón, parece que figuraba que en 1985 se le había extirpado un testículo. Pero no tuvo nada que ver con una asunto oncológico, sino que que fue consecuencia de un accidente de esquí sufrido en la estación suiza de Gstaad, en el que la rotura de pelvis habría dañado irreparablemente uno de los testículos.

Los rumores sobre una causa más grave corrieron como la pólvora, sobre todo por el silencio de la Casa Real.

Se llegó a publicar que la sustracción del documento fue hecha por expertos de CESID, los servicios secretos de la época, para informar a los poderes fácticos del momento. La salud del Rey fue siempre una cuestión de Estado.

En abril de 2010 le extirparon al Rey un nódulo en la parte superior del pulmón derecho. Cuando el médico le encuentra a un paciente algo así, no conoce la naturaleza de ese tumor o quiste hasta que se extirpa y se hace una biopsia.

Había preocupación en la clínica Planas de Barcelona, un centro médico donde don Juan Carlos se hace cada año un chequeo a fondo, y donde dispone hasta de un apartamento para que encuentre más cómoda su estancia. Pero nada se dijo sobre el origen del nódulo hasta que después de la intervención se hizo público que se trataba de un tumor benigno.

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