La industria del cine vuelve a estar en el foco mediático tras salir a la luz graves acusaciones contra Jared Leto, actor, músico y líder de Thirty Seconds to Mars.
Un total de nueve mujeres han señalado públicamente al intérprete de La casa Gucci y El club de los desahuciados por supuesta conducta sexual inapropiada, algunas siendo menores de edad en el momento de los hechos.
El caso, divulgado este fin de semana por la revista Air Mail, ha reavivado un “secreto a voces” que, según las afectadas, llevaba años circulando en los círculos más cerrados de Los Ángeles y la industria del entretenimiento.
Los testimonios recogidos relatan encuentros ocurridos principalmente entre 2006 y 2009. Varias mujeres describen situaciones que van desde coqueteos insistentes hasta comportamientos abiertamente sexuales.
Por ejemplo, una joven afirma que conoció a Leto con solo 16 años en un café de Los Ángeles, donde el actor —entonces acompañado por Ashley Olsen— le pidió el teléfono.
Días después, recibió llamadas nocturnas con preguntas explícitas sobre su vida sexual. Otras declaraciones hablan de fiestas privadas donde, según las denunciantes, el actor invitaba a adolescentes para participar en situaciones incómodas y encuentros íntimos sin su consentimiento.
Las versiones enfrentadas
Mientras la presión mediática crece, el entorno del actor niega rotundamente los hechos. Un portavoz afirmó que Jared Leto “no ha bebido alcohol ni consumido drogas en más de 35 años” y que las comunicaciones con las denunciantes “no contienen nada sexual o inapropiado”. Incluso han señalado que una de las mujeres buscó trabajar posteriormente como asistente personal del actor, extremo desmentido por la propia afectada. De momento, Leto no ha hecho declaraciones públicas directas.
Este caso se suma a otros escándalos recientes en Hollywood y la música, donde figuras influyentes han sido señaladas por abusos similares. El debate sobre la impunidad y la cultura del silencio en la industria vuelve así al primer plano.
Curiosidades inesperadas sobre Jared Leto
Pese al revuelo actual, la figura de Jared Leto siempre ha estado rodeada de peculiaridades y datos sorprendentes. Aquí tienes 10 curiosidades poco conocidas sobre el actor:
- A sus 53 años sigue liderando la banda Thirty Seconds to Mars y mantiene una imagen juvenil casi inalterable.
- Es conocido por sus transformaciones extremas para interpretar papeles: llegó a engordar 30 kilos para Capítulo 27 y perdió más de 13 para El club de los desahuciados.
- Durante el rodaje de Réquiem por un sueño, el director le prohibió consumir azúcar y tener sexo para potenciar su sensación de abstinencia.
- No consume alcohol ni drogas desde hace más de tres décadas, según su propio testimonio y el de su entorno.
- Además de actor y músico, es director: rodó varios videoclips bajo el seudónimo Bartholomew Cubbins.
- Es vegano estricto desde hace años.
- Ha escalado monumentos emblemáticos como el Empire State Building sin ayuda profesional.
- Sufre acrofobia (miedo a las alturas), aunque lo combate enfrentándose a retos extremos.
- Es famoso por sus excentricidades en alfombras rojas: acudió a una gala del Met llevando una réplica exacta de su propia cabeza.
- Ha declarado que nunca ve sus propias películas.
Los rankings más comentados
Para entender el fenómeno Leto, repasamos algunos rankings curiosos sobre su carrera:
| Ranking | Detalle destacado |
|---|---|
| Papeles más extremos | El club de los desahuciados, Capítulo 27, Réquiem por un sueño |
| Looks más excéntricos | Gala Met 2019 (con su cabeza), corsés transparentes |
| Transformaciones físicas | Subidas/bajadas extremas de peso para papeles |
| Videoclips dirigidos | Más de 10 bajo pseudónimo |
| Escándalos mediáticos | Acusaciones actuales; polémicas anteriores menores |
El debate abierto: cultura pop vs. denuncias
Las acusaciones contra Jared Leto han abierto un debate incómodo en la cultura pop: ¿puede separarse al artista de su obra cuando surgen relatos tan graves? Mientras algunos fans defienden su legado musical y cinematográfico, otros exigen respuestas claras ante unos hechos que podrían tener graves repercusiones legales y personales.
Por ahora, la historia está lejos de cerrarse. Las voces críticas señalan que “ya no basta con negar”, mientras medios internacionales siguen profundizando en testimonios pasados por alto durante años. La industria del cine se enfrenta así a un nuevo espejo incómodo sobre las dinámicas de poder y abuso.
