A las 14:45 de un 20 de mayo de hace 39 años llegaba al mundo Iker Casillas. Ajeno a que terminaría por convertirse en una leyenda del fútbol español, el guardameta vivió una infancia feliz junto a su hermano Unai y sus padres, María del Carmen y José Luis; una niñez en la que tomó a la ilusión como fiel compañera, mientras confiaba ciegamente en que «Superman existía y Spiderman iba lanzando telarañas por los rascacielos de Nueva York».
Aunque a día de hoy confiesa que soplar velas empieza «a dar respeto», y pese a que cree firmemente que «mi aniversario se mudó de fecha desde hace más de un año», no ha dudado en celebrar este día tan especial con sus seres queridos. Iker recuerda que «con ocho años sigues disfrutando de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente», pero las lecciones de la vida han logrado que sepa saborear cada instante como si de una noche del 5 de enero se tratara.
A través de una instantánea tomada hace 31 años, el marido de Sara Carbonero ha agradecido las miles de felicitaciones que ha recibido por parte de sus seguidores y ha aprovechado para hacer un ocurrente guiño a los hermanos Casas, que arrasaron recientemente en Instagram con un sensual vídeo bailando twerking.
«No quiero desmerecerles», ha apuntado con evidente guasa.